La economía de EE.UU. sigue sólida
Condiciones de liquidez favorables

Mantenemos una posición táctica sobreponderada en renta variable, aunque permanecemos atentos a la volatilidad. Consideramos diversificar desde activos monetarios, pero con precaución en sectores cuyas valoraciones han alcanzado niveles demasiado altos, dejando poco margen para decepciones. Por otro lado, infra ponderamos bonos, ya que sus valoraciones actuales no son lo suficientemente atractivas para compensar la inflación y los riesgos políticos de Estados Unidos.
La economía de EE.UU. sigue sólida
La economía estadounidense continúa mostrando fortaleza, a pesar de un tipo arancelario efectivo medio cercano al 10%. Los ingresos por aranceles han aumentado significativamente, alcanzando los 330.000 millones de dólares anualizados desde los 75.000 millones en 2024, representando ya el 6% de los ingresos fiscales del país. Sin embargo, los análisis iniciales indican que entre el 85% y el 90% de la carga de estos aranceles recae sobre la economía estadounidense, afectando los márgenes de los importadores y aumentando la inflación para los consumidores.
Además, la reducción de la inmigración está limitando la fuerza laboral, lo que impulsa la inflación y frena la demanda interna, aunque los salarios muestran una moderada tendencia a la baja. A pesar de esto, los resultados empresariales siguen sorprendiendo al alza, aunque las cifras recientes reflejan una desaceleración en la actividad económica interna.
Aunque existen acuerdos de alto nivel entre EE.UU. y sus principales socios comerciales, como la UE y Japón, que evitan escenarios más adversos, persisten muchas incertidumbres. Por otro lado, se espera que la eurozona continúe su recuperación, mientras que en China el crecimiento ha perdido impulso, aunque sigue contando con apoyo político.
Condiciones de liquidez favorables
En general, las condiciones de liquidez siguen siendo favorables, con el 83% de los principales bancos centrales relajando sus tipos de interés, cuatro en posición neutral y solo uno endureciendo su política. Esto ocurre a pesar de que el crecimiento económico mundial se encuentra en tendencia y la inflación sigue siendo persistente en la mayoría de los países.
En EE.UU., los precios de bienes y servicios están por encima de su media de 25 años, lo que aumenta el riesgo de inflación. Además, el cierre del Gobierno podría generar incertidumbre. Prevemos dos recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal hasta finales de 2026, frente a los cuatro que descuenta el mercado. En Europa, el BCE se encuentra en pausa, aunque esperamos que reduzca el ajuste cuantitativo de su balance. En China, anticipamos recortes en los tipos de interés y en los requisitos de reservas bancarias, mientras que en Japón podrían producirse dos aumentos de tipos en 2026, acompañados de ajustes cuantitativos.
Poco margen para decepciones
La renta variable ha sido respaldada por la mejora en las expectativas de beneficios, condiciones de liquidez favorables y sólidos aspectos técnicos. Sin embargo, las valoraciones actuales limitan el potencial de alza, dejando poco margen para decepciones en crecimiento económico, inflación o riesgos geopolíticos.
En EE.UU., las valoraciones han alcanzado niveles elevados, impulsadas por los ‘Terrific 20’ de mega capitalización, que han superado a los ‘7 Magníficos’. Esto aumenta la vulnerabilidad en caso de un deterioro macroeconómico. El principal riesgo es una reversión abrupta del sentimiento, aunque aún estamos lejos de la euforia típica de las burbujas. Por otro lado, los ‘Forgotten 50’ han sufrido caídas debido a la disrupción de la inteligencia artificial (IA) o expectativas poco realistas, aunque la rotación parece exagerada.
Europa podría convertirse en una alternativa interesante, ya que sus acciones han quedado rezagadas frente a las de EE.UU. en los últimos años. También sobreponderamos acciones suizas y empresas de mediana capitalización en la eurozona. Sin embargo, nuestra mayor convicción en renta variable está en los mercados emergentes, que presentan valoraciones atractivas y un crecimiento favorable en comparación con las economías desarrolladas. Asia es nuestra región favorita, aunque no descartamos oportunidades en América Latina.
Tecnologías de la información
Sobreponderamos el sector de tecnologías de la información, que, aunque caro según métricas tradicionales, se beneficia del ecosistema de IA que impulsa los beneficios. También sobreponderamos el sector financiero, gracias a una curva de rendimientos más pronunciada, posible desregulación en EE.UU. y valoraciones razonables. Asimismo, favorecemos los servicios de comunicación, que cuentan con una dinámica de beneficios saludable, fuertes recompras y exposición a la IA. En China, el sector tecnológico y otros sectores con apoyo político también resultan atractivos.
Deuda de mercados emergentes
La deuda soberana de EE.UU. enfrenta riesgos por un posible aumento de la inflación y expectativas demasiado optimistas de recortes de tipos. Además, la injerencia política podría socavar la independencia de la Reserva Federal, aumentando la prima de riesgo. Por ello, mantenemos una posición neutral en bonos del Tesoro a 10 años, cuya rentabilidad actual está por debajo de nuestra estimación neutral del 4,25%.
En contraste, la deuda de alta rentabilidad en euro es atractiva, con rentabilidades cercanas al 5% (3% ajustado por inflación), baja sensibilidad a variaciones de tipos y bajas tasas de impago. Sin embargo, el mejor valor en renta fija se encuentra en la deuda de mercados emergentes, donde los tipos de interés reales están en máximos de 20 años, con margen para relajarse. Además, el dólar, sobrevalorado en un 15%, favorece a estas economías.
Estrategias de inversión alternativas
En un entorno de recortes de tipos de interés, las estrategias de inversión alternativas, como las long/short o neutrales al mercado, son una opción interesante. Los fondos alternativos líquidos ofrecen baja volatilidad y rentabilidades estimadas entre el 5% y el 6% este año, superando al mercado monetario y a la deuda empresarial.
Optimismo respecto al oro
A pesar de sus niveles récord, seguimos optimistas respecto al oro, que actúa como cobertura frente a la devaluación del dólar y los riesgos de inflación. Favorecido por los menores tipos de interés, el oro sigue siendo competitivo en comparación con otros activos. Además, las preocupaciones sobre la independencia de la Reserva Federal podrían impulsar la diversificación de reservas por parte de bancos centrales, especialmente en China y otros mercados emergentes. Los inversores minoristas también están aumentando su exposición al oro en sus carteras.
Lorenzo Coletti, director para Iberia en Pictet AM