El inversor se vuelca en los fondos monetarios en busca de rentabilidad en la renta fija

Vuelve a apostar por los plazos más cortos de la deuda ante el retraso en las bajadas de tipos. En España, las suscripciones netas a marzo son ya el equivalente al 74% de todas las entradas de 2023

Belén Trincado Aznar

El guion escrito a principios de año para la renta fija no se está cumpliendo. La deuda ya no apunta, a estas alturas de 2024, a ser el activo estrella que pronosticaban muchos gestores para este ejercicio gracias a las bajadas de tipos. El recorte del dinero este año va a ser más tardío y escaso de lo esperado y esto está dando un vuelco a los precios de los bonos y a los flujos de entradas de diner...

Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS

El guion escrito a principios de año para la renta fija no se está cumpliendo. La deuda ya no apunta, a estas alturas de 2024, a ser el activo estrella que pronosticaban muchos gestores para este ejercicio gracias a las bajadas de tipos. El recorte del dinero este año va a ser más tardío y escaso de lo esperado y esto está dando un vuelco a los precios de los bonos y a los flujos de entradas de dinero en los distintos activos de renta fija. Los plazos más cortos vuelven a ser el objetivo predilecto de los inversores, lo que está disparando las suscripciones netas en los fondos monetarios. En España, las entradas de dinero hasta marzo son de 3.750 millones, el equivalente al 74% de todo 2023. El apetito por los plazos cortos augura también atractivas rentabilidades para el conjunto de la deuda a más corto plazo, incluidas las letras. El Tesoro español emite hoy letras a 6 y 12 meses en las que se espera eleve el tipo de interés.

Los fondos monetarios invierten en los activos a más corto plazo disponibles en el mercado, como los pagarés. Son de hecho la fórmula en la que los gestores también aparcan su liquidez. Es la forma de sacarle algo de partido y también se trata de una táctica cada vez más rentable en lo que va de año. Según datos de Inverco, en el primer trimestre, los fondos monetarios españoles han rentado el 0,79%, por encima del 0,29% del conjunto de los fondos de renta fija -que incluyen plazos más largos- y del 0,51% de los fondos de rentabilidad objetivo, que se marcan una meta de rentabilidad, aunque no garantizada, y que son otra opción habitual en la oferta de fondos de deuda.

Las suscripciones netas en los fondos monetarios están dando un salto notable en los primeros meses de este año, incluso antes de que se haya enfriado de forma evidente la expectativa de recorte de los tipos de interés, lo que va a dejar sin apenas potencial de ganancia a la deuda a plazos más largos. Las suscripciones netas de monetarios en marzo rozaron los 1.300 millones de euros, en línea con el mes anterior y frente a las cuantías muy inferiores a los mil millones mensuales durante el año pasado.

Además, en el mes de abril, el interés por los monetarios parece acelerarse y solo en las primeras cuatro jornadas del mes las suscripciones netas superan ya los 220 millones de euros, según datos de VDOS. El tirón en los monetarios es responsable de la mayor parte de los 267,5 millones de suscripciones netas en los fondos nacionales en lo poco que va de este mes. “Las corrientes de capitales hacia la renta variable han sido sólidas desde el inicio del año, pero los que se dirigen a los fondos del mercado monetario son aún más importantes”, según señala Alexandre Drabowicz, director de inversiones de CA Indosuez Wealth Management.

Borja Gómez, director de análisis de Dunas Capital, reconoce que la gestora está reforzando posiciones en monetarios y que ya a principios de año rebajaron riesgo de duración en la cartera de renta fija. Su previsión es que la bajada de tipos por parte de la Fed llegue a final de año, una expectativa más dura que la del consenso de mercado pero que refleja cómo se ha diluido el gran optimismo con que comenzó el año respecto a los recortes del precio del dinero. Los futuros dan ahora la probabilidad más elevada, del 64,5%, a un primer descenso en los tipos en EE UU en septiembre, por encima incluso del 47% de opciones que dan a una rebaja en junio. “El flujo de dinero hacia los monetarios es muy claro. A día de hoy ya no podemos hablar de que 2024 vaya a ser el año de la renta fija. Sí puede ser un buen año para las letras del Tesoro”, añade Gómez.

El tirón de los monetarios a medida que se desinflan las apuestas por los recortes de tipos es un fenómeno global. Según los datos que recoge Bank of America sobre flujos de fondos, durante la pasada semana los fondos monetarios captaron a nivel mundial 81.800 millones de dólares, lejos de los 13.400 millones de entradas en fondos de bonos o de los 14.200 millones en renta variable. Se trata de la entrada de dinero más fuerte de las últimas trece semanas, coincidiendo con el cierre del trimestre. Si bien en lo que va de año, las suscripciones en monetarios alcanzan ya los 1,2 billones de dólares, la segunda mayor inyección vista nunca en ese plazo de tiempo.

Bank of America recuerda que históricamente la inyección de dinero en los monetarios ha crecido con anterioridad al primer recorte de tipos de la Fed y que las salidas se suelen producir una vez transcurridos doce meses del ciclo de rebajas del precio del dinero.

Nuevo máximo anual del bono de EE UU

El rendimiento del bono estadounidense a 10 años está subiendo en paralelo a la reducción de las expectativas de un recorte de los tipos en EE UU. Cotiza en nuevos máximos anuales, en el 4,43%, después de que el viernes quedara patente una vez más la solidez de la economía estadounidense con la publicación del dato de creación de empleo en marzo. EE UU generó 303.000 puestos de trabajo no agrícolas, muy por encima de los 270.000 de febrero y de los 205.000 esperados por los analistas. La mayor economía del mundo anunciará este miércoles otro dato clave para los inversores, el IPC de marzo, que se prevé sea del 3,4%, frente al 3,2% de febrero. Sí se espera cierta moderación en la inflación subyacente, que pasaría al 3,7% desde el 3,8% del mes anterior. 

Desde Julius Baer señalan que una aceleración de la inflación reduce el margen para las rebajadas de tipos. Aun así, Markus Allenspach, responsable de análisis de renta fija del banco suizo, considera que "los temores a que los rendimientos del bono de EE UU alcancen los niveles de octubre de 2023 son exagerados". Entonces, el treasury llegó a rozar el 5%. 






Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Sobre la firma

Archivado En