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El Faro del inversor
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La tensión entre EEUU-China crece y complica el escenario para los inversores

La guerra de Ucrania, la tensa situación en Taiwán y las elecciones presidenciales de 2024 enturbian las relaciones entre ambos países

Distrito de Chinatown en Yangon (China).
Distrito de Chinatown en Yangon (China).YE AUNG THU (AFP)

La tensión entre Estados Unidos y China ha ido en aumento en los últimos años, lo que ha provocado mayores restricciones a las inversiones en empresas chinas y en el propio gigante asiático. El Gobierno norteamericano ha estado imponiendo numerosas limitaciones a las empresas tecnológicas chinas; uno de los ejemplos más claros es el caso de Huawei. Además, Estados Unidos ha implementado también restricciones para las inversiones en empresas chinas que se consideran una amenaza para su seguridad nacional.

Recientemente, la situación ha empeorado aún más, tras conocerse que los legisladores norteamericanos están trabajando en ampliar las restricciones a las inversiones en China, tanto por razones de seguridad nacional, como para evitar la fuerte competencia de las empresas asiáticas. Los dos principales partidos políticos de Estados Unidos parecen estar de acuerdo en la necesidad de frenar a China. La agencia Bloomberg ha informado recientemente de que el presidente Joe Biden está preparando una orden ejecutiva que limitará las inversiones de las empresas estadounidenses en partes clave de la economía china. Eso sí, contando con el respaldo de los países del G-7.

Restricciones regulatorias

Además, la Administración Biden está preparando un conjunto de nuevas normativas que regularán las inversiones en tecnologías avanzadas, y que incluyen un proceso de selección previo para las que se lleven a cabo. Este nuevo sistema afectaría a inversiones de fondos de private equity y venture capital en industrias como los semiconductores avanzados, la supercomputación y algunas formas de inteligencia artificial. Todo ello muestra que Estados Unidos está adoptando un enfoque más integral en cuanto a su política de fomentar las restricciones a la inversión en China, poniendo énfasis en el sector tecnológico más avanzado.

En respuesta a estas medidas, por vez primera China está considerando tomar represalias a través de la implantación de sus propias sanciones contra las empresas norteamericanas que operan en el país. Es el caso de Micron Technology, a la que está considerando sancionar, lo que tendría consecuencias muy graves para la empresa, ya que cerca del 25% de sus ingresos proceden de China y Hong Kong. Estas posibles represalias suponen un nuevo escenario para las empresas estadounidenses con intereses en el país asiático porque a partir de ahora deberán tener en cuenta el riesgo de posibles sanciones económicas.

Riesgos geopolíticos

Existen algunos riesgos derivados de conflictos geopolíticos que también hay que considerar. Dado que la intensidad de la guerra en Ucrania sigue aumentando, el riesgo de que las tensiones geopolíticas provocadas por el conflicto se trasladen con mayor fuerza a otras partes del globo es ahora mayor. Si China proporcionara de un modo abierto ayuda material a las fuerzas rusas, podría crecer significativamente la tensión y las probabilidades de una escalada del conflicto. Además, las tensiones entre Estados Unidos y China siguen aumentando en relación a Taiwán, lo que supone uno de los mayores desencuentros entre ambos países.

Recientemente, Ray Dalio, fundador de Bridgwater Associates, ha comentado tras su última visita a China, que la tensión entre ambos países ha alcanzado niveles muy altos y que la situación se encuentra “al borde de una guerra”, ya sea por las políticas comerciales o por alguno de los conflictos militares en curso.

Con la vista puesta en el más corto plazo, todo parece indicar que en el ámbito político se ejercerá aún más presión sobre la relación entre ambas potencias durante los próximos trimestres, dada la cita electoral de 2024 en Estados Unidos, en la que se elegirá al nuevo presidente.

El impacto de las posibles sanciones

Los inversores europeos pueden pensar que esto es un problema de Estados Unidos, pero ha habido muchos ejemplos de cómo las sanciones y políticas de este país han sido adoptadas también por sus aliados. Las restricciones a la inversión en China tienen implicaciones significativas, tanto para las empresas como para los inversores. Esto se explica porque la economía china es una de las mayores en el mundo y las restricciones a la inversión en dicho país, sin duda, afectarán al crecimiento económico global. De hecho, Estados Unidos no es el único país que ha implementado restricciones a la inversión china. Japón y los Países Bajos han adelantado que se unirán al grupo de países que aplican ciertas limitaciones a las exportaciones chinas.

Ante este escenario los inversores deberían reflexionar sobre los riesgos de invertir en China y considerar otras fórmulas alternativas de aprovechar el crecimiento económico de este país. Una vía más segura podría ser invertir en el país asiático través de Corea del Sur, un estado con mayores dosis de estabilidad. China es el mayor socio comercial de Seúl y las empresas surcoreanas son proveedores importantes para los fabricantes chinos. Sin embargo, las relaciones entre ambos países son complejas y a veces se convierten en tensas, por lo que no son descartables ciertos riesgos cuando se invierte en Corea del Sur.

La relación entre Estados Unidos y China se está volviendo cada vez más tensa y es probable que las restricciones a la inversión sean moneda común en los próximos años. La mayor presión se ejercerá inicialmente sobre las tecnologías avanzadas, pero podría ampliarse a otras industrias. Los inversores deberán mantenerse al tanto, ser precavidos, y adaptar sus estrategias de inversión a lo que vaya sucediendo en esta cuestión. Las relaciones entre ambos países son cambiantes y dependen en gran parte de la resolución de las tensiones geopolíticas. Es decir, de cómo se vayan comportando ambos actores en relación a los acontecimientos de la guerra en Ucrania y la complicada situación en Taiwán.

John Tidd es director Hamco Financial

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