Ferrovial cumple con su hoja de ruta y debuta en el Nasdaq con fuerte volatilidad
Del Pino afirma que el choque con el Gobierno provocado por la mudanza de su sede social a Holanda “no fue ningún trauma”. Es la única compañía del Ibex que cotizará con acciones ordinarias en la Bolsa estadounidense
Objetivo conseguido. Ferrovial ya cotiza en la Bolsa estadounidense. La multinacional de infraestructuras empezó a cotizar en el Nasdaq, culminando la hoja de ruta marcada por su consejo de administración en febrero del año pasado cuando decidió trasladar su sede a los Países Bajos y cotizar de forma simultánea en la Bolsa española, la holandesa y Wall Street, con el objetivo, según insistió, de lograr una mayor masa de inversores. Una decisión que supuso una confrontación con el Gobierno pero que fue respaldada por sus inversores y por el mercado. Sus acciones se revalorizan un 35% desde entonces en la Bolsa española.
Ferrovial se convirtió en la primera gran empresa española que debuta directamente en la Bolsa estadounidense. Sus acciones ordinarias, con el símbolo FER, se llegaron a disparar hasta los 48 dólares en una jornada de fuerte volatilidad en la Bolsa estadounidense. Finalmente, cerraron en 40 dólares, una caída del 1,82% respecto al precio que marcaba la acción depositaria el miércoles. En la Bolsa española, se dejó un 0,9% y cerró en los 35,42 euros.
El presidente de la compañía, Rafael del Pino, fue el encargado de protagonizar el tradicional toque de campana —aunque en la práctica se trata solo de pulsar un botón— que marca el inicio de sesión en el parqué del Nasdaq, ubicado en Times Square y cuya enorme pantalla en la fachada se iluminó con el logotipo de la empresa.
Del Pino manifestó el orgullo de la compañía por ser “la primera de origen español y miembro del Ibex que cotiza con acciones ordinarias en una Bolsa de
EE UU. Esto muestra el compromiso de la compañía con el mercado norteamericano [opera también en Canadá] y con los inversores estadounidenses. Cotizar en el Nasdaq es un hito, 25 años después de que saliera a Bolsa en Madrid”.
La compañía, uno de los líderes mundiales en infraestructuras, tiene varios proyectos de autopistas en Texas, Virginia y Carolina del Norte, así como el desarrollo de la terminal 1 del principal aeropuerto de Nueva York, el JFK, que se espera esté finalizado en 2026. “Esperamos expandir significativamente nuestra base en EE UU en los próximos años”. Las operaciones en EE UU y Canadá representan el 80% del valor de mercado de la compañía, y solo EE UU, cerca del 70% de la asignación de capital. “El mercado es más grande y por tanto ofrece más oportunidades”, explicó en una rueda de prensa posterior Del Pino y el CEO de la compañía, Ignacio Madridejos.
El gran déficit de infraestructuras de EE UU, donde buena parte de las obras públicas tienen decenas de años de antigüedad y han sido sometidas a pocas reformas —uno de los motivos por los que el presidente Joe Biden lanzó su ambicioso plan de infraestructuras—, es otro elemento atractivo para la implantación de Ferrovial en el país, si bien está presente en su mercado desde hace 20 años.
“El objetivo es añadir inversores [en EE UU] que no podía acudir a Ferrovial con su sede en España. Por eso el traslado a Ámsterdam de nuestra sede social ha hecho posible la entrada en el Nasdaq”, explicó Del Pino, “porque hacerlo con acciones ordinarias [desde España] no se puede, no hay precedente”.
Un argumento que choca con la opinión del supervisor del mercado español, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y del operador de la Bolsa, BME, que han insistido en este tipo en que sí es posible hacerlo si así lo solicita algún emisor.
Hasta ahora, las empresas españolas del Ibex que cotizan en EE UU lo hacen a través de Recibos de Depósito Americanos (ADR, en sus siglas inglesas), como es el caso Iberdrola, BBVA, Santander, Telefónica y Acciona Energía. Pero Ferrovial quería pisar el parquet directamente, sin intermediarios (“hay una gran diferencia en liquidez e inversores”, comentan desde la empresa), y ese fue el propósito de la reorganización societaria emprendida el año pasado, que llevó a la compañía a trasladar su sede a los Países Bajos.
Del Pino quiso además minimizar los roces con el Gobierno que provocó el traslado, asegurando que Ferrovial “trabaja con todos los Gobiernos” sin excepción. “No fue ningún trauma”, añadió.
Sobre por qué el Nasdaq, el índice ligado a las compañías tecnológicas, el máximo responsable de Ferrovial aseguró que “por las mejores condiciones que nos dio”. No obstante, “aspiramos a todos los índices que podamos”.
La aspiración de Ferrovial pasa por formar parte del índice Nasdaq 100, aunque no lo tendrá fácil y para conseguirlo tiene una carrera de fondo por delante.
Además, la empresa ha reconocido que cotizar en tres Bolsas distintas puede provocar problemas de liquidez en el valor. Hasta el momento, los inversores siguen negociando los títulos de Ferrovial casi exclusivamente en BME, mientras que la cotización en Euronext es, a día de hoy, algo testimonial. En la jornada, la empresa negoció 842.000 títulos en la Bolsa española por un importe de 24,36 millones de euros, frente a los 401 títulos intercambiados en Euronext Amsterdam(14.370 euros). En su puesta de largo en el Nasdaq, Ferrovial había negociado a media sesión 32.000 títulos.
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