Deutsche Bank apuesta por las pequeñas y medianas cotizadas europeas

El banco alemán eleva su previsión de crecimiento para España al 2%, aunque advierte que probablemente la revise al alza

Ejecutivos pasan por delante de la sede de Deutsche Bank en Londres, en una imagen de archivo.SIMON DAWSON (REUTERS)

En tiempos de gigantes cotizadas que acaparan (e impulsan) índices con sus valoraciones disparadas, los analistas comienzan a girarse hacia otros valores: el último en sumarse esta tendencia ha sido Deutsche Bank, que en sus perspectivas para la segunda mitad del año reitera un mantra que, aunque muy repetido, no parecía acabar de hacerse realidad: hay oportunidades en las medianas y pequeñas empresas, especialmente europeas. La entidad cree que la eurozona crecerá un 0,7% este año, liderada por España: eleva su previsión de crecimiento al 2%, aunque advierte que probablemente la revise al alza.

Alejandro Vidal, gestor jefe para el banco alemán en España, ha insistido este martes en la presentación de su visión para el resto del año en que el abismo de valoraciones que separa a las cotizadas europeas de las estadounidenses es una buena oportunidad de inversión. “Es momento de entrar para beneficiarse de sus atractivas valoraciones y la nueva aceleración de la economía doméstica”, ha subrayado. Para ello, desde el banco alemán se decantan por entrar a través de índices.

Hay vida fuera de Nvidia y las grandes tecnológicas: “No queremos decir que lo vayan a hacer mal”, ha señalado Vidal, “pero en un entorno de condiciones financieras benignas, a corto plazo pensamos que van a florecer otras oportunidades”. Aunque ha afirmado que siguen confiando en las conocidas como Siete magníficas —Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta, Nvidia y Tesla— el gestor de la entidad alemana ha insistido en las grandes divergencias que hay entre ellas en lo que a resultados se refiere: mientras que unas ya son capaces de generar rentabilidades (Nvidia, por ejemplo) que están a la altura de sus valoraciones, otras surfean a lomos de su potencial, más que de su retorno.

Deutsche Bank se suma así a una tendencia reiterada en el goteo de presentaciones de perspectivas semestrales que se están dando estas semanas: que la Bolsa europea puede volver a ser una oportunidad. “En los últimos años, tener Bolsa europea podía ser visto como una rémora. Hemos avanzado mucho: Europa ya no va a ser un peaje para las carteras”, ha concluido. De acuerdo con la encuesta de gestores de Bank of America, el 30% sobrepondera acciones europeas, el nivel más alto en dos años. Todo ello con un pequeño matiz: ahora mismo, con la incógnita de las elecciones francesas (uno de los principales focos de volatilidad del mercado) el banco alemán sobrepondera ligeramente la Bolsa estadounidense. Además de por Europa, (y de, por supuesto, por Estados Unidos) en el banco alemán apuestan las Bolsas asiáticas, y muy especialmente por la china y japonesa, dos economías al alza.

Por el lado de la renta fija, que está experimentando una demanda inusitada tras dos años en los que se esperaba más de ella, desde Deutsche Bank apuntan que las rentabilidades vendrán mayoritariamente “de los atractivos cupones”. En grado de inversión (la deuda empresarial calificada como de menor riesgo), los retornos altos que presentan las empresas con balances saneados están impulsando la demanda. Por el lado del high yield (la deuda de empresas con más riesgo), los analistas de Deutsche Bank insisten en los pequeños diferenciales de rentabilidad que hay con la deuda pública, mucho más segura. Eso sí, como ha subrayado Vidal, la rentabilidad va a proceder más del pago de los cupones que de las cotizaciones de esta renta en el mercado.

El optimismo inversor mostrado en las perspectivas no se puede entender sin la visión macro y, en concreto, sin la relajación monetaria. Rosa Duce, jefa de inversión en Deutsche Bank España, ha avanzado que, al igual que DWS (la gestora de activos del grupo), desde el banco esperan tres bajadas de tipos de aquí a un año, tanto en EE UU como en Europa, pero creen que el precio del dinero seguirá alto durante más tiempo. Esto tendría que dar tracción a unas economías que, a pesar de las dificultades, no han experimentado el aterrizaje forzoso del que se alertaba hace dos años. Los analistas de la entidad alemana esperan que la inflación de la eurozona caiga al 2,5% este año.

Detrás de la resiliencia mostrada por el Viejo Continente se encuentran el crecimiento de los salarios reales (descontada la inflación) y un aumento de la demanda externa “a medida que la economía mundial se reactiva”. Duce ha insistido muy especialmente en el efecto catalizador de los fondos europeos Next Generation, “que ya se están comenzando a implantar” y que deberían participar, también, del resurgir de una métrica aún deprimida en España: la inversión.

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