Lagarde confirma una subida de tipos de 50 puntos básicos en marzo
Considera que las presiones inflacionistas siguen siendo elevadas
Los bancos centrales están decididos a hacer lo que sea necesario para doblegar la inflación. En su intervención antes el Parlamento Europeo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha confirmado una subida de 50 puntos básicos en la próxima cita. Es decir, repetirá el movimiento de nuevo, una estrategia que viene implementando desde diciembre. “En vista de las presiones inflacionistas subyacentes, tenemos la intención de aumentar las tasas en otros 50 puntos básicos en la cita de marzo”, remarcó. Con este movimiento los tipos se situarán en el 3,5%. De esta afirmación se desprende la idea de que, aunque los precios se han moderado en los últimos meses, la institución europea se muestra preocupada por la persistencia de presiones inflacionistas que podrían avivarse a medida que los trabajadores exijan un aumento de los precios para conservar el poder adquisitivo.
Después de que en las últimas jornadas varios miembros de la considerada ala dura dejaran la puerta abierta a repetir el movimiento en las citas de mayo y julio, Lagarde aseguró que evaluarán los datos reunión a reunión. Es decir, rehusó dar más detalles de cuáles serán sus intenciones a la espera de nuevas referencias. “Tomaremos las medidas necesarias para devolver la inflación al objetivo del 2%”. “Mantener los tipos de interés en niveles restrictivos con el paso del tiempo reducirá la inflación amortiguando la demanda y también protegerá frente al riesgo de un cambio persistente al alza de las expectativas de inflación”, ha remarcado.
En un momento en el que las principales instituciones están revisando al alza las perspectivas de crecimiento y empiezan a dejar atrás el temor de recesión, Lagarde considera que la economía seguirá débil. “Aunque la confianza está aumentando y los precios energéticos han disminuido, esperamos que la actividad económica siga débil en el corto plazo”, ha defendido. Después de los últimos datos publicado, Lagarde ha constatado que la economía se ralentizó en la recta final de 2022, pero no se paralizó. Fruto de este mejor desempeño el resultado final “ha sido mejor de lo esperado, inicialmente”.
No obstante, este alivio no significa que los riesgos se hayan esfumado. Con la vista puesta en los próximos meses es de esperar que el crecimiento siga siendo lento. La responsable de la política monetaria considera que los riesgos para el crecimiento son ahora más equilibrados porque, aunque la guerra sigue generando presión, la caída de los precios energéticos apoyarán a la economía y ayudarán a templar la inflación, que sigue siendo muy elevada.
Como ha venido siendo una tendencia incluso en los momento más duros de la crisis, la presidenta del BCE ha aprovechado su intervención para pedir a los políticos un esfuerzo. Lagarde ha instado a los gobiernos y a la Eurocámara que lleguen a un acuerdo para retornar a las reglas fiscales. Unas medidas que ayudarán a contener el déficit y la deuda después de su suspensión tras el estallido de la pandemia. “La reforma del marco de gobernanza económica de la UE tiene que avanzar”, ha insistido.
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