La banca teme que el euro digital abra la puerta del sistema financiero europeo a Apple o Amazon
El BCE tiene hasta octubre de 2025 para profundizar en su viabilidad
El euro digital, la nueva forma de dinero en la que está trabajando el Banco Central Europeo, inquieta a la banca por varios motivos. Uno de ellos, es que ha logrado azuzar un temor que el sector tiene presente desde hace ya un tiempo: una incursión de las grandes tecnológicas en su negocio. Esta forma de dinero, que pretende ser como una especie de efectivo virtual, está siendo diseñada para permitir enví...
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El euro digital, la nueva forma de dinero en la que está trabajando el Banco Central Europeo, inquieta a la banca por varios motivos. Uno de ellos, es que ha logrado azuzar un temor que el sector tiene presente desde hace ya un tiempo: una incursión de las grandes tecnológicas en su negocio. Esta forma de dinero, que pretende ser como una especie de efectivo virtual, está siendo diseñada para permitir envíos de dinero entre particulares, tanto con conexión a internet como sin ella, y pagar de forma online y física en comercios. Al igual que Bizum, aspira a tener facilidad de uso y versatilidad, pero a diferencia de esta solución de pagos que crearon los bancos españoles, el euro digital tendría más anonimato, permitiría operar con dinero creado por el propio banco central en vez de dinero bancario privado y podría usarse en toda la zona euro, algo que no sucede hoy en día con Bizum por ejemplo. Es precisamente en esa dimensión paneropea donde la banca ve asomarse la amenaza de las tecnológicas.
Las grandes tecnológicas como Apple, Google o Amazon tienen una historia de éxito a sus espaldas. Los millones de usuarios que usan sus sistemas y la capacidad de innovar que han demostrado las convierte en un formidable competidor, también para los bancos. Google coqueteó en 2021 con la idea de ofrecer cuentas corrientes propias. A comienzos de abril de 2023, Apple lanzó en Estados Unidos una cuenta de ahorro que rentaba un 4,15%, logrando atraer en solo cuatro días 1.000 millones de dólares. Por su parte, Amazon da préstamos allí, y ha colaborado activamente en el programa piloto del euro digital. Aunque a nivel europeo las tecnológicas no han hecho ninguna incursión seria en el aspecto financiero -por el momento-, fuentes del sector bancario español reconocen que hay nerviosismo por si, aprovechando el euro digital, finalmente se inclinan por ello.
Piero Cipollone, presidente del grupo de trabajo de alto nivel del Eurosistema sobre el euro digital y miembro del comité ejecutivo del BCE, explicó recientemente el potencial de esta nueva forma de la divisa común de cara a favorecer una mayor variedad de oferta en los servicios de pago y para ello usó una metáfora. El euro digital sería como un sistema de vías de tren que se extendería a toda la eurozona y que ayudaría a que las empresas dieran servicios a los ciudadanos creando nuevas soluciones -locomotoras que circularían por las vías- basándose en esa red. Este símil de las vías de tren es una comparativa recurrente para Cipollone. “Imaginamos la infraestructura digital del euro como una red ferroviaria europea unificada, en la que varias empresas puedan operar sus propios trenes y prestar servicios adicionales a sus clientes”, dijo en otro discurso pronunciado el pasado 24 de abril. El BCE se ha marcado de plazo hasta octubre de 2025 para decidir si desarrolla e implanta la divisa digital después de que entre 2021 y 2023 definiera su concepto y realizara una propuesta de diseño.
Un sistema de pago diferente de país a país -el modelo actual en la zona euro- es un quebradero de cabeza para una empresa tanto europea o extranjera que quiera dar servicios en varias naciones, pero si hay una estructura unificada a nivel europeo, las cosas son más fáciles. “Creo que sí que va a facilitar una mayor cohesión en el panorama de pagos europeo. Pero hay una gran amenaza que vemos. Si el BCE pone las vías o los raíles, las grandes tecnológicas podrían usar las infraestructuras. Apple o Amazon podrían integrar la billetera del euro en sus ecosistemas”, advierten las mismas fuentes del sector bancario.
“El euro digital tiene unas implicaciones brutales para el sector. Queremos que el BCE tome las mejores decisiones y no siempre estamos siendo escuchados. Es un proyecto nuevo, se están haciendo cosas bien y hay razones de peso para lanzarlo, pero pensamos que el sector privado con un poco de empuje por parte del BCE podríamos haber llegado al mismo resultado”, reconoce otro experto de la industria.
En opinión de las fuentes consultados, el euro digital no va a aportar ningún valor añadido respecto a las soluciones privadas de pago ya existentes en España. No obstante, no es del todo cierto. El euro digital, al menos en su diseño actual, daría un extra de anonimato y la capacidad de operar en diferentes países de la Unión... Y quién sabe si la posibilidad de abrir una cuenta con Apple.
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