Riesgo de sobredosis en las fusiones farmacéuticas

La prisa por buscar medicamentos de éxito, ante la rebaja de precios forzada por Biden, disparará las primas de compra

Un hombre mira el móvil al lado de un cartel de Medicare (seguro de salud para mayores en EE UU) en Washington DC.OLIVIER DOULIERY (AFP via Getty Images)

Las farmacéuticas se han metido en una fiesta de fusiones en la que preferirían no estar. El sector ha empezado 2023 con 65.000 millones de dólares en operaciones en EE UU, el triple que en 2022 por estas fechas, y un 50% más que la media de la década. Una de las razones es que Medicare, el mayor pagador individual del mayor mercado del mundo, pronto podrá negociar recortes de precios. Es una receta para asignar mal el capital.

Según el think tank Rand, EE UU representa la friolera del 58% de las ventas farmacéuticas de los países de la OCDE. Los medicamentos recetados cuestan, de media, más del doble en EE UU, y los de marca, tres veces más.

Medicare supone cerca de un tercio de las ventas en EE UU. En virtud de la ley antiinflación, el programa sanitario para ancianos puede presionar para que a partir de 2026 se reduzcan los precios de 10 de los fármacos más vendidos, y hasta 20 más cada año hasta el final de la década. La Oficina Presupuestaria del Congreso calcula que sus precios netos caerán un 50%, para un ahorro de 100.000 millones hasta 2031. Tanto Amgen como MSD han afirmado que perjudicará a su negocio.

Una forma de tapar el agujero es comprar fármacos y terapias prometedoras, pero incluso antes de lo habitual, antes de que se demuestre su eficacia. Medicare solo puede solicitar descuentos después de que la venta de los productos lleve aprobada 9 o 13 años, dependiendo de su tipo. Todo esto explica en parte por qué MSD reveló esta semana sus planes de comprar Prometheus Biosciences por 11.000 millones y Amgen acordó pagar 28.000 millones por Horizon Therapeutics a finales de 2022. Ambos objetivos tienen potenciales blockbusters (éxitos) cuyos precios no podrían acogerse a las reducciones de Medicare durante un tiempo. Pfizer acordó pagar más de 40.000 millones por Seagen en marzo. Europeas como Sanofi y AstraZeneca también se han sumado al floreciente frenesí.

El problema es que ese dinero suele gastarse mal. Según Deloitte, la rentabilidad prevista del desarrollo de fármacos para las 20 principales firmas fue de un lamentable 1,2% en 2022. Una oleada de compra de activos especulativos disparará las primas pagadas y pondrá aún más en peligro su rentabilidad. Es un buen resultado para los accionistas de las vendedoras, pero los compradores corren un gran riesgo de sobredosis.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Más información

Archivado En