Estados Unidos y Europa quieren poner coto a los ‘depósitos’ de criptos que rentan hasta el 40% anual
El supervisor del mercado estadounidense, la SEC, pretende evitar un nuevo caso FTX
“Pon tus criptoactivos a trabajar y recibe recompensas” o “gana con tus criptomonedas sin hacer nada”, son algunas de las promociones que se pueden encontrar en las principales plataformas de intercambio de monedas digitales. Otro exchange afirma que con su programa de beneficios “simple y seguro” se puede lograr una rentabilidad de hasta el 37,9% anual, al menos 50 veces más que la tasa media que ofrecen los bancos a sus clientes en España por depositar su dinero.
¿En qué hay que invertir para lograr dicha rentabilidad? Se trata del staking, una práctica que consiste en bloquear los criptoactivos de un usuario para respaldar la seguridad y operaciones de una red blockchain concreta y lograr por ello una rentabilidad, a imagen de un depósito bancario tradicional. En función de qué activo digital sea el depositado, el rendimiento ofertado –en unos casos diaria y en otros mensual– varía.
Esta actividad, en el punto de mira del Banco Central Europeo y la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC), podría desatar una nueva debacle del sector. El regulador estadounidense dirigió recientemente sus acusaciones contra la plataforma Kraken, el décimo exchange a nivel global por volumen de operaciones, con la que acordó una multa por 30 millones de dólares (27,8 millones de euros). La SEC apunta que, bajo el mecanismo del staking, “los usuarios perdieron el control”, tenían “muy poca protección” y no se ofreció información completa a los inversores por ser un activo de inversión, que debería haber sido registrado.
Kraken, que ha evitado referirse a las acusaciones de la SEC, ha accedido a paralizar esta actividad –programa de beneficios, según ella– en EE UU. Sin embargo, la firma no ha limitado la misma para sus usuarios en el resto del mundo, al igual que las principales plataformas del sector.
El dilema de las plataformas es fácil de entender: se exponen a nuevas ofensivas del regulador estadounidense a riesgo de perder los 92.000 millones de dólares (85.500 millones de euros) –cálculos de Bloomberg– que generan estos programas de “recompensas”, como habitualmente se publicitan.
Coinbase, otra de las grandes plataformas del sector, ha tomado una posición más agresiva e intenta defender uno de los pilares de sus negocios, que le aporta beneficios anuales por 419 millones de euros. Su argumento es que no hay que comparar el staking con un depósito bancario a plazo fijo, dado que es, según apunta, una herramienta para asegurar las redes de blockchain y permitir que los servicios se mantengan actualizados. Según la compañía, los beneficios para el usuario solo son un agradecimiento por su ayuda y confianza.
Del otro lado del Atlántico
En Estados Unidos, la SEC está acelerando sus esfuerzos para mejorar la custodia de los criptoactivos por parte de los exchange. Después del fiasco de los activos controlados por FTX y el uso fraudulento del dinero depositado por sus clientes para otros fines, la supervisión de estos activos es fundamental. La SEC ha reconocido que los inversores que optan por este tipo de práctica no tienen control sobre qué sucede con sus activos en el periodo que quedan inmovilizados. Además, a diferencia de los bancos –que deben de cumplir con ratios de capital concretos y que están sujetos, en el caso europeo a los distintos Fondos de Garantía de Depósitos (FGD) nacionales–, las plataformas no tienen que informar sobre su balance ni sobre si tienen “los medios para pagar los rendimientos”.
Mientras la SEC concentra sus esfuerzos en evitar un “nuevo FTX”, Europa sigue esperando la aprobación definitiva de la normativa que regulará los criptoactivos (MiCA). Esto genera una realidad diferente para inversores a un lado y otro del Atlántico, al menos por el momento. “Es posible que EE UU presione al sector bancario y político europeo para seguir sus pasos”, estima Javier Pastor, director de Formación Institucional de Bit2Me.
Pastor defiende que su firma, que ofrece programas del mismo tipo bajo el nombre de ‘Earn’ (ganar, en inglés), defiende que el problema es que “no hay actualmente un consenso ni un acuerdo que ayude y promueva el crecimiento de la industria”. La clave para él pasa por garantizar que las firmas no deleguen las monedas de sus clientes a terceras entidades y que los mismos puedan retirar sus activos cuando lo desean.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, resaltó en diciembre pasado que MiCA debía ser complementada con otra regulación para los préstamos y el staking. Al mismo tiempo, Fabio Panetta, miembro del comité ejecutivo del BCE, recordaba en una de sus últimas comparecencias que, tras la crisis de la stablecoin Terra en mayo de 2022, fueron los servicios de préstamos y staking los que más sufrieron el derrumbe de las cotizaciones, con pérdidas de más de 80.000 millones de euros.
Solo Alemania ha avanzado en una regulación propia para esta actividad. La Autoridad Federal de Supervisión Financiera considera a los criptoactivos como instrumentos financieros, por lo que ciertas formas de staking y préstamos podrían ser consideradas como actividades reguladas.
Mientras tanto, nuevos jugadores parecen incorporar esta oferta para sus consumidores. Por ejemplo, el neobanco Revolut, que cuenta con un millón de usuarios en España, ha comenzado a ofrecer beneficios de hasta el 11% para sus usuarios europeos operen con sus tokens en su billetera electrónica.
Los inversores aceleran un cambio de estrategia
- Cambios en cartera. El nuevo empeño de la Administración estadounidense en regular estos activos está acelerando el interés de los inversores por los tokens USDT, la mayor moneda estable del mundo por volumen de operaciones y una de las pocas que está establecida fuera de Estados Unidos –y fuera del campo de actuación de sus supervisores y reguladores–.
- Fuertes compras. Los inversores han adquirido, solo durante el pasado martes, más de 2.500 millones de dólares (unos 2.330 millones de euros) en USDT, al tiempo que vendían sus activos en USDC y BUSD, otras monedas similares que sí podrían sufrir cambios en base a las decisiones del regulador estadounidense.
- Actores relevantes. La última palabra no está dicha, señalan fuentes del sector. Desde Bit2Me destacan que la empresa que emite la moneda USDC, está participada por BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo. “Esto podría cambiar las cosas a favor de esta cripto”, afirman desde la plataforma de intercambio.
- Mirada europea. Las principales empresas que operan de manera local destacan que el riesgo de estos últimos movimientos es que extienden más aún la falta de claridad regulatoria. Esto, aseguran, afecta no solo a los usuarios sino también a las empresas y desarrolladores
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