Grifols: dando pasos hacia la recuperación, pero con algunas piedras en el camino

La compañía remonta en Bolsa tras el cambio en la ejecutiva 

Laboratorio de Grifols.

Grifols ha revertido su trayectoria en un mes. Ha cerrado mayo con una revalorización del 16,4%, en lo más alto del podio del Ibex en el mes. Con ello, entra en positivo en 2023, tras llegar a perder el 22% este año. Darío García, analista de XTB, explica el origen de la mejora: “La subida se debe a la decisión de la compañía de acelerar su plan estratégico. Grifols ha experimentado un crecimiento importante en sus ingresos totales, del 23,2% (18,4% en moneda constante) impulsado por los buenos resultados de su unidad de Biopharma. Además, el margen Ebitda ajustado ha mejorado, y se espera que siga aumentando en los próximos años, y ha avanzado significativamente en la ejecución de su plan de ahorro de costes, ampliando su impacto previsto a más de 450 millones. También ha logrado mantener una tendencia positiva en las donaciones de plasma y reducir el coste por litro, lo que favorece su rentabilidad a largo plazo”.

Detrás de esos avances en el plan estratégico que aplaude el mercado está él reciente el giro en la dirección de la compañía, en la que Thomas Glanzmann ha pasado a concentrar todo el poder tras un paso al lado de la familia Grífols. Por primera vez, alguien ajeno a esta saga ocupa la presidencia y el puesto de consejero delegado en la historia del laboratorio fundado en 1909 en Barcelona.

Hay otro aspecto importe sobre el plasma que la mayor parte de los analistas contempla como un revulsivo para el valor. “La UE está a punto de establecer la directiva que permitirá remunerar las donaciones de plasma [para compensar económicamente el gasto en el que se pudiera incurrir], una histórica reclamación de la farmacéutica. Hasta ahora, en Europa se llevan a cabo de forma altruista [no así en Estados Unidos]. Esto puede tener un impacto muy positivo en el comportamiento de la acción”, apunta García. La decisión se votará el próximo 27 de junio.

Álvaro Arístegui, de Renta 4, coincide en el efecto positivo que podría suponer para Grifols esta normativa, y destaca, por otro lado, que “eliminaría la dependencia de terceros países (superior al 30% actualmente) y consecuentemente reduciría la posibilidad de desabastecimiento de fármacos críticos”. El objetivo es mantener el principio de altruismo, evitando el beneficio financiero, aclara el experto.

Confianza en la  nueva dirección

  • Gestión.  El pasado febrero, el primer presidente ejecutivo externo a la familia Grifols, Steven F. Mayer dejó el cargo a los cuatro meses de haberlo asumido. Fue sustituido por Thomas Glanzmann, consejero desde 2006. Desde hace unos días también es consejero delegado, además de ser presidente ejecutivo desde el pasado febrero. “Aunque no esperamos modificaciones en la estrategia, este cambio supone una mejora a nivel de gobierno corporativo que valoramos positivamente”, dicen en  Sabadell, que da una de las valoraciones más altas a la compañía, de 20 euros (84%). Barclays, por su parte, espera que con Glanzmann “mejore la percepción de los inversores”.
  • Cotización.  Grifols no ha recuperado el nivel prepandemia, que coincide con el récord de 34,19 euros, ni el máximo de 2023, en los 14 euros. Destaca el nivel de contratación, que ya supone el 56% de todo el de 2022.

Bankinter, sin embargo, se muestra más pesimista ante este nuevo escenario. “Aunque aumentaría el suministro de plasma gracias a la creación de un nuevo mercado en Europa, lo negativo es que Grifols, al igual que sus rivales, tendrían que pagar ante una previsible reducción de las donaciones gratuitas. En Alemania, Austria, Hungría y República Checa coexiste un modelo de donaciones con otro de pago y, se estima que el 62% del plasma recogido en Europa procede del primero”, cuenta Pedro Echeguren.

Más allá del recorte de gastos y de las expectativas sobre el plasma, la deuda sigue siendo un punto negro para el mercado. “El apalancamiento de 7,1 veces deuda neta/ebitda sigue siendo la principal preocupación de los accionistas, aunque el equipo gestor tiene varias opciones para mejorar. La ratio se reducirá a 4,6 veces a finales de 2024″, defienden en Morgan Stanley.

Por su parte, desde Barclays ven “claras señales de mejora” en el apalancamiento, pero consideran que “la constancia será clave”. Los expertos de la firma “sugieren a los inversores que permanezcan cautelosos, al menos hasta que la incertidumbre sobre Adhere [un tratamiento con inmunoglobulina que desarrolla la competidora de Grifols, Argenx] desaparezca en julio o veamos más claridad la reducción del apalancamiento”.

Mientras tanto, Grifols cuenta con el apoyo del mercado: el 72% de las recomendaciones son de compra y el 24% de mantener.El precio objetivo de consenso está en 16,96 euros, que supone un potencial de revalorización a precios actuales de casi el 50%.

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