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Puig, la promesa bursátil con dimensión global aún por florecer

El respaldo de los analistas es rotundo pero el valor aún sigue cerca de su precio de salida 

El presidente ejecutivo de Puig, Marc Puig, hace el toque de campana en la Bolsa de Barcelona.
El presidente ejecutivo de Puig, Marc Puig, hace el toque de campana en la Bolsa de Barcelona.Albert Garcia

La incorporación de Puig Brands a la Bolsa el pasado mayo tuvo un gran respaldo en sus inicios; primero, con la colocación, que fue rápida y la demanda cubrió varias veces la oferta, y después, con la cobertura de los analistas, ya que el 78% de las recomendaciones son de compra y no tiene ninguna de venta. El valor forma además parte del Ibex desde el 22 de julio. Sin embargo, la opinión de los profesionales no se ha trasladado a los inversores. La acción sigue una trayectoria de altibajos, ha alcanzado mínimos a finales de julio, y el resultado es que cotiza ligeramente por encima del precio de salida, que fue de 24,5 euros. El consenso de mercado fija una valoración de 29,43 euros, que deja un potencial de subida del 18%.

Cotización de Puig desde su salida a Bolsa

Precisamente es en la valoración donde existe mayor discrepancia entre los expertos, en un momento en que el sector del lujo, en el que se englobaría Puig, afronta presión en Bolsa por la desaceleración china. Hay que tener en cuenta también que el grupo de perfumería, cosmética y moda ha sacado a Bolsa títulos de clase B, que tienen limitados los derechos de voto.

Bank of America (BofA), por ejemplo, asegura que con “un PER de 24 veces cotiza con un descuento injustificado del 20% frente a sus competidores, considerando el mayor perfil de crecimiento”. El banco ha iniciado la cobertura con un precio objetivo de 30 euros, y destaca que Puig pertenece a “una categoría atractiva donde es el cuarto mayor jugador en el área de fragancias de prestigio de rápido crecimiento”, que “el 90% de las ventas provienen de marcas propias”, y recuerda “el potencial de las oportunidades futuras de fusiones y adquisiciones que se prevén abundantes dada la fragmentación en la industria de belleza”.

En Goldman Sachs argumentan que “el grupo ha sido muy activo en los últimos años, diversificándose en el cuidado de la piel con Uriage, en el maquillaje con Charlotte Tilbury y, más recientemente con Byredo y Barbara Sturm”. Igualmente, Puig es propietario de firmas como Carolina Herrera, Nina Ricci o Adolfo Domínguez, entre otras.

Con una visión de desarrollo del negocio, BofA estima un crecimiento medio anual orgánico de las ventas del 11% para los próximos tres años por el momentum de las fragancias a nivel mundial conducido por la generación Z en Occidente, Europa y EE UU, y el alto potencial en China”.

El envejecimiento de la población será otro acicate para Puig, según Goldman Sachs. “Los mayores de 65 años crecerán a una tasa del 3% entre 2022 y 2040, frente al grupo de entre 15 a 64 años, que será del 0,7%. Las principales compañías están buscando aprovechar esta oportunidad cambiando su énfasis de marketing desde el antienvejecimiento hasta verse y sentirse bien a cualquier edad”. Además, los analistas observan que el incremento de la sensibilidad de la piel en esta etapa dorada “será un viento de cola en el cuidado dermatológico de gran avance”.

La opinión de JP Morgan es que “Puig ofrece una atractiva historia de crecimiento estructural dentro de los productos básicos europeos. Se trata de una apuesta por el auge actual de las fragancias a escala mundial, junto con la diversificación y la ampliación hacia el maquillaje de prestigio y el cuidado de la piel. Su cartera está expuesta a un crecimiento subyacente del mercado del 8%, frente a la media mundial de la belleza del 5%”.

Morningstar, sin embargo, calcula un valor razonable de 23 euros para la acción. “Aunque mantenemos una opinión favorable sobre las perspectivas de crecimiento, Puig se enfrenta a varios retos. La externalización de la fabricación de la cosmética prémium puede obstaculizar su capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios de la moda y personalizar los productos y envases para ayudar a destacar en un mercado saturado. Además, aunque Charlotte Tilbury ha creado una presencia digital exitosa en el Reino Unido aprovechando las conexiones de la fundadora con famosos para impulsar la adopción de la marca, puede llevarle tiempo desenvolverse en nuevos mercados de gran tamaño como Estados Unidos, donde las personas influyentes en los medios digitales y los compradores de productos de belleza se comportan de forma diferente”, explica la firma.

El mercado tendrá la oportunidad de chequear de nuevo a la compañía el próximo 6 de septiembre, cuando presente los resultados de su primer semestre fiscal. En 2023 ganó un 16% más.

Con una visión de reparto de dividendo para 2025

La capitalización de Puig se mantiene sobre los 14.000 millones con los que saltó al Ibex. Esta cifra sitúa a la firma muy cerca de Repsol y por delante de ACS, Acciona y los bancos Sabadell, Bankinter y Unicaja, entre otros. Su debut fue el mayor en la Bolsa española desde Aena, en 2015. Tra un repunte en el primer mes que llegó a ser del 12%, el valor marcó mínimos el 12 de agosto y logra remontar el 95% desde entonces.

La compañía reconoce en el folleto de emisión de la oferta no tener establecida “ninguna política de dividendos”. Sin embargo, su intención es distribuirlos en el futuro cercano de manera “prudente”, aproximadamente el 40% de los beneficios, en línea con su historial de remuneración. Así, espera realizar el primer reparto en 2025 con cargo a los resultados de 2024.

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