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Grifols, paciencia hasta confirmar la recuperación

Atraviesa por un periodo difícil, presionada por un negocio que no ha vuelto a niveles prepandemia en beneficio, un elevado endeudamiento y la dimisión del presidente

Víctor Grifols y Raimon Grifols en la junta de accionistas.
Víctor Grifols y Raimon Grifols en la junta de accionistas.Efe

Grifols ha pasado por dos momentos negros en Bolsa en lo que va de año; ambos, en febrero. El primero tuvo que ver con la dimisión de Steven F. Mayer como presidente ejecutivo a los cuatro meses de su nombramiento, alegando motivos personales y de salud; perdió el 9,07% en la jornada. El otro, fue el pasado lunes; cedió el 10% tras publicar los resultados de 2022, que arrojan un récord en los ingresos, pero un beneficio muy por debajo de los niveles prepandemia como consecuencia el alto coste para la obtención del plasma y la caída de test para la detención del Covid.

A pesar del castigo sufrido, las acciones se mantienen en positivo en 2023 con una revalorización del 6%. Además, la visión del mercado sigue siendo favorable para el valor, con el 65% de las recomendaciones de compra y el 30% de mantener. “Creemos que ha sido excesivamente castigada”, afirma Jefferies. Tan solo hay una opinión de venta, según Bloomberg.

La acción de Grifols desde 2022

Los dos temas que más preo­cu­pan en este momento son la recuperación del negocio y la elevada deuda contraída tras una política de adquisiciones agresiva. De hecho, algunos expertos creen que el severo castigo recibido esta semana se debió en gran parte a la falta de claridad en las previsiones. “Los resultados han sido lo suficientemente buenos, la clave ha estado en las palabras del presidente”, explica Jefferies. En este contexto, Barclays destaca que “la orientación confusa del negocio probablemente exacerbó la caída de la acción. Tras la conference call somos más positivos”, argumenta.

En concreto, lo que más inquietó en un principio fue la comunicación de un guidance para este ejercicio por debajo del consenso del mercado y que anunciara el compromiso de reducir la ratio DE apalancamiento de 7,1 veces a 4 veces en 2023, pero que omitiera 2024. Finalmente, confirmó la misma estimación también para el próximo año.

La compañía tiene una deuda de 9.100 millones, y el 65% está referenciada a tipo fijo. “Está pidiendo a los inversores que esperen y confíen en la ejecución de la estrategia del equipo directivo para crecer en volúmenes de plasma, ampliar los márgenes y desapalancar la empresa a través de acciones orgánicas e inorgánicas. Vemos a Thomas Glanzmann como un buen presidente, comprometido con devolver la rentabilidad a Grifols”, comenta Barclays.

Para Citi, “si bien la guía para 2023 implica importantes recortes de ebitda, la recuperación en curso del mercado de plasma y el efecto de la mayoría del programa planificado de ahorro de costes de 400 millones de euros [que supondrá el despido del 8% de la plantilla] apunta a mejoras significativas para 2024. Seguimos considerando exagerada la amenaza de FcRn [terapias para combatir enfermedades del sistema inmunológico que pueden impactar en las ventas de inmunoglobulina de Grifols]. Es la apuesta más orientada a la recuperación de la actividad mundial de plasma sanguíneo”, afirma el banco.

Sabadell opina que, “aunque parece que la recuperación de márgenes será algo más lenta de lo esperado, a los niveles de cotización actuales seguimos viendo una relación rentabilidad-riesgo atractiva y un amplio margen de re-rating a medida que se materialice la mejora y se reduzca aún más el endeudamiento, lo que podría acelerarse con la ejecución de desinversiones, como su participación del 26% en la firma china Shangai Raas”.

En cuanto al valor, Álvaro Arístegui, de Renta 4, vaticina una mejora a corto plazo. “Creemos que a medida que esta recuperación vaya haciéndose patente en las cifras y según avance el año, el precio de la acción lo recogerá”. Con respecto al reparto de dividendo, Bankinter espera que se produzca en 2025.

El precio objetivo medio para Grifols es de 17,35 euros, que supone un potencial de más del 50%. En el caso de Citi, la estimación es de casi el doble, 30 euros, lo que llevaría al valor un 160% por encima del nivel actual.

Muy lejos del nivel prepandemia

Evolución. Grifols sufrió un importante castigo coincidiendo con el inicio de la pandemia y las restricciones que motivaron una menor recolección del plasma por parte de la compañía y, por tanto, una caída de las ventas y la rentabilidad. Desde mediados de febrero de 2020 ha perdido el 66%, después de subir el 41% desde mínimos del pasado octubre. Tiene una capitalización bursátil de casi 7.000 millones, por encima de otras compañías del Ibex como Sabadell, Mapfre, Bankinter o Enagás, entre otras.

Rating. S&P rebajó la calificación de Grifols a B+ el pasado septiembre por “un desapalancamiento más lento de lo esperado”, aunque cambió la perspectiva a estable en previsión de una mejora de los ingresos y los márgenes en los próximos 12-18 meses, a medida que el mercado de derivados del plasma se recupere gradualmente y la integración de Biotest produzca sinergias. Por su parte, Fitch y Moody’s reiteraron la nota de BB- y B1, respectivamente. Moody’s destacó la sólida posición de mercado, el modelo de negocio integrado verticalmente y el impulso de la demanda apoyado en mejores diagnósticos y nuevos productos.

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