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Bolsa

El Santander, automovilísticas y peso mexicano, los damnificados de la entrada en vigor de los aranceles

La entidad española registra su mayor caída en casi dos años, mientras los gigantes del motor marcan descensos de hasta el 10%

Los inversores que confiaban en que la administración estadounidense volviera a retrasar los aranceles a Canadá y México se topan con la cruda realidad. Desde primera hora de este martes las importaciones de los países vecinos están gravadas con una tasa del 25%, un varapalo a la complacencia de los mercados con las amenazas de Donald Trump y con el riesgo de una guerra comercial a gran escala. Las divisas, uno de los activos más sensibles, es el que más movimientos experimenta. El peso mexicano registra caídas cercanas al 1,5% en dos días contra la referencia del dólar y se cambia a 20,84 pesos por dólar, mínimos desde 2022, un descenso que es más abultada contra el euro, que repunta el 0,46% (el 1% el lunes) y está en máximos del año.

Los recortes del peso mexicano tienen incidencia en la Bolsa española y en especial en el BBVA, entidad que cerró 2024 con un beneficio récord gracias al impulso del negocio en México. El banco cede un 5,26%, la mayor caída desde las elecciones de noviembre. Sabadell, cuya cotización evoluciona de forma muy pareja a la BBVA desde el lanzamiento de opa, cae un 4,72%. Aunque la exposición de Santander se concentra más en Brasil, la entidad se ve arrastrada y retrocede un 6,05%, un descenso desconocido desde marzo de 2023. Los desplomes son generalizados, pero destaca el comportamiento de firmas como Fluidra (-3,94%) y Puig (-3,39%), cotizadas que tienen a EE UU como uno de los mercados clave y que se verían golpeadas en caso de que las amenazas proteccionistas se concretaran.

Si como en el caso de México y Canadá las amenazas se hacen realidad, a partir del 12 de marzo entraría en vigor una tasa del 25% sobre el acero y el aluminio, quedando en el aire el gravamen al sector automovilístico. Acerinox cede un 2,46% mientras ArcelorMittal baja cerca el 5,18%. Acerinox ve limitado el impacto porque cuenta con instalaciones en EE UU, de donde procede el 90% del beneficio.

Por encima de las caídas de las industriales se cuelan los recortes de las automovilísticas. El sector lidera los descensos en Europa con una caída del 4,6%. A los problemas que atraviesa esta industria por la competencia de los fabricantes asiáticos se suma ahora la posibilidad de que EE UU aplique aranceles del 25% a partir de abril. Las caídas han sido de gran calado tanto para los fabricantes de vehículos como para la industria proveedora, y el índice sectorial se ha desplomado el 5,39%. Continental (neumáticos) y Valeo (componentes) acompañan a Stellantis con caídas de más del 2%. Los fabricantes de camiones Daimler e Iveco bajan más del 7%. A los recortes no escapan las grandes firmas como BMW (-5,89%), Mercedes (-4,81%), Renault (-4,61%) o Porsche (-5,82%). Otros sectores golpeados son tecnología o turismo. De hecho, el peor valor del Ibex ha sido IAG, mientras TUI pierde el 6,63% y Lufthansa el 4,64%. Y en tecnología, ASML y ST Microelectronicas marcan descensos cercanos al 8%.

Después de lo sucedido con México y Canadá los inversores empiezan a concienciarse de que las amenazas de Trump van más allá de las palabras. “Las espadas están en alto respecto al resultado final de los órdagos comerciales y geopolíticos de Trump, lo que determinará los impactos de mercado a corto plazo. En cualquier caso, esos órdagos parecen dirigir al mundo a medio plazo a un nuevo orden con mayores dosis de incertidumbre”, señalan desde Macroyield.

De hecho, otros mercados de divisas, más allá de mexicano, están sufriendo el impacto de Trump. Los recortes se extienden al real brasileño, que cede cerca de un 1% y al peso colombiano (1%). En Asia, el renminbi cotizado en Hong Kong baja el 0,4% y el bath tailandés el 0,8%. Por contra, activos considerados refugios como el franco suizo o el yen japonés se anotan un 0,5% y un 0,5%.

Desde Fidelity señalan que se necesita saber exactamente cuál es el plan de EE UU hacia el Viejo Continente. “Es probable que sea diferente de los aranceles canadienses y mexicanos, porque las interrelaciones son distintas. Es una gran incógnita para que continúe el rendimiento superior de la renta variable europea”, apunta a Bloomberg Salman Ahmed, jefe global de estrategia en la gestora.

Junto a los aranceles a México y Canadá hoy ha entrado en vigor una tasa adicional del 10% a China, país en el que se han intensificado las tensiones tras la intención de Trump de imponer mayores restricciones sobre los semiconductores. Como se pudo comprobar el pasado 10 de febrero, el gigante asiático no se va a quedar de brazos cruzados y ha anunciado represalias sobre el producto agrícolas y de alimentación. La decisión tiene un calado especial porque China es el mayor mercado de productos agrarios estadounidenses. Al igual que Pekín, México y Canadá han declarado medidas de represalia, preparando el escenario para una guerra comercial en rápida escalada.

El principal temor para muchos es que la guerra comercial suba de tono y acelere la ralentización económica. Antes de que se pusieran en marcha los gravámenes, la economía estadounidense ha empezado mandar señales de agotamiento. El ISM manufacturero de febrero bajó a los 50,3 puntos y los participantes señalaron que el contexto arancelario es uno de los riesgos más señalados para los próximos meses. Aún más bajaron los indicadores de nuevos pedidos, ya en zona de contracción.

“Casi la mitad de las importaciones de EE UU son insumos para empresas estadounidenses, lo que significa que estos aranceles afectarán de manera desigual a las empresas, obligando a algunas a subir los precios, aceptar márgenes reducidos o ambos. A largo plazo, afectará las cadenas de suministro”, señala Stephen Dover, director del Franklin Templeton Institute. El experto considera que la naturaleza a largo plazo de estos aranceles sigue siendo incierta y podrían dar lugar al inicio de una guerra comercial prolongada, arriesgando un menor crecimiento de la economía combinada con una mayor inflación en EE UU. El temor a que los gravámenes vuelvan a disparar los precios es una de las razones por las que Jason DeVito, gestor sénior de carteras de deuda de mercados emergentes de Federated Hermes, cree que las tasas agresivas sobre México no permanezcan vigentes por mucho tiempo.

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