Renault enciende las alarmas en el motor europeo con su mayor caída en Bolsa desde 2020
Las acciones se desploman un 18,5% y los analistas temen que otras automovilísticas anuncien revisiones a la baja de sus beneficios ante la presión comercial y la debilidad de la demanda
A Renault se le acumulan los problemas. En plena búsqueda de un nuevo consejero delegado tras la salida de Luca de Meo, la compañía francesa ha lanzado una advertencia de beneficios que ha sacudido al sector automovilístico europeo. El fabricante recortó su previsión de margen oper...
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A Renault se le acumulan los problemas. En plena búsqueda de un nuevo consejero delegado tras la salida de Luca de Meo, la compañía francesa ha lanzado una advertencia de beneficios que ha sacudido al sector automovilístico europeo. El fabricante recortó su previsión de margen operativo para 2025, del 7% al 6,5%, y rebajó sus expectativas de flujo de caja libre hasta una horquilla de entre 1.000 y 1.500 millones de euros. Es decir, retrasa su objetivo de superar la barrera de los 2.000 millones. A la espera de que el próximo 31 de julio presente sus resultados definitivos, las cifras preliminares apuntan a unos ingresos de 27.600 millones de euros en el primer semestre, un 2,5% más que en el mismo periodo del año anterior, y un margen operativo del 6%.
Este revés llega en un momento delicado para el conjunto del sector. La industria del automóvil europea se enfrenta a una demanda interna debilitada, crecientes tensiones comerciales y una competencia cada vez más feroz por parte de los fabricantes chinos. En este contexto, los inversores se muestran escépticos ante una posible remontada y aceleran la venta de acciones. Renault lidera los descensos en las Bolsas europeas este miércoles con una caída del 18,5%, la mayor desde marzo de 2020, en pleno estallido de la pandemia.
El desplome de Renault arrastra al resto del sector: Stellantis cede un 6,2%, Volkswagen un 3,7%, BMW un 0,7%, mientras que Porsche se ha dejado un 3% y Mercedes un 1,9%. Los analistas de Morgan Stanley advierten de que el deterioro de las condiciones comerciales, junto con los riesgos asociados a divisas y aranceles, podrían forzar a otras compañías a revisar también a la baja sus previsiones. “El segundo trimestre podría marcar el fondo del ciclo si los aranceles se normalizan, pero si no es así, el riesgo a la baja sobre márgenes y resultados persiste”, advierten.
Desde Oddo califican la advertencia de Renault como “contundente” y destacan el mal momento en el que se produce, justo después de la salida del CEO. Consideran que el comunicado anticipa unos resultados débiles y puede alimentar las dudas sobre la capacidad de la compañía para cumplir con la nueva guía. Aunque mantienen su recomendación de sobreponderar, han recortado su precio objetivo un 8,3%, hasta los 55 euros por acción. A pesar de este recorte, los analistas le siguen concediendo un potencial del 62,7%, superior al 59,5% que le otorga el consenso de Bloomberg.
Por su parte, los analistas de Citi destacan que Renault había gestionado mejor que muchos de sus competidores las tensiones comerciales en los últimos trimestres. De hecho, según la Asociación de Fabricantes de Automóviles Europeos, la firma francesa logró aumentar un 7% sus ventas en Europa durante los cinco primeros meses del año, frente a la caída del 8,4% registrada por Stellantis. Sin embargo, esta mayor resistencia no ha sido suficiente para esquivar las pérdidas: las acciones de Renault acumulan un retroceso del 28,5% en lo que va de año. “Aunque el mercado ya descuenta parte de estas preocupaciones, los inversores podrían temer que los márgenes hayan tocado techo justo cuando los del conjunto del sector se encuentran en mínimos”, apuntan desde Citi.
Los expertos del banco estadounidense mantienen su recomendación de compra y minimizan la idea de que las recientes salidas del director financiero y del director general fuesen una señal de alerta sobre los márgenes. “Reconocemos que los inversores que concluyeron esto en su momento posiblemente hayan evitado invertir en acciones ante esta sorpresa negativa”, añaden.
En el escenario actual, el consenso de analistas coincide en que el principal catalizador para el valor será el nombramiento de un nuevo CEO con un mandato claro. Por ahora, el director financiero Duncan Minto ha asumido el cargo de manera interina. En su última comparecencia reconoció que la creciente competencia y el deterioro del mercado de vehículos comerciales ya impactaron negativamente en el mes de junio. Como respuesta, la compañía ha puesto en marcha un plan de ahorro de costes centrado en las áreas administrativas, de producción e I+D.
El nuevo equipo directivo hereda, además, el reto de continuar la recuperación iniciada por De Meo, quien logró mejorar la rentabilidad y renovar la gama de productos. Entre los proyectos pendientes figura el futuro de Ampere, la filial de software y vehículos eléctricos que el exCEO intentó sacar a Bolsa sin éxito. El rumbo que tome esta unidad, así como la evolución de la alianza con Nissan y la estrategia en China, marcarán la hoja de ruta de una compañía en plena transición. A la espera del sucesor de De Meo y de los resultados del semestre, Renault sigue contando con respaldo en el mercado: el 65,2% de las firmas recomienda comprar acciones, frente al 34,8% que aconseja mantener. A diferencia de competidores como Stellantis, Volkswagen o BMW, carece de recomendaciones de venta.