El enfriamiento laboral marcará la evolución de los tipos y de la economía de EE UU
Los inversores aguardan con ansiedad el dato de empleo de agosto, que se publica este viernes, para calibrar los movimientos de la Reserva Federal
Las miradas de los inversores de todo el mundo estarán puestas este viernes en los datos de empleo de Estados Unidos del mes de agosto. La Oficina de Estadísticas Laborales publicará a las 9.00 de la mañana de Washington (las 15.00 horas en la España peninsular) un informe que servirá para medir si la economía de Estados Unidos se está adentrando o no en una recesión y, en consecuencia, determinará la cuantía de la rebaja de tipos de interés que la Reserva Federal acometerá el próximo 18 de septiembre.
La expectación sobre el dato es enorme después de que hace un mes el informe de julio mostrase un debilitamiento mayor que el esperado del mercado laboral, provocando un terremoto en los mercados. El nerviosismo de los inversores se ha podido comprobar ya esta semana, cuando la cifra de vacantes de empleo se redujo a 7,7 millones, el mínimo desde enero de 2021, según los datos publicados el miércoles, que defraudaron las expectativas. Este jueves, sin embargo, la cifra de peticiones de subsidio de desempleo ha cumplido con las previsiones y se mantiene en cifras históricamente bajas.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se mostró confiado en el seminario de Jackson Hole de finales de agosto en las posibilidades de lograr un aterrizaje suave de la economía, esto es, llevar la inflación hacia el objetivo del 2% sin el fuerte aumento del paro asociado a una recesión. Subrayó el “amplio margen” para bajar tipos de que dispone ahora que “ha llegado el momento”. Los críticos creen que el momento llegó ya en julio y que el banco central va algo por detrás de la curva, pero muchos economistas confían en que la economía estadounidense pueda volver a esquivar una recesión que se lleva pronosticando desde hace más de dos años.
El paro ha subido hasta ahora por el aumento de la población activa y no por la destrucción de empleo. Además, la mayoría de quienes pierden su trabajo logran encontrar luego otro puesto, lo que explica que haya pocas solicitudes iniciales de subsidio por desempleo. “Un riesgo clave para nuestras previsiones de aterrizaje suave en el mercado laboral es que las tasas de recolocación disminuyan, provocando un rápido aumento de las solicitudes iniciales y del número de desempleados permanentes, lo que pondría en marcha un círculo vicioso de pérdida de ingresos, reducción del gasto de los consumidores y nuevas pérdidas de empleo a medida que las empresas se contraen”, apuntan los analistas de Oxford Economics.
Los indicadores de actividad industrial y de servicios también arrojan lecturas algo contradictorias y el Libro Beige de la Reserva Federal mostró el miércoles señales de debilitamiento de la actividad en buena parte del país, pero al tiempo indicaba que los despidos eran raros por el momento. En ese punto de inflexión, el dato de empleo de agosto (y la revisión de las cifras de junio y julio, que se publican a la vez) debería terciar en el debate.
Los economistas esperan que la encuesta a los hogares muestre una bajada de la tasa de paro al 4,2% en agosto, desde el 4,3% de julio. Al tiempo, prevén que la encuesta a empresas refleje una creación de 164.000 empleos el mes pasado, acelerándose desde los 114.000 que asustaron al mercado hace cinco semanas y que estaban algo afectados por despidos temporales, el huracán Beryl y las olas de calor. Un aumento del paro contra pronóstico haría saltar todas las alarmas de que la economía se adentra en una recesión.
Las cotizaciones de los futuros sobre los fondos federales asignan una probabilidad implícita del 63% a que la rebaja de tipos de interés del 18 de septiembre sea de 0,25 puntos y del 37% a que haya un recorte mayor, de 0,5 puntos, desde el rango actual del 5,25%-5,5%, que es el precio del dinero más alto desde enero de 2001. Al tiempo, los futuros apuntan a nuevos recortes en noviembre y diciembre, que junto con el inicial, sumarían una rebaja de un punto o más, con lo que apuestan a que en algún momento habrá un recorte de medio punto.
En la reunión del 18 de septiembre, los miembros de la Fed no solo decidirán la cuantía de la primera rebaja de tipos en cuatro años y medio, sino que también darán sus previsiones —no vinculantes y con frecuencia poco esclarecedoras— de dónde esperan que se sitúe el tipo de los fondos federales a fin de año.
El dato de empleo de julio activó la llamada regla de Sahm. Dicha regla, elaborada por la economista Claudia Sahm en 2019, señala el comienzo de una recesión cuando la media de la tasa de paro de los últimos tres meses supera en más de medio punto al mínimo de las medias de tres meses de los anteriores 12 meses. En julio, esa diferencia se situó en 0,53 puntos, según la Reserva Federal de San Luis. Aunque esa fórmula ha funcionado en todas las recesiones desde 1970, hasta ahora no ha servido para pronosticar ninguna recesión (la derivada del confinamiento en la pandemia era evidente), sino para extraer un denominador común de anteriores crisis y la propia autora de la regla se muestra escéptica con que Estados Unidos esté en una recesión. La subida de la tasa de paro no se ha debido a destrucción de empleo, sino a un aumento de la población activa, en parte por la inmigración, lo que obliga a coger con pinzas el indicador.
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