Daniel Tobon (Citi): “El euro será una divisa vulnerable con una presidencia de Trump”

Las elecciones de EE UU traerán más volatilidad y un dólar más fuerte, según señala el responsable de divisas de Citi, que no cree esté en duda el estatus de refugio del billete verde

Daniel Tobon, jefe de divisas de Citi.Jaime Villanueva

El mercado ha salvado la primera bola de partido de la temporada. La rebaja de tipos de la Fed, no a causa de una recesión, traerá unas semanas de estabilidad a las divisas, que volverán a cotizar con altas dosis de volatilidad en la cuenta atrás a las presidenciales de EE UU, según anticipa Daniel Tobon, responsable de divisas de Citi. En su reciente paso por Madrid, Tobon no cuestiona el estatus del dólar como divisa refugio pese al elevado déficit de EE UU y cree mitigado el riesgo del carry trade, que precipitó el lunes negro del 5 de agosto.

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El mercado ha salvado la primera bola de partido de la temporada. La rebaja de tipos de la Fed, no a causa de una recesión, traerá unas semanas de estabilidad a las divisas, que volverán a cotizar con altas dosis de volatilidad en la cuenta atrás a las presidenciales de EE UU, según anticipa Daniel Tobon, responsable de divisas de Citi. En su reciente paso por Madrid, Tobon no cuestiona el estatus del dólar como divisa refugio pese al elevado déficit de EE UU y cree mitigado el riesgo del carry trade, que precipitó el lunes negro del 5 de agosto.

Pregunta. ¿Qué evolución prevé ahora para el dólar, ¿se va a depreciar más con las bajadas de tipos o hay factores que animan a su apreciación?

Respuesta. Nuestra previsión para el dólar está muy en línea con las rentabilidades de los bonos soberanos de EE UU. Y en la medida en que no esperamos nuevas caídas de rentabilidad, el dólar podría estabilizarse. En el más corto plazo, en los dos próximos meses esperamos que el dólar se mueva en rango. Una vez pasada la reunión de septiembre de la Fed, el mercado va a empezar a posicionarse de cara al próximo gran evento, las elecciones presidenciales de noviembre en EE UU. Y podríamos ver una apreciación del dólar de aquí a noviembre, no necesariamente hasta los máximos del año pasado. De momento, el mercado no está poniendo una prima de riesgo por la guerra arancelaria si Trump gana. En las próximas semanas vamos a ver en qué medida el mercado está confiado o no en una victoria de Harris.

P. ¿Y qué pasará si gana Trump?

R. En ese caso esperamos un dólar más fuerte. Primero por el riesgo arancelario y su efecto inflacionista. Y segundo, porque las rentabilidades de los bonos podrían subir en anticipo de una política fiscal expansionista. El mayor impulso para el dólar vendría de los aranceles, en especial de la debilidad que ocasionarían en las divisas de los países más afectados por esas tarifas. Dentro de las principales divisas mundiales, el euro es una divisa vulnerable con una presidencia de Trump. El yuan está muy intervenido y sería más difícil que se moviera, en comparación con lo que haría el euro.

P. ¿Es la guerra comercial el principal riesgo para la zona euro y su divisa?

R. La zona euro está en un momento de debilidad de crecimiento estructural. El mercado está siendo quizá demasiado complaciente con ello y no se trata de una cuestión de corto plazo. Alemania ya no es la locomotora de la zona euro y eso influye en el conjunto de la región. La cuestión es qué va a hacer el BCE, que hasta ahora ha actuado bien al controlar la inflación. Hay riesgos para el crecimiento en la zona euro y los mercados apuntan a que el BCE irá recortando rápido los tipos. Eso podría ser una buena noticia para el euro.

P. Pero Citi tiene una visión bajista para el euro, a 1,08 dólares.

R. Sí, pero diría que no tiene tanto que ver con la zona euro en sí sino con EE UU y las elecciones presidenciales. Es una visión para los próximos dos meses y no tiene por qué extenderse pasadas las elecciones. Esperamos mucha volatilidad hasta la celebración de las elecciones. Después el foco volverá a los bancos centrales.

P. ¿Cómo ve el yen? ¿Hay riesgo de un episodio de volatilidad por el carry trade como el del 5 de agosto?

R. El carry trade en yenes se popularizó mucho entre los hedge fund, pero hay clientes que se están moviendo para financiarse en otras divisas. El movimiento del 5 de agosto tuvo mucho que ver con el alza de tipos del Banco de Japón, pero el gran catalizador fue el gran descenso de las rentabilidades de los bonos de EE UU. Si viéramos otro movimiento como aquel sería por otro rápido descenso en esas rentabilidades, que estarían causadas por un riesgo de recesión en EE UU. Es un riesgo que sigue ahí y podría resurgir en los próximos meses, el mercado laboral estadounidense sigue siendo vulnerable, aunque la recesión no es nuestro escenario base. En cuanto al yen, las 140 unidades son probablemente un máximo por el momento. Para el medio plazo sí vemos al yen en 135 unidades por dólar.

P. ¿Cree que ha quedado neutralizado el riesgo por el carry trade tras lo sucedido en verano?

R. Hay mucho menos riesgo que en verano. El carry trade en yenes es el más popular. Y hay que considerar también la cantidad de activos estadounidenses que están en manos de entidades japonesas como aseguradoras o planes de pensiones. La gran cuestión para los próximos años es si vamos a ver un cambio en Japón en la asignación de las carteras, con un sesgo más doméstico. Si vemos ese cambio hacia el mercado doméstico, puede tener implicaciones serias en el yen. Pero son decisiones que se toman de forma muy gradual y en revisiones cada varios años. También ha sido muy popular el carry trade con yuanes, aunque muchas posiciones se han deshecho a causa de las pérdidas. En términos generales, las estrategias de carry trade han disminuido mucho. Pero con la Fed recortando tipos y si la economía va bien, podemos ver el regreso de esta operativa.

P. ¿Qué perspectiva a medio y largo plazo tiene para el dólar? ¿El elevado déficit de EE UU puede poner en riesgo su estatus como divisa refugio?

R. La condición de divisa refugio del dólar se mantiene en el mercado global. El ruido sobre el déficit fiscal de EE UU no le ha penalizado. El año pasado en septiembre u octubre fue la primera vez que sucedió, cuando el mercado se fijó en ello. La cuestión es en qué medida puede incurrir en déficit fiscal sin poner en cuestión el estatus del dólar. Y lo cierto es que nadie más quiere asumir ese papel de divisa refugio ni está tampoco en condiciones para hacerlo. China desde luego que no. El dólar va a ser la divisa refugio para el futuro por defecto. Sí estamos viendo más diversificación en las reservas de los bancos centrales, con más compras de oro y asignación a otras divisas de forma muy marginal. Pero no pensamos que el estatus del dólar vaya a ser una cuestión, al menos para los próximos dos años.

P. ¿No podría acelerarse ese debate si Trump ocupa la presidencia y el déficit crece?

R. Desde luego que hay implicaciones electorales en esto. Pero no hay que olvidar que es el Congreso el que aprueba el presupuesto y no el presidente. Y parece que el control de las Cámaras quedaría dividido entre republicanos y demócratas. El gran riesgo para el déficit es con Trump, aunque el mercado no lo esté considerando. Los republicanos tendrían el control del Senado, pero tendrían que conseguir también el Congreso. Y la Fed está bajando los tipos de interés, abaratando el coste de financiación, lo que deja un poco de margen para la deuda. El elevado déficit de EE UU es algo de lo que vamos a estar hablando durante años. Pero teniendo en cuenta que los bancos centrales no tienen otra alternativa al dólar como divisa refugio, es un riesgo lejano. Por el momento, el estatus del dólar está asegurado.


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