La CNMV cree que la tasa Tobin resta atractivo a la Bolsa española entre los inversores a largo plazo
Concluye que el impuesto ha reducido la negociación de las acciones afectadas
El impuesto a las transacciones financieras (ITF por sus siglas), también conocido como tasa Tobin, puesto en marcha por el Gobierno en 2021 habría reducido el atractivo de las cotizadas de la Bolsa española a ojos de algunos inversores a largo plazo, según constata un informe publicado ayer por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El supervisor del mercado español apunta que el diseño de esta tasa habría mermado el atractivo de las acciones españolas ante estos tenedores ya que la base imponible se calcula a partir de las adquisiciones netas de acciones realizadas en el día. Según el informe del supervisor, “se podría deducir que parte de los inversores que no negocian intradía disminuyeron su participación en el mercado de acciones, ya que solo se grava a los inversores que al final de la sesión obtienen un saldo positivo en la negociación sobre acciones”.
La tasa, que grava con un 0,2% la adquisición de acciones de empresas españolas que tengan una capitalización superior a los 1.000 millones de euros, ha reducido, concluye la CNMV, la negociación de los títulos afectados, lo que además, provocó “un ligero deterioro en las dimensiones de la liquidez”. Eso sí, apunta, los efectos han sido limitados en términos absolutos y con un alcance temporal relativamente corto.
Asimismo, el regulador destaca que la volatilidad del mercado tendió en el largo plazo a disminuir tras la entrada en vigor del impuesto, pese a que en el corto plazo aumentó.
La CNMV apunta que los resultados del informe indican que la introducción del gravamen “podría haber desplazado parte de la negociación OTC [over the counter] a mercados secundarios Mifid”. El supervisor incluye en la negociación OTC a mercados como CBOE BXTR Trade Reporting Services, CBOE Bats Europe, TradEcho EU APA y London SE OTC y explica en su análisis que el menor peso de estos mercados se debe a que al reducir el volumen total de negociación en las acciones sujetas al impuesto, parte de los inversores tratarían de concentrar su operativa en los mercados en los que existe una mayor negociación.
En 2023 este impuesto se aplica sobre un total de 52 cotizadas, frente a las 57 de 2022. Su recaudación prevista para este año es de 335 millones de euros, según las estimaciones del Ejecutivo. Una cifra muy inferior a los 850 millones que estimó recaudar Hacienda en el primer año de este gravamen.
Junto a España, otros países como Francia e Italia tienen incorporado en su sistema fiscal la tasa Tobin. Sin embargo, más allá de los gravámenes nacionales, la Comisión Europea trabaja, sin éxito, desde 2011 en impulsar un impuesto unificado. Los planes del ejecutivo comunitario pasaban porque antes de finales de 2022 se lograra tener un borrador del texto del nuevo impuesto, que sería incorporado al presupuesto comunitario y que gravaría las compras y las ventas con el 0,1% en cada transacción, frente al 0,2% aplicado en España solo para las compras. Tras no lograrse un avance, Bruselas tiene ahora que proponer un nuevo texto antes de enero de 2024 para que entre en vigor en 2026.
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