La banca privada de JP Morgan mantiene su apuesta por la inteligencia artificial para 2026
La entidad advierte de que esta tecnología será clave el próximo año, junto a la inflación y al retroceso de la globalización
La inteligencia artificial va a tener un impacto ambivalente en los mercados, según el informe de perspectivas de inversión global publicado hoy por J P Morgan Private Bank. “La inteligencia artificial (IA) está reduciendo los costes de la mano de obra especializada y aumentando la productividad, pero también está sacudiendo los mercados laborales y aumentando el riesgo de burbuja en los mercados”, señala. Sin embargo, considera que las empresas cotizadas están bien valoradas y que el mayor riesgo radica en estar poco expuestos al impacto de esta tecnología.
El optimismo respecto a la IA va en aumento, y las valoraciones de las start-up privadas de esta tecnología se han disparado muy por encima de sus beneficios. La buena noticia, según el informe de JP Morgan, es que en las Bolsas el crecimiento de los ingresos y las ganancias sigue siendo el factor determinante. Y señala, por ejemplo, que el precio de las acciones de Nvidia se ha multiplicado por 13 en los últimos cinco años, pero sus beneficios se han multiplicado por 20.
“Las grandes empresas tecnológicas estadounidenses han triplicado su inversión de capital anual, pasando de 150.000 millones de dólares en 2023 a una previsión de 500.000 millones o más en 2026, y las inversiones relacionadas con la IA contribuirán más al crecimiento del PIB estadounidense que el gasto de los consumidores este año”, afirma Jacob Manoukian, director de Estrategia de Inversión para EE UU de la división de banca privada de J P Morgan.
La clave aquí, según la división de banca privada de la entidad, está en “buscar en todo el ecosistema las empresas que proporcionan la energía, la infraestructura física y digital, y las aplicaciones de la tecnología para mantenerse al día con su evolución”, según Elyse Ausenbaugh, directora de Estrategia de Inversión de JP Morgan Wealth Management. “Deben hacerlo con una mentalidad diversificada: pensar globalmente y en distintos sectores”, añade.
El retroceso de la globalización
A medida que la globalización retrocede, la fragmentación está llevando a Norteamérica, Europa, Asia y Latinoamérica a redefinir sus roles y oportunidades en un mundo moldeado por los intereses regionales, según la entidad. “Con la aparición de nuevos bloques y los cambios en la dinámica de la seguridad, el comercio y las divisas, los inversores deben navegar por un panorama en el que la resiliencia y la diversificación estratégica son más importantes que nunca”, asegura.
“La respuesta de Europa a esta nueva era es decisiva, marcada por el ambicioso estímulo fiscal alemán y el aumento del gasto europeo en defensa, lo que debería impulsar las perspectivas de crecimiento en la región”, indica Erik Wytenus, director de Estrategia de Inversión para Europa, Oriente Medio y África. “Cabe destacar que los mercados privados europeos ofrecen un amplio abanico de oportunidades que a menudo pasan desapercibidas para los inversores globales, ya que un notable 96% de las empresas europeas con ingresos de 100 millones de euros o más son privadas”, agrega.
El alza de los precios
JP Morgan destaca el fuerte aumento de la inflación desde 2022, que, junto con el incremento del déficit público, ha redefinido el panorama de las inversiones, sustituyendo la estabilidad por presiones continuas sobre los precios y una mayor incertidumbre. Así, avisa de que “el impacto gradual pero significativo de la inflación es una consideración fundamental para el rendimiento a largo plazo de las carteras”.
Las herramientas de los inversores para lidiar con este problema son varias, como la renta fija, pero también las materias primas, los activos reales y los hedge funds. “Los bonos siguen siendo esenciales para la construcción de carteras, pero los inversores deben mirar más allá de la renta fija tradicional para hacer frente a la inflación persistente y al aumento de la volatilidad de los tipos”, señala Stephen Parker, codirector de Estrategia de Inversión Global de J.P. Morgan Private Bank.
