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Puig enfila su camino al Ibex 35 y se situará entre Endesa y Redeia

Las firmas de cosmética de lujo caen en Bolsa en lo que va de año por las dudas sobre China y la desaceleración

Turbulencias en Bolsa para las comparables de Puig

Puig se ha postulado para acabar con la sequía de salidas a Bolsa en el parqué español. La empresa ha activado el reloj para su debut que se instrumentará a través de una ampliación de capital (OPS) de 1.250 millones de euros ligada a la colocación de una cuantía similar a través de títulos en propiedad de la familia catalana (OPV). Con ello levantará unos 2.500 millones, convirtiéndose en la mayor estreno bursátil desde Aena, allá por 2015, y pondrá rumbo al Ibex 35, donde se situará, según las valoraciones preliminares, entre Endesa y Redeia.

A falta de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dé su visto bueno al folleto de la salida a Bolsa, que se espera para finales de mes, analistas y gestores se han apresurado a hacer cálculos en base a las cuentas de 2023, año en el que el grupo facturó 4.304 millones -el 72% proviene de su divisiones de perfumes y moda-, alcanzó un ebitda de 863 millones y logró un beneficio neto de 463 millones, un 16% más que en el ejercicio previo. Unos números que le dan una valoración entre 10.000 y 15.000 millones de euros, aunque algunos analistas moderan el entusiasmo de la banca de inversión y llevan la parte baja de la horquilla a los 7.665 millones.

“Hay que reconocer que tienen una buena gobernanza, y que tienen un negocio bueno y sólido. Ahora bien, por el momento no tenemos intención de comprar acciones. Nos parece que la horquilla de precio que se está barajando es muy alta, y que está muy marcada porque la empresa está en un buen momento del ciclo. Pero valorar en más de 10.000 millones una empresa que gana 400 millones es muy exigente. Además, tiene más deuda de la que nos gustaría”, reconocía ayer el presidente de Panza Capital, Beltrán de la Lastra. El pasivo de Puig ascendía a finales de 2023 a 1.196 millones.

Entre los más cautelosos con la valoración de la empresa está Javier Cabrera, analista de XTB, que apunta a una banda entre 7.665 y 10.220 millones de euros si utiliza los múltiplos a los que cotizan algunos de sus comparables, como LVMH o Christian Dior, que rondan entre las 15 y 20 veces.

Puig se convertirá tras su estreno en Bolsa en firme candidato para entrar en el Ibex 35, que desde diciembre de 2022 no ha dado entrada a ningún miembro nuevo acusando el reducido volumen negociado de los aspirantes y la ausencia de salidas a Bolsa. El Comité Asesor Técnico del Ibex (CAT) fija dos reglas para determinar la composición del selectivo. La primera de ellas es que la capitalización media de la empresa supere, ajustada por el coeficiente flotante, debe ser superior al 0,3% de la capitalización media del índice durante el periodo de control, que es de seis meses. El Ibex capitalizaba 560.440 millones de euros a cierre de ayer, por lo que cualquier futuro integrante del índice debe contar con una valoración de al menos 1.680 millones de euros, algo que cumple Puig.

El segundo requisito para formar parte del selecto club de la Bolsa española es que el valor cotice durante al menos un tercio de las sesiones del periodo de control, lo que implicaría dos meses como cotizada, si bien se contempla la excepción de aquellos valores cuya capitalización flotante de cómputo en el Ibex 35 se sitúe entre los 20 primeros puestos. En la actualidad la vigésima cotizada del Ibex 35 es Acciona Energía, con 6.552 millones, de ahí que si se atiende a la horquilla preliminar de valoraciones Puig se quedaría entre Endesa, que capitaliza 18.311 millones, e IAG, con 9.999 millones.

Ahora bien, el CAT añade que “tomará, en todo caso, las decisiones de inclusión o exclusión de valores en los Índices que estime oportunas atendiendo a circunstancias especiales no recogidas en las estipulaciones correspondientes a cada índice sin perjuicio de la publicación, en su caso, de los correspondientes informes al respecto.”

La previsible incursión en el Ibex del dueño enseñas como Rabane y Carolina Herrera aportará al selectivo un nuevo un sector, el de la cosmética del lujo, una actividad presente en otras plazas europeas como Euronext París, donde cotizan firmas comparables como Coty, con marcas como Lancaster o Gucci-, Estee Lauder, que posee Aveda y La Mer, o L’Oreal. Firmas que en lo que va de año registran caídas superiores al 8% en el caso de Estee Lauder ante la ralentización económica y la evolución de la demanda china, frente a las alzas de los grandes conglomerados del lujo como LVMH, Hermes o Kering, que además de tener negocios de cosmética están presentes en moda, marroquinería o bebidas alcohólicas.

Atractivo pero no a cualquier precio

Los analistas consideran que la empresa catalana cuenta con varios aspectos atractivo que pueden ser claves para registrar un buen recorrido a largo plazo en en Bolsa. El primero de ellos es el componente familiar, que tradicionalmente ha funcionado muy bien y que demuestra una alta alineación de intereses entre la directiva y los accionistas, según explica Cabrera, de XTB.

Sin embargo los expertos reconocen que la incertidumbre económica sigue sin dar tregua a las firmas que esperan para dar el salto a la Bolsa y que elevadas valoraciones pueden no recibir una respuesta adecuada por parte del mercado. Es el caso de Astara, la filial de coches de suscripción de Bergé, que recientemente ha cancelado sus planes bursátiles ante unas condiciones del mercado que “no son las más propicias”.

Con todo, los analistas si que ven que el sector del lujo está mostrando “una buena resistencia a la crisis económica”. Así, Sergio Ávila, analista de IG, estima que “los consumidores de lujo son menos sensibles a las fluctuaciones económicas” y añade que “se espera que el sector del lujo siga creciendo en los próximos años”. Además, destaca que Puig tiene una marca reconocida a nivel internacional y acumula un fuerte crecimiento en los últimos años.

Por su parte, Juan Fernández-Figares, director de gestión de Link Securities recuerda además que “las Bolsas han subido mucho y existe la posibilidad de que corrijan. No obstante, creo que el sector en el que opera Puig va a ir a más a lo largo del año”. Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4, añade que “no es mal momento para salir a Bolsa teniendo en cuenta que los indicadores adelantados de ciclo están mejorando, lo que supone unas mejores expectativas respecto al crecimiento esperado con respecto a lo previsto hace meses. El fondo de mercado no es malo, aún cuando existan ciertos riesgos”.

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