Arranca la nueva era de las indicaciones geográficas para la protección de los productos artesanales e industriales
Artículos como la piel de Ubrique, la cerámica de Sargadelos, o la cuchillería de Albacete podrán gozar, por fin, de protección legal
Arranca la nueva era de las indicaciones geográficas para la protección de los productos artesanales e industriales A partir de hoy, 1 de diciembre de 2025, productos tradicionales como la piel de Ubrique, la cerámica de Sargadelos, o la cuchillería de Albacete podrán gozar, por fin, de protección legal mediante la figura de las indicaciones geográficas (IGs). Las Comunidades Autónomas preparan sus productos para este nuevo sello de calidad que otorga reconocimiento y protección a su origen artesanal e industrial.
Las indicaciones geográficas son derechos de propiedad intelectual que protegen el nombre de un producto que tiene una serie de cualidades específicas o reconocimiento vinculados a su territorio de producción.
En Europa, las IGs como sistema común de protección de derechos estaba reservado exclusivamente a los vinos y las bebidas espirituosas, así como a los productos agrícolas y alimenticios, incluidos los vinos aromatizados. No existía un sistema similar de protección para productos artesanales e industriales.
Como ocurría en España, los productores europeos que deseaban proteger sus productos artesanales o industriales en aquellos países donde no se preveía la figura jurídica de las IGs para este tipo de productos (países como Francia y Portugal, sí protegen productos artesanales mediante IGs desde hace años), solían recurrir al sistema de las marcas colectivas o de certificación como mecanismos legales alternativos. Sin embargo, estos sistemas de protección garantizan las cualidades propias del producto, pero no preservan su origen geográfico.
Este panorama ha cambiado con la publicación del nuevo Reglamento (UE) 2023/2411, sobre la protección de indicaciones geográficas para productos artesanales e industriales, que establece un sistema de protección armonizado para este tipo de productos en la Unión Europea.
Según esta nueva normativa europea, desde el 1 de diciembre de 2025, agrupaciones de artesanos, productores, asociaciones locales e incluso, en casos excepcionales, productores individuales, podrán obtener el sello de IG para identificar y proteger productos artesanales e industriales cuya calidad o reputación estén vinculadas a un territorio concreto. Para beneficiarse de esta protección, los productos deben cumplir tres criterios: el producto debe ser originario de un lugar o país concreto; su calidad, reputación u otra característica debe ser esencialmente atribuible a su origen geográfico, y; al menos, una de sus fases de producción debe tener lugar en la zona geográfica definida.
El procedimiento de registro de las IGs de productos artesanales e industriales se desarrolla en dos fases; una primera fase nacional en la que los productores presentarán sus solicitudes de indicación geográfica ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma si el ámbito territorial es exclusivamente autonómico o ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) si es un ámbito supraautonómico.
Una vez examinadas, publicadas y aceptadas por laautoridad nacional, la OEPM dará traslado de dichas solicitudes a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) que, tras un nuevo examen y publicación a efectos de oposiciones, es el órgano competente para su registro. Una vez publicado el registro de la indicación geográfica de la UE, los productores podrán colocar el sello oficial de «indicación geográfica protegida» en sus productos artesanales e industriales.
Este nuevo sistema viene a unificar el marco legal europeo de protección de los productos artesanales e industriales, creando, por fin, una figura única válida en toda la Unión Europea.
Europa aborda así la urgente necesidad de proteger a los productores artesanales e industriales, y viene a afianzar un patrimonio cultural importantísimo en estos ámbitos, mejorando la confianza y la visibilidad de productos tradicionales cuyas características esenciales están precisamente en su origen.
Esta nueva normativa protegerá el mercado, ya que se otorga a los productores la capacidad legal de actuar contra la comercialización ilícita de productos que utilicen sus nombres protegidos a la vez que se garantiza a los consumidores la adquisición de productos auténticos.
Europa da un paso adelante y amplía la protección de lo que debe preservarse por cultura y tradición, siendo indudable que España, con su valioso patrimonio artesanal, ocupará un lugar relevante en este nuevo reto por defender lo genuino.
Actualmente, España ocupa el tercer puesto de la UE con 388 denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas de productos de calidad. Un informe del Consejo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de 30 de julio de 2025, menciona que según el último estudio realizado por la oficina Europea de Propiedad intelectual (EUIPO) en España, existirían 48 indicaciones geográficas artesanales e industriales potencialmente registrables.
