Euro digital, yuan electrónico, rupias virtuales: ¿en qué estado se encuentra y cómo es el nuevo dinero de los bancos centrales?

El 93% de los bancos centrales han hecho algún tipo de trabajo sobre este nuevo tipo de dinero, pero todavía quedan muchas preguntas en el aire

Imagen de la aplicación del yuan electrónico junto con un billete en efectivo.FLORENCE LO (Reuters)

La irrupción de la criptomoneda global que quería lanzar Meta, primero llamada Libra y luego Diem, nunca llegó a consumarse en el tiempo y la forma que pretendía la empresa de Zuckerberg ante la presión de las autoridades. No obstante, como parte de su legado, quedó el haber despertado en los bancos centrales la curiosidad por una versión digital del ...

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La irrupción de la criptomoneda global que quería lanzar Meta, primero llamada Libra y luego Diem, nunca llegó a consumarse en el tiempo y la forma que pretendía la empresa de Zuckerberg ante la presión de las autoridades. No obstante, como parte de su legado, quedó el haber despertado en los bancos centrales la curiosidad por una versión digital del dinero que hace de sangre en las venas del sistema económico. China, la Unión Europea, India, Estados Unidos... En los principales focos de poder económico y político globales se empezó a estudiar la creación de ese dinero digital respaldado por los bancos centrales ante la amenaza de que una compañía privada con millones de usuarios se les adelantara. Han pasado cinco años desde el pistoletazo de salida, cuando Meta anunció por primera vez Libra. En un reciente informe recogido en el servicio de estudios del Banco Central Europeo (BCE), Enea Caccia, Jens Tapking y Thomas Vlassopoulos, los expertos que firman el documento, hacen un recopilatorio de en qué estado se encuentran las principales iniciativas en este sentido y algunas de las principales características de sus diseños.

Según una encuesta elaborada en 2023 por el Banco Internacional de Pagos (BIS por sus siglas en inglés), el 93% de los bancos centrales que respondieron habían estado realizando algún tipo de trabajo para implementar una versión digital del dinero que emiten. Lo abierta que es la respuesta, “algún tipo de trabajo” no dice demasiado, pero da una idea de que al menos sí que la casi totalidad están sopesando la creación de una moneda digital de banco central (CBDC en la jerga). Concretando más. En lo referente a cómo avanzan los trabajos de esta nueva forma de dinero, se pueden adivinar tres estados de la materia: ya en funcionamiento, en fase de pruebas o preparación y en fase de estudio temprano o paralizado. El euro digital entró el pasado noviembre en la fase de preparación, pero todavía hay muchas preguntas en el aire.

Monedas virtuales que ya son una realidad... no muy atractiva

Hasta el momento, según el estudio del BCE, solo cuatro bancos centrales (tres de ellos caribeños) de tienen este tipo de dinero en circulación: el de Nigeria (denominada eNaira), el de Bahamas (Sand Dollar), Jamaica (JAM-DEX) y la Eastern Caribbean Currency Union (DCash). Cada una tiene una serie de características propias y otras que comparten. En todas ellas, el banco central no remunera a las personas que las poseen (el interés es del 0%), y todas cuentan con limitaciones de tenencia o uso para evitar potenciales fugas de depósitos catastróficas que provoquen la caída de los bancos. Eso es lo que las une.

Las diferencias radican en la forma en que se relacionan con los bancos: Nigeria y Bahamas piden que haya una cuenta bancaria asociada a la billetera digital en la que se almacenan, mientras que Jamaica y la Eastern Caribbean no. También cambian las limiteaciones, en cantidad y condicionalidad. Jamaica deja en manos de los bancos intermediaros la activación de límites a tenencia y uso, mientras Eastern Caribbean, Bahamas y Nigeria dejan poseer más monedas o menos en función de la información que comparta el usuario con el sistema.

“Las cuatro CBDCs que ya son una realidad se encuentran en países donde la inclusión financiera es uno de los principales beneficios que aportan, pero la circulación y la emisión de estas divisas ha sido hasta ahora moderada”. Pese a que la moneda digital del banco central de las Bahamas ha atraído la atención de los estudiosos y de autoridades monetarias, no ha sido así con la población. Solo representa un 1% de todo el dinero en circulación en el país, según indican en el documento.

En el caso de Nigeria, un país con más de 218 millones de habitantes, según el Banco Mundial, los datos de la acogida más recientes datan de finales de noviembre de 2022, un año después de que llegara la eNaira. Entonces, aproximadamente había 860.000 monederos virtuales registrados, según el Fondo Monetario Internacional. Además de ser pocos en relación con la población total nigeriana, gran parte de estas cuentas de eNaria estaban inactivas, con un promedio de unas 0,18 transacciones mensuales por cada monedero registrado.

Monedas virtuales en fase de prueba

Aunque las primeras impresiones muestran que este tipo de dinero no ha conseguido atraer al público, los trabajos prosiguen en otros bancos centrales. China, India y la Unión Europea (en una medida menos ambiciosa que los otros dos nombres mencionados) están en plena fase de pruebas. Japón, Suecia y Noruega también experimentan a menor escala.

En China, el Gobierno de Xi Jinping activó tan pronto como en 2019 un programa piloto del yuan electrónico en varias megaciudades. Hoy en día, mediante una aplicación, cualquier persona puede crear un monedero virtual de yuanes digitales con su teléfono móvil. Esta moneda, emitida por el banco central, funciona a través de intermediarios autorizados. No es necesario tener una cuenta bancaria en los bancos chinos para poder pedir uno de estos monederos, y es posible usarlos desde el extranjero, concretamente, pues se aceptan números de teléfono de 210 países distintos.

Con todo, la acogida ha sido tibia. En julio de 2023, el entonces gobernador del banco central chino, Yi Gang, informó de que el valor total de las transacciones hasta junio de 2023 era de 2.133 millones de euros. El número de operaciones ascendía a 950 millones de intercambios y ya había 120 millones de monederos virtuales. La cantidad de yuanes digitales en circulación era equivalente al 0,6% de todo el “efectivo” que había en China en ese momento. Al igual que Nigeria, China también tiene implementado un sistema de límites de tenencia que varían en función de la información que entregan los usuarios según apunta el informe del BCE.

En India, el país más poblado del mundo, la rupia digital está en fase de pruebas desde diciembre de 2022. 10 bancos, un millón de usuarios y 260.000 comercios formaron parte del impulso inicial. Con una aplicación, los usuarios crean un wallet (cartera digital, como una especie de cuenta) basado en la tarjeta sim del teléfono. Posteriormente, introducen una clave que quieren que se pida al iniciarse la aplicación, su nombre, un pin para autorizar operaciones y seleccionan una cuenta bancaria interconectada con el monedero virtual tanto para ingresar dinero a rupias virtuales como para retirar rupias del wallet y devolverlo a su cuenta bancaria. Los usuarios pueden con la aplicación enviar dinero a otro teléfono móvil que tenga activado el monedero, como si de bizum se tratara, y además, pueden hacer pagos en comercios mediante este monedero de rupias virtuales. Los límites los fija cada banco que distribuye los monederos, según se detalla en un vídeo publicado por Kotak Mahindra Bank, una de las entidades financieras que colaboran en el proyecto.

En Europa, el euro digital entró en fase de preparación el pasado 1 de noviembre. Esto quiere decir que ha pasado la etapa más inicial, la de investigación, y el Eurosistema trabaja ahora en aspectos técnicos para su hipotética llegada. Siempre que ha habido ocasión, las autoridades insisten en que aún está por ver si el euro digital finalmente existirá o no. En España, la fintech Monei forma parte del programa de experimentación. En enero de este año, informaba de la creación de una stablecoin (una moneda digital de precio estable) con paridad con el euro. Denominada EURM, solo un reducido número de usuarios puede acceder a ella.

Según explicó en una entrevista con Cinco Días el jefe de producto del euro digital del BCE, Ignacio Terol, con el diseño actual, el euro digital sería en teoría una especie de efectivo. Con un límite que en el informe del BCE se referencia entre 3.000 euros y 4.000 euros por usuario como máximo, las cuentas de euros digitales estarían asociadas a cuentas bancarias para transformar los dos tipos de euro. En una reciente presentación, Piero Cipollone, miembro del Consejo Ejecutivo del BCE, detallaba que el euro digital entrará en una nueva fase en noviembre de 2025. A partir de entonces, podría llegar su despliegue definitivo.

Monedas virtuales en fase de estudio temprana o paralizadas

En este grupo entran Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. En el caso de los dos últimos países, los bancos centrales siguen tratando de dilucidar si realmente hacen falta versiones digitales de sus monedas o no. En Estados Unidos, la situación es peculiar. A mediados de noviembre, Bank of America emitió un informe en el que sostenía que, si bien las CBDCs están cada vez más cerca en diferentes bancos centrales, el caso de un dólar digital era “muy improbable” en el corto y medio plazo. “La Reserva Federal continúa esbozando una CBDC, pero no se ha comprometido a crearla y no emitirá una sin el visto bueno de su consejo ni sin el del Congreso”, decían los analistas del banco.

Tal y como explicaba a mediados del año pasado la publicación especializada MIT Technology Review, es en esa aprobación del Congreso donde ha encallado el dólar digital. “Incluso aunque no exista y la Fed haya dicho que no tiene planes de emitirlo se ha convertido en carne de primera para el debate político”, describía el citado medio. En busca de réditos electorales, los políticos no han dudado en agitar el temor hacia el inexistente dólar digital y en convertirlo en una prueba de que el Gobierno quiere vigilar y controlar a los ciudadanos.

En marzo de 2022 el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva para instar a la administración a intensificar los esfuerzos en la investigación para el potencial diseño y emisión de un dólar digital. Esa orden alimentó más los miedos y sirvió de bandera para los escépticos. “Cualquiera con ojos en la cara puede ver el peligro que representa este tipo de dinero para cualquier americano que quiera vivir sin que el Gobierno conozca todos y cada uno de las transacciones que está haciendo en tiempo real”, dijo en un mitin el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, quién en mayo de 2023 prohibió las CBDCs en el Estado.

Con la oposición política y de parte de la población ante el temor a que se convierta en un instrumento de control, el dólar digital tiene un complicado futuro por delante. No obstante, como decían los expertos de Bank of America, todo depende de cómo se diseñe. En el caso del euro digital, que haya un auténtico anonimato en su uso se dibuja como el gran factor que determinará tanto si es usado como arma política como su aceptación y adopción por parte del público.

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