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La incertidumbre sigue alta

Mejores perspectivas en la euro zona

FILE PHOTO: Shipping containers are seen at the port of Oakland, as trade tensions continued over U.S. tariffs with China, in Oakland, California, U.S., May 12, 2025. REUTERS/Carlos Barria/File Photo

Los datos del mercado laboral en EE. UU. han superado las expectativas. En mayo se crearon 139,000 empleos no agrícolas, ligeramente por debajo del promedio mensual de doce meses, que fue 149,000, pero mayor a 130,000 anticipados por el mercado. La tasa de desempleo se mantiene en 4,2 %. A pesar de ello, los bancos continúan otorgando préstamos y extendiendo líneas de crédito, lo cual es positivo para la economía estadounidense. Sin embargo, las encuestas a empresarios y consumidores muestran un escenario más pesimista.

Por otro lado, si la administración Trump implementa los aranceles anunciados, pueden alcanzar 13 a 14 %. Durante el mandato del presidente Biden, se situaban en 2,5 %. Así que la medida puede tener un impacto negativo de 1,5 % en el PIB de EE. UU. y aumentar la inflación en 1,7 %. Así que nos enfrentamos a un escenario de estanflación autoinfligida en EE. UU. A esto se suma el proyecto de ley “Grande y Hermosa”, que no ha logrado disipar la incertidumbre económica a largo plazo, ya que mantiene un déficit fiscal en torno al 6,5 % anual, lo que incrementa la carga de la deuda del país.

En este contexto el riesgo de estanflación sigue latente. La actividad económica en EE. UU. ya está por debajo de su media, y se estima que su PIB crezca solo 1,1 % en 2025. En cuanto a precios, aunque han aumentado a ritmo más lento que anteriormente, preocupa que la inflación siga por encima del objetivo del 2 % de la Reserva Federal, pudiendo llegar al 3,5 % en 2025. Esto dificulta recortes preventivos de tipos de interés, con el riesgo de desencadenar una venta más agresiva de bonos del Tesoro a largo plazo. De hecho la rentabilidad de la deuda a 30 años ha aumentado más que la de a diez años, lo que anticipa cierta preocupación sobre la sostenibilidad de la deuda de EE. UU.

Mejores perspectivas en la euro zona

En la eurozona, las perspectivas económicas han experimentado mejora significativa. La producción industrial aumentó 2,2 % los primeros tres meses del año, marcando el primer crecimiento tras siete trimestres de contracción, impulsado por una sólida demanda externa. Además, el Índice de Gerentes de Compras (PMI) manufacturero ha alcanzado máximo desde 2022. Existe un optimismo generalizado en torno a los planes de gasto en defensa y fiscal, los cuales se espera respalden más el crecimiento económico. Así que se proyecta que la eurozona crezca 1 % en el transcurso de 2025. Además, las tendencias desinflacionistas, en parte debido a la debilidad del dólar, así como disminución en los precios de la energía, brindan margen para que el Banco Central Europeo (BCE) reduzca nuevamente sus tipos de interés a lo largo del año.

Aumentos de beneficios en mercados emergentes

Por su parte, a pesar de un enfriamiento de las previsiones, las economías emergentes continúan en fase de expansión. La brecha de crecimiento con las desarrolladas ha aumentado de manera constante desde finales de 2023, alcanzando 2,5 %, por encima del promedio de 2,3% desde 2011 y se prevé alcance 3,5 % para finales de este año. Según el consenso de previsiones, se espera que los beneficios empresariales en mercados emergentes crezcan a ritmo más rápido que en EE. UU. y Europa este año y el próximo. China, por ejemplo, ha mantenido un crecimiento del PIB por encima de tendencia a pesar de la guerra comercial con EE. UU., beneficiándose de amplio margen fiscal y liquidez interna. Las perspectivas a medio plazo para China han mejorado, lo que augura un escenario positivo para otras economías emergentes.

Hay que permanecer invertidos y diversificar

En este entorno económico es crucial mantenerse invertidos, pero también diversificar de manera estratégica. Se recomienda ampliar la diversificación de EE. UU. a Europa y mercados emergentes, a nivel geográfico y sectorial, mediante gestión activa de las inversiones.

Actualmente, mantenemos una postura neutral en bonos del Tesoro de EE. UU. La prima a largo plazo ha alcanzado máximo en más de una década, lo que indica que los inversores están demandando compensación adicional y la reciente liquidación simultánea del dólar y bonos del Tesoro de EE.UU. tras las turbulencias del “Día de la Liberación” sugiere debilitamiento en la percepción como refugio de ambos activos.

Asimismo, adoptamos una postura neutral en deuda pública europea. El BCE ha flexibilizado sus condiciones monetarias, especialmente debido a los menores precios del petróleo en euros, lo que limita su disposición a una política monetaria aún más flexible. Pero en general, nos dirigimos hacia el fin de los intereses reales positivos en la Eurozona, pues el BCE ha reducido sus tipos de interés al 2 % y puede dejarlos en 1,75 % para una inflación proyectada de 2,1 % este 2025.

Hay que buscar alternativas

En este escenario es fundamental que los inversores comiencen a poner su dinero a trabajar para los próximos años, explorando diversas alternativas de inversión. Es crucial buscar oportunidades fuera de los mercados tradicionales y considerar estrategias que puedan ofrecer rendimientos atractivos en un entorno económico cambiante.

Una opción a considerar es la deuda empresarial, que puede proporcionar rendimientos entre 5 y 8 % a vencimiento, en contraste con 3 a 3,5 % de la deuda soberana. En particular, destaca la deuda de alta rentabilidad europea como opción atractiva, que actúa como un colchón contra el riesgo arancelario de EE. UU. Esta inversión se beneficia de un entorno de crecimiento e inflación moderados, con el BCE en ciclo de recorte de tipos de interés y valoración atractiva en comparación con la deuda empresarial estadounidense y la renta variable. Además, proporciona ingresos atractivos, mejora de impagos y amplia exposición sectorial. Incluso en caso de rebajas crediticias, invertir en “ángeles caídos” puede generar exceso de rentabilidad. La clave es ampliar el horizonte de inversión más allá del corto plazo

Inversión en mercados emergentes

A ello se añade que un dólar más débil respalda la deuda de los mercados emergentes, una opción atractiva para los inversores. Así, se recomienda sobre ponderar deuda en moneda local de mercados emergentes, dados los fundamentales sólidos, caída de los precios del petróleo y rentabilidad real atractiva a vencimiento. Se espera que los bancos centrales de las economías emergentes, incluido el Banco Popular de China, continúen reduciendo sus tipos de interés para respaldar el crecimiento . China, en particular, ha mostrado clara voluntad de estimular su economía con medidas fiscales y monetarias, lo que ha impulsado la producción industrial y se espera estimule el consumo en el futuro. Además, las economías emergentes pueden beneficiarse de una disminución de las tensiones comerciales entre EE. UU. y China. Las acciones de mercados emergentes ya han mostrado un rendimiento de 6 % en moneda local hasta finales de mayo este año, superando el poco más de 1 % de las acciones estadounidenses e históricamente, la debilidad del dólar ha coincidido con aumento de beneficios en acciones de mercados emergentes, en parte debido a la mejora del atractivo relativo.

Compañías de calidad

Al mismo tiemo, algunas compañías de calidad ofrecen alta rentabilidad por dividendo, entre 3 y 5 %. En este sentido, aunque mantenemos una postura neutral o infra ponderada en la mayoría de mercados de renta variable, consideramos que la renta variable suiza está más protegida de una desaceleración en EE. UU. debido a la presencia de numerosas empresas en sectores menos sensibles. Gran parte de los índices de renta variable suiza incluyen empresas relacionadas con la salud, que, a pesar de los recortes e incertidumbre en los precios de los medicamentos recetados en EE. UU., siguen generando beneficios sólidos, que se espera aumenten. Además, nos inclinamos hacia sectores como servicios públicos, con características defensivas y empresas que se benefician del aumento de la demanda de electricidad. También vemos con buenos ojos los servicios de comunicación, debido a sus beneficios y exposición a crecimiento estructural, que presentan valoraciones atractivas. Por otro lado, el sector financiero se beneficia de una curva de rentabilidad a vencimiento de la deuda más pronunciada y una posible desregulación de la Administración Trump. Bancos e instituciones financieras muestran una dinámica saludable de beneficios y cotizan a valoraciones razonables.

Estrategias alternativas líquidas

En todo caso, en el actual entorno de bajos tipos de interés, destacan ciertas estrategias líquidas con poca correlación respecto al mercado y volatilidades limitadas, similares a la renta fija. Estas estrategias han demostrado rentabilidades atractivas lo que va del año 2025 y están volviendo a ser consideradas en la parte más conservadora de muchas carteras gestionadas y fondos de fondos. Ahora bien, es esencial identificar las estrategias con un historial sólido para maximizar los rendimientos.

Por último, el oro continúa disfrutando de fuerte demanda estructural por parte de los bancos centrales de las economías emergentes y es probable que atraiga más compras de inversores que buscan protegerse de un dólar más débil, los riesgos de inflación y las incertidumbres geopolíticas.

Lorenzo Coletti, head of Iberia en Pictet AM

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