El plan de paz de Trump para Ucrania desata las caídas en Bolsa de las empresas de defensa europeas
La alemana Rheinmetall lidera las caídas con un descenso del 16% desde el pasado miércoles, aunque los analistas no ven que las negociaciones reduzcan las necesidades de seguridad
La guerra es un negocio para la industria armamentística; la paz, no tanto. La Casa Blanca y la Presidencia de Ucrania han publicado esta madrugada un comunicado en el que describen como “muy productivas” las negociaciones en Suiza, que se han prolongado durante toda la jornada del lunes, a partir del plan presentado el miércoles pasado por Donald Trump. Mientras los diplomáticos trabajan, los operadores en Bolsa reaccionan: ceden las acciones ligadas a la defensa en Europa, un sector impulsado en los últimos años por el rearme del continente ante la amenaza rusa, y avanza (con cierta timidez) la construcción, bajo la expectativa de la reedificación de Ucrania.
El índice Stoxx Aerospace & Defense, que sigue 28 de las mayores compañías del sector de defensa en la UE y el Reino Unido, ha cedido más del 7% desde el anuncio del plan de Trump. Las grandes estrellas del rearme europeo están entre las más afectadas por el cambio de viento: la alemana Rheinmetall cede un 16% desde el miércoles hasta el cierre de la sesión de este lunes. A su vez, la sueca Saab y la italiana Leonardo retroceden algo más del 12% y del 10%, respectivamente. Fuera del índice, la española Indra cae casi el 9%.
No obstante, los analistas no lo ven tan claro. Desde JP Morgan, el mayor banco del mundo, se ha mantenido este lunes la recomendación de compra de la acción de Rheinmetall, con un potencial de revalorización en los próximos 12 meses por encima del 55%. A su vez, Douglas Harned, director de la firma Sanford C. Bernstein, afirma que Europa deberá invertir “aún más” en defensa en caso de que se firme el plan de paz de Trump, ya que, según él, la amenaza rusa sobre el continente se incrementaría bajo determinados términos de la propuesta de Washington. Una inquietud que comparten las cancillerías europeas.
El acuerdo ha sido recibido por Ucrania con tintes de ultimátum: el presidente fue el viernes a la televisión estadounidense y le dio a su homólogo ucranio, Volodymyr Zelensky, hasta el próximo jueves (27 de noviembre) para conformarse con la hoja de ruta: “Tendrá que aceptarlo, y si no le gusta, ya sabe: que sigan luchando. En algún momento tendrá que aceptar algo”. No es la primera vez: desde octubre, tras alcanzar sus máximos históricos, que la defensa sufre fuertes correcciones. Cedió algo más de un 3,5% el día 17, después de que el presidente estadounidense anunció que tuvo una conversación telefónica “productiva” con Vladímir Putin. Más recientemente, con el ultimátum a Zelenski, el índice cayó el viernes pasado otro 3,4%. En algunas semanas, se esfumaron todas las ganancias acumuladas desde agosto. El sector vive su peor racha en un período de casi dos meses desde marzo de 2022, cuando Rusia todavía ocupaba los alrededores de Kiev.
La invasión unilateral supuso un antes y un después para la seguridad en Europa, y la llegada de Trump solo ha acelerado la necesidad del continente de procurarse su propia seguridad. Este año la UE ha puesto en marcha un ambicioso plan de rearme. El Bundestag aprobó en marzo una reforma constitucional para movilizar cientos de miles de millones de euros en defensa y otras áreas, lo que benefició a las empresas armamentísticas. Los países de la UE se han comprometido a gastar un 5% de su PIB en defensa, y este año llegarán al 2,1%. Así, el sector, que sube más del 50% este año, ha multiplicado su valor por cuatro desde finales de 2021. El 370% que avanza Indra palidece en comparación con Rheinmetall, que ha multiplicado su precio por 15.
Más allá del frente
La economía de la guerra no se limita a municiones o tanques. Mientras el sector de la defense cede en Bolsa con el progreso de las negociaciones de paz, las constructoras avanzan bajo las perspectivas de la reedificación de las ciudades y de las infraestructuras ucranias. El Stoxx Construction & Materials sube algo más del 1% desde el miércoles pasado. Dos de las mayores constructoras de Europa, las francesas Vinci y Saint Gobain, acumulan alzas del 3% y del 2%, respectivamente.
También se han revalorizado la deuda ucrania en dólares: el rendimiento del bono a tres años —que baja a medida que sube el precio del título— ha caído cerca de 1,5 puntos porcentuales desde los máximos de agosto y ahora está en su nivel más bajo desde mayo. Con la mayor estabilidad en la región, los inversores creen que el Gobierno ucranio podrá pagar su deuda con más facilidad y, por ello, la prima que exigen se reduce.
Las perspectivas de normalización no solo benefician a los mercados ucranios, sino a lo de sus vecinos. Eso se nota en la demanda por las divisas de la región. “Los avances hacia un acuerdo de paz darían un impulso a las divisas de Europa central y del Este en medio del escepticismo actual”, afirman los analistas de ING en un informe de este lunes. Las monedas de Hungría (el florín) y de Polonia (el zloty) han avanzado el 1,8% y el 0,3% con respecto al euro el último mes. Un poco más lejos, la corona checa ha subido el 0,8% en ese período.