La caída de Burberry o cómo la debilidad de China y unos flojos resultados arrastran a las firmas de lujo
Desde los máximos del año el sector cae más de un 11% y entra en corrección. LVMH retrocede casi un 6% tras publicar sus cuentas
El sector del lujo atraviesa horas bajas. La debilidad de la economía china y un inicio de la campaña de resultados en el que los incumplimientos y las revisiones a la baja de las expectativas están a la orden del día han agudizado las caídas en Bolsa. A lo largo de 2024, el sector ha pasado de pelear por revalidar los máximos registrados en 2022 a luchar por retornar a las ganancias. Desde los máximos anuales logrados en marzo el sector en Europa cae un 11,32%. Es ...
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El sector del lujo atraviesa horas bajas. La debilidad de la economía china y un inicio de la campaña de resultados en el que los incumplimientos y las revisiones a la baja de las expectativas están a la orden del día han agudizado las caídas en Bolsa. A lo largo de 2024, el sector ha pasado de pelear por revalidar los máximos registrados en 2022 a luchar por retornar a las ganancias. Desde los máximos anuales logrados en marzo el sector en Europa cae un 11,32%. Es decir, está en corrección. Este pobre desempeño tiene una especial incidencia en índices como el Cac francés, en donde las firmas LVMH y Hermès engrosan el ranking de cotizadas con más peso.
A los dos profit warning anunciados por Kering a lo largo del año, se sumó la semana pasada el lanzado por la británica Burberry, que con una caída del 42,2% y sus acciones en mínimos de 14 años es el representante del lujo con peor comportamiento. Su presidente Gerry Murphy calificó las cuentas de decepcionantes. En un contexto en el que el mercado empieza a enviar las primeras señales de desaceleración, la compañía confirmó que sus ingresos cayeron un 22%. El descenso fue generalizado en todos los mercados, pero tuvo una especial incidencia en la región de Asia-Pacífico donde las ventas bajaron un 23%. Este mercado corresponde en su mayoría a China. Desde Edmond de Rothschild AM destacan que el gigante asiático se ha considerado durante mucho tiempo un importante motor de los bienes de consumo para contrarrestar la debilidad en Occidente. Sin embargo, en la actualidad la demanda está lejos de recuperar la vigorosidad previa al estallido de la pandemia y todo apunta a que tardará más tiempo de lo esperado.
Para paliar esta debilidad y en vistas de que la compañía cerrará el primer semestre con pérdidas, la dirección ha decidido suspender el pago de dividendos y nombrar un nuevo consejero delegado. Aunque las firmas de análisis aplauden los esfuerzos puestos en marcha para enderezar el rumbo y mantener un balance fuerte, desde la presentación de las cuentas los brókeres han acelerado la revisión a la baja de las valoraciones. En total siete firmas han rebajado el precio objetivo. Citi es una de ellas. El departamento de análisis de la entidad estadounidense mantiene la recomendación en neutral y baja de 9,6 libras a 7,6 libras el precio objetivo. “Las presiones sin precedentes sobre los ingresos, la primera pérdida de explotación prevista en el semestre y el rápido ritmo de cambios en la alta dirección han debilitado a la empresa y aumentado el nivel de incertidumbre”, destaca. Los expertos añaden que el éxito de la reestructuración de las marcas de lujo se ha vuelto más complejo en un mercado altamente competitivo, en el que la escala, el talento de los mejores diseñadores, la capacidad de ejecución minorista y la potencia de marketing son cada vez más factores clave del éxito.
Junto a Burberry, la alemana Hugo Boss y la suiza Swatch engrosan la lista que han revisado a la baja sus perspectivas de beneficios por la debilidad del gigante asiático. Tampoco se libra de los recortes LVMH, que cede cerca del 6% este miércoles tras dar a conocer una ralentización de sus ventas en todo el mundo, pero en especial en China. Unos números que se han situado por debajo de lo esperado por los analistas, y que han llevado a firmas como Berstein a apuntar que “LVMH ha desacelerado su actividad en medio de una moderación en la demanda de lujo”. La flaqueza de China muestra una grieta en el lujo. Desde Deutsche Bank señalan que mientras LVMH implementa medidas para reducir los costes, los inversores necesitan evidencias de una recuperación de los ingresos antes de volverse más optimistas. Por su parte, desde Citi comentan que “es probable que sean necesarios nuevos esfuerzos políticos en China para consolidar la recuperación y la confianza de los consumidores”. La dependencia que el sector del lujo tiene del gigante asiático es indudable. El año pasado, el 16% del gasto mundial en lujo correspondió a China.
En el segundo trimestre la segunda economía del mundo creció un 4,7%, inferior al 5,3% registrado en el arranque de año. La confianza de los consumidores que se vio fuertemente golpeada con la pandemia no ha terminado de salir del pozo. A esto se suma las dudas que sigue despertando el sector inmobiliario. En un intento por reflotar la economía, el Banco Popular de China acordó este lunes una rebaja de los tipos de 10 puntos básicos, hasta el 3,35%. La medida, que pilló por sorpresa a los analistas, es el primer movimiento en 11 meses.
Los analistas destacan el aumento de las devoluciones que en fechas claves como el día del soltero en China alcanzó el 75% de las ventas, una tendencia que se ha seguido prolongando en el arranque de año. La clase media, la gran demandante de estos artículos, es también la más expuesta a la ralentización. En momentos de debilidad no dudan en cambiar sus preferencias hacia artículos más asequibles y esto se deja sentir en los ingresos de firmas como LVMH. La firma del lujo, que abril de 2023 se convirtió en la cotizada más valiosa de Europa al superar el medio billón de capitalización, ha sido destronada por el fabricante de Ozempic, Novo Nordisk. El auge de los medicamentos contra la obesidad ha impulsado la capitalización de la danesa por encima de los 550.303 millones, a gran distancia de los 350.699 millones de LVMH y superior también a los 346.599 millones de ASML, que la semana pasada encajó su mayor caída desde 2002.
Las perspectivas a corto plazo no resultan muy alentadoras. A la debilidad de China se añaden los datos de tarjeta de crédito y débito de EE UU que según datos de Bank of America en mayo experimentaron un retroceso del 10% en tasas interanual. “La demanda de lujo post-covid de los consumidores estadounidenses es ahora del 3,5% y está por debajo de la tasa de crecimiento del 6% que registraba antes de la pandemia”, señalan los analistas. Estos datos son especialmente importantes porque como señalan desde la entidad el consumidor estadounidense es el que más ha avanzado en la normalización de la demanda después del gran confinamiento y también ha sido un indicador principal del comportamiento del consumidor europeo.
Como colofón a unas perspectivas de beneficios más débiles y un menor gasto por parte de los consumidores los analistas de UBS destacan el impacto de los Juego Olímpicos. Desde la entidad suiza consideran que con la cita deportiva del año las zonas donde se concentran las tiendas del lujo quedarán aisladas porque la movilidad se verá reducido ante la enorme afluencia de visitantes. Además, muchos de los turistas que elijan París para disfrutar de las competiciones no se consideran clientes potenciales del gran lujo. El gasto se desviará hacia servicios como el transporte y los alojamientos.
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