CaixaBank, Santander y Telefónica venden deuda por 4.593 millones antes de resultados

Las grandes firmas del Ibex aceleran sus programas de financiación aprovechando la elevada liquidez y la moderación de los diferenciales después del dato de inflación en EE UU

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.SERGIO PEREZ (EFE)

Siguiendo la estela de los Gobiernos, los emisores privados tratan de exprimir el apetito de los inversores y aceleran la venta de deuda. La elevada liquidez que sigue habiendo en el mercado sirve de soporte a los activos de riesgo y ayuda a absorber la oferta de papel de este arranque de año. La banca y nombres habituales como Telefónica han captado hoy más de 4.593 millones. Fuentes del mercado confirman que antes de que las empresas entren en el black-out que acompaña a la presentación de resultados (periodo en el que no pueden emitir) los emisores están tratando de aprovechar las buenas condiciones del mercado para hacer los deberes y acelerar sus planes de financiación. De momento el mercado ha logrado sobreponerse a las dudas en torno a las expectativas de tipos, pero los gestores consideran que la volatilidad va a ser la seña de identidad de 2025, un ejercicio en el que los inversores van a apretar las tuercas a los Gobiernos para que tomen medidas que ayuden a enderezar las finanzas públicas. Un bono de EE UU en el 5% es visto como la gran amenaza, pues siempre que la referencia a 10 años ha superado esta barrera, la primera economía del mundo ha entrado en recesión.

Una semana después de que Santander abriera fuego con operaciones en dólares y francos suizos en las que captó un total de 2.274 millones en apenas dos días, hoy ha escogido la libra como divisa. La entidad captó 500 millones de libras (unos 593,35 millones de euros) en deuda sénior no preferente a seis años con opción de amortización en enero de 2030. La frenética actividad del mercado no está siendo un obstáculo, pues los gestores aprovechan las operaciones para poner a trabajar la liquidez: la demanda registrada por la entidad superó los 1.300 millones de libras (unos 1.542,5 millones de euros) y más que duplicaron la oferta. Este interés fue aprovechando para reducir el precio. La operación partía con un diferencial sobre el tipo libre de riesgo de 140 puntos básicos y se ha estrechado hasta los 125, lo que equivale a una rentabilidad del 5,66%. Santander, Bank of Montreal, Lloyd’s Bank y NatWest Markets fueron las entidades colocadoras. Fuentes conocedoras de la operación señalan que con esta emisión, además de profundizar en la diversificación de la base inversora, la entidad ha tratado de exprimir al máximo el buen sabor de boca que dejaron los datos de inflación de Reino Unido.

En paralelo, la filial británica vendió 2.000 millones en bonos garantizados en euros, a tres y siete años. El grueso del importe, 1.250 millones, correspondió a la referencia con vencimiento en 2028. Con una demanda que superó los 4.250 millones, el diferencial pasó de los 40 puntos básicos a los 32, lo que equivale a una rentabilidad del 2,71%. En la referencia a siete años se colocaron 750 millones al 2,968%. La demanda para este tramo alcanzó los 2.700 millones. En apenas dos semanas Santander y sus filiales han colocado deuda por valor de 4.867 millones de euros. Además, la entidad ha logrado financiación por valor de 5.000 millones, el 12,5% del total de los 40.000 millones previstos para el ejercicio.

CaixaBank, que el 30 de enero presentará las cuentas de cierre de 2024, probó suerte con una operación de bonos contingentes convertibles (cocos en la jerga). Los 1.000 millones captados se emplearán para mantener colchón de capital para absorber pérdidas y hacer frente a la recompra de la emisión de 2018 y que tiene una opción de amortización anticipada en marzo del próximo año. Los cocos, el tipo de deuda de más riesgo, son instrumentos híbridos que tienen elementos de deuda –pagan un interés al comprador– y de capital –pueden absorber pérdidas–. Su principal característica es que pueden convertirse en acciones si la ratio de capital de máxima calidad CET1 desciende por debajo del 5,125%. Aunque esta deuda es perpetua, CaixaBank incluye la opción de amortización anticipada en enero de 2033. La buena acogida que ha tenido la operación (la demanda superó los 3.900 millones de euros) ha permitido reducir el cupón desde el 6,625% inicial al 6,25% del cierre y el diferencial de 393,5 puntos básicos es el más bajo para un banco del Sur de Europa desde la operación efectuada por la entidad en septiembre de 2021. A pesar de este recorte, CaixaBank tendrá que pagar más que el 5,25% que abonaba por los instrumentos emitidos en 2018, un periodo en el que los tipos de interés estaban anclados en el cero y el BCE seguía adelante con los programas de compra de deuda. Barclays, BNP Paribas, CaixaBank, Citi y Société Générale son las entidades colocadoras. La última emisión de cocos que efectuó la entidad pilotada por Gonzalo Gortázar fue en enero de hace un año, cuando captó 750 millones al 7,5%. La rebaja de los tipos de interés que ha acometido el BCE y la confianza de los inversores en este tipo de deuda se refleja en el precio. El cupón de los nuevos bonos se sitúa 125 puntos básicos por debajo.

En el lado de las emisiones corporativas sobresale Telefónica. La compañía que preside José María Álvarez-Pallete ha colocado 1.000 millones en deuda a nueve años. Las buenas condiciones del mercado y la confianza de los inversores le han ayudado a reducir el precio y situar en la parte alta de la horquilla el importe a captar. Con una demanda de más de 2.800 millones, el diferencial se ha situado en los 123 puntos básicos sobre mid swap (tipo de interés libre de riesgo), dos puntos menos que en la apertura de libros y hasta 40 puntos básicos por debajo de la referencia para este tipo de operaciones.

“A la actividad propia de comienzos de año en el que los gestores comienzan a construir sus carteras para lograr sus objetivos de rentabilidad para el año se suma el momento dulce para los emisores. Las operaciones del arranque de 2025 muestran que los diferenciales se han estrechado. Los emisores corporativos que han salido lo han hecho por debajo del valor justo”, señala Fernando García, director de mercado de capitales de Société Générale.

Fuera del Ibex 35, Caja Rural Navarra se suma a la carrera en el mercado de capitales con una emisión de bonos garantizados con la etiqueta sostenible y vencimiento en 2033. Desde primera hora la entidad aseguró que la demanda se emplearía para rebajar el precio. Es decir, en ningún momento elevarían el importe a captar, aunque el interés de los inversores diera margen para ello. Las órdenes de compra alcanzaron los 3.500 millones y esto se dejó sentir con fuerza en los diferenciales. El spread se situó en los 58 puntos básicos, por debajo de los 68 de la apertura.






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