Iberdrola, con armas para hacer frente a la nueva era Trump

El mercado relativiza el impacto en renovables del republicano y destaca potencial que ofrece la mayor demanda de electricidad que se espera en EE UU 

Torre Iberdrola, sede de la compañía energética en Bilbao

Iberdrola ha comenzado el año con caída en Bolsa y bajo la vigilancia de los inversores. Su atención se ha intensificado ante la toma de posesión este lunes 20 de enero de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, cuyo mandato abre un periodo de incertidumbre para el sector de las energías renovables. Trump ha demostrado su clara preferencia por la energía fósil y su escepticismo, cuando no desprecio, por las renovables y su contribución frente al cambio climático.

El mercado está expectante, pero no ha perdido la confianza en Iberdrola. La mayor parte de las recomendaciones son de mantener (56% del total). Las de comprar alcanzan el 38% y las de vender, el 6%. El precio objetivo está en 14,14 euros, lo que deja un potencial alcista cercano al 6%.

La empresa que preside Ignacio Sánchez Galán tiene una alta presencia en EE UU. A septiembre, el ebitda recurrente del grupo creció el 11%, hasta los 11.551 millones de euros, con un alza del 25% en el ebitda del negocio en Estados Unidos. De las inversiones récord realizadas hasta septiembre –de 8.601,2 millones y concentradas en el negocio de redes y de renovables– la mayor parte se destinó a EE UU (33,4%).

El plan de inversiones 2024-2026 de Iberdrola recoge proyectos en renovables por 15.500 millones y Estados Unidos acapara el 25% del total. “Iberdrola no está en el sector ni en el momento de mercado adecuados, y tampoco es la eléctrica más barata. Pero está bien gestionada”, afirma Ignacio Cantos, director de inversiones de Atl Capital.

Por su parte, Ignacio Albizuri, director de mercados de Miraltabank, especifica que “los proyectos eólicos offshore en EE UU y el mar del Norte son una de las grandes apuestas, pero hay que decir que en las áreas que pueden ser más tradicionales, como los parques solares fotovoltaicos, sigue creciendo a ritmos muy fuertes. Otro foco diferenciador de Iberdrola es el esfuerzo para la creación de smart grids, que permiten la integración de energías renovables en el mercado y una gestión eficiente de la demanda”.

Asimismo, Albizuri, recuerda que “nos encontramos ante una electrificación de la economía y eso sí que es un factor que facilita los flujos de generación de ingresos”. “Se va a dar una situación en la que se tendrán que encontrar políticas de liberalización y de sostenibilidad en la economía”, asegura.

En este mismo contexto, Goldman Sachs opina que “el mercado no tiene en cuenta lo “ávido de energía” que se ha vuelto EE UU: con una demanda de ­electricidad que se espera que suba un 3% anual, estimamos que cada dos años estaría agregando un consumo equivalente a toda la demanda de energía de España. Las actividades de renovables terrestres son particularmente adecuadas para satisfacer este crecimiento, dada su rápida comercialización”.

También Barclays cree que “la administración Trump seguirá impulsando el crecimiento y la demanda de energía por la inteligencia artificial y los centros de datos” y que “es una oportunidad para empresas como Iberdrola”. Aunque, por otro lado, admite un posible riesgo en las renovables ante una eventual derogación de los créditos fiscales verdes, los posibles aranceles de importación de EE UU y los crecientes riesgos de rendimiento de los bonos globales, “que podrían presionar aún más los retornos”.

Desde Banco Sabadell señalan que aunque la victoria de Trump añade incertidumbre, “veríamos el riesgo acotado especialmente en solar”. Y agregan: “Creemos que a los actuales múltiplos del sector se estaría descontando un escenario de despliegue renovable muy catastrófico”. Tienen en sobreponderar a Iberdrola, de la que destacan “su mayor diversificación, predictibilidad y solidez financiera”.

Por su parte, Ángel Pérez, de Renta 4, considera que “el modelo de negocio de la empresa española muestra una gran resiliencia respecto al entorno macro”, y es optimista en “la consecución de objetivos en el largo plazo. Su solidez financiera y el apoyo del mercado (emisiones y M&A) permiten combinar un fuerte nivel de crecimiento y una atractiva y creciente política de dividendos”.

Iberdrola cerró el pasado mes la fusión con su filial estadounidense Avangrid tras adquirir el 18,4% de las acciones que no controlaba. “La operación permite invertir en el país de manera más eficiente. Los proyectos facilitarán la creación de una red eléctrica más robusta, resiliente y confiable, y ayudarán a satisfacer la creciente demanda de las empresas de servicios públicos y centros de datos”, explicó.

Últimos días para cobrar el dividendo en efectivo

Calendario. El dividendo a cuenta de 2024 de Iberdrola ascenderá a 0,231 euros brutos por acción. La compañía ha ofrecido de nuevo un programa de retribución flexible con tres posibles opciones: cobrar en efectivo el importe correspondiente (los 0,231 euros brutos), vender sus derechos de asignación en el mercado o bien obtener nuevas acciones liberadas del grupo de forma gratuita. Para percibir el pago en efectivo, se deberá comunicarlo a la entidad bancaria que corresponda entre el 10 y el 23 de enero, y se ejecutará como tal el 31 del mismo mes. Iberdrola ha realizado un aumento de capital con un valor de mercado de referencia máximo de 1.495 millones de euros. Está previsto un dividendo complementario para el próximo mes de julio, una vez que haya sido aprobado por la junta general de accionistas. La compañía ofrece un cupón del 3,9% con la cotización actual.


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