Sin olvidar sus raíces: así crecen los bufetes
Las oficinas de origen no dejan de ser una buena fuente de ingresos para los despachos de abogados; son el epicentro en el que se articulan sus estrategias de crecimiento

Nacieron como pequeños despachos de provincia, impulsados por unos pocos abogados y una cartera de clientes cercana. Con el tiempo, aquellos proyectos fueron creciendo, ganando presencia en sus regiones y construyendo una reputación que pronto trascendió las fronteras locales. Lo que empezó como una pequeña oficina, con recursos limitados y un alcance local, acabó convirtiéndose en una firma reconocida. Hoy, lejos de aquella etapa inicial, estos bufetes compiten con grandes firmas del país, decididos a seguir creciendo sin perder su sello de origen. Aunque muchos ya operan en distintas ciudades de España —especialmente en zonas clave como Madrid o Barcelona—, su corazón sigue latiendo en casa.
CincoDías ha consultado a varios de estos despachos, cuyos responsables confirman esta vocación por lo local. “La sede de origen sigue siendo un centro neurálgico de la firma, con un peso significativo tanto en volumen de trabajo como en estrategia global”, señala Carrillo, bufete que nació en Murcia y cuenta actualmente con 12 abogados dentro de un equipo de más de 120 profesionales, y dispone de diez oficinas repartidas por la provincia, Alicante, Madrid y Barcelona.
Para el despacho murciano, el peso de lo local sigue siendo la pieza angular en su negocio: “Es el motor principal de la firma y el lugar donde se concentran los proyectos más estratégicos, especialmente en áreas como asesoría fiscal, jurídico y laboral”. Aproximadamente, apuntan, de los 34 millones de euros que la firma factura actualmente, “el 52% de la facturación proviene de su desempeño en la región murciana”.
La evolución de Broseta, firma arraigada en Valencia desde hace medio siglo, también refleja la importancia de mantener a flote su base local. “Es nuestro origen, donde nacimos como despacho de abogados en 1975”, recuerda Alejandro Ríos, socio director de la oficina de Valencia de Broseta. Su oficina, que ya cuenta con un centenar de abogados, no solo es una sede nostálgica, sino que es el punto de partida para seguir creciendo.
Gracias a ello, señala Ríos, la firma está ubicada en ciudades como Madrid, Barcelona o Lisboa, y forma parte de la Red Legal Iberoamericana, una unión de despachos con presencia en toda América Latina. Pese a su expansión, el despacho mantiene un fuerte arraigo en su ciudad natal, de los 38 millones de euros de facturación, la sede valenciana atesora “un 40% de la cifra de negocio”, detalla Ríos; sin embargo, es la sede madrileña la que copa la mayor parte de los ingresos.
“Nuestros clientes y actividad están fundamentalmente centrados en el norte, donde se desarrolla un 90% de la actividad”, comenta José Ignacio Pérez de Albéniz, socio director general de Arpa Abogados Consultores, una firma con un equipo de 60 letrados que gana peso en Pamplona. El responsable destaca que la sede principal, situada en la capital navarra, es el motor del resto de oficinas, localizadas en Madrid y San Sebastián. El despacho factura 7,6 millones de euros, de los cuales “el 95% corresponde a la zona norte”, precisa Pérez de Albéniz. Desde ese arraigo, el objetivo de Arpa es seguir ampliando su presencia en el panorama nacional, acompañando a clientes de distintos sectores, entre ellos, multinacionales europeas, americanas, chinas y coreanas con operaciones en España.
Visión local o nacional
La fortaleza de su negocio en las zonas de origen ha sido el impulso que ha permitido a muchos de estos bufetes extenderse por toda España. Sin embargo, surge una duda: ¿es mejor reforzar su huella en el territorio local o consolidar su presencia nacional? Las firmas consultadas tienen posiciones diversas. El plan de Arpa, por ejemplo, pasa por reforzar su presencia fuera de Navarra. “Nuestra firme intención en los próximos años es seguir creciendo en Madrid y en Guipúzcoa, con nuevas incorporaciones de profesionales y de clientes”, cuenta Pérez de Albéniz. Asimismo, el socio director expresa que también están interesados “en otras plazas como Zaragoza o La Rioja”, así como en ampliar “nuestra red de colaboradores en diferentes puntos de España”.
También en el norte, CCS Abogados, bufete afincado en Galicia, tiene como objetivo fortalecer su estructura global y seguir reforzando sus áreas de práctica. “El desarrollo se producirá especialmente en los ámbitos de competencia, financiero y consumo, con proyectos planteados a medio y largo plazo”. Con sedes en A Coruña, Vigo y Madrid, y un equipo de unos 53 abogados y 13 millones de euros de facturación, el despacho aclara que su objetivo es crecer de forma orgánica, sin adquirir ni integrar otras firmas. Broseta, por su parte, centra sus esfuerzos en reforzar su oficina de Barcelona, además de consolidar su presencia en la Península y el mercado ibérico a través de su sede en Lisboa.
Sin embargo, no todos los bufetes priorizan la expansión a nivel nacional. Es el caso de Carrillo: “Seguimos viendo un enorme potencial en la región y buscamos aprovechar las oportunidades de expansión dentro del mismo territorio, pero estamos abiertos a otras grandes ciudades y regiones de España como venimos haciendo hasta ahora, de ahí nuestro extraordinario crecimiento”, comentan. A este plan se suma la alianza que ha sellado con el fondo suizo Ufenau Capital Partners, con el objetivo de entrar en “un nuevo grupo empresarial de servicios jurídicos que nos coloque entre las diez principales firmas del país”, a través de otras despachos de abogados independientes que, “como Carrillo o Sagardoy, tengan una fuerte especialización en su nicho de actividad”, indican.
Competir desde casa
La competencia en el sector legal es cada vez más intensa, y los grandes despachos continúan afianzándose en las provincias con mayor dinamismo económico. Este escenario ha llevado a que los bufetes regionales tengan que competir con las grandes marcas de la abogacía de los negocios. Estos despachos plantan cara a grandes firmas —como Garrigues, Cuatrecasas o Uría Menéndez— en sus territorios de origen. ¿La clave? Conocer el entorno y mantener una relación directa con los clientes que sostienen el pulso del tejido empresarial local.
“Competir desde el territorio de origen con otros grandes despachos nacionales e internacionales es un desafío que Carrillo ha logrado afrontar con éxito”, admite el bufete murciano, que subraya que su fortaleza reside en el trato mano a mano con el cliente. “Un aspecto que, a veces, es difícil de replicar para las grandes firmas que operan a nivel nacional o internacional”, añaden.
Una explicación similar comparte Arpa Abogados Consultores, que considera que la cercanía sigue siendo esencial, aunque resaltan otro elemento determinante: la política de precios. “Nos permite asesorar a medianas y grandes empresas, y también multinacionales que buscan un buen conocimiento del entorno y unos precios que sean razonables, competitivos y que reflejen el valor aportado”, apuntan.
Para CCS Abogados, no obstante, la competencia local ha quedado atrás. “Hoy ya no está limitada por el territorio, y competir desde nuestra sede de origen ya no significa hacerlo solo en un ámbito local”, señalan. El bufete gallego cree que la clave del éxito reside en ser capaces de operar en todo el territorio nacional, independientemente del lugar desde el que se trabaje. “Vivimos en un entorno plenamente globalizado, donde los clientes, proyectos y oportunidades se mueven sin fronteras”.
En este contexto, explican desde la firma gallega, los despachos tienen que mantener unos estándares de calidad comparables con los de cualquier gran firma nacional o internacional, y, para ello, la clave está en “la tecnología, la especialización jurídica y una cultura de innovación constante”.
El motor de los despachos en la región
Murcia. Carrillo ha centrado parte de su crecimiento en la creación y gestión de holdings para sus clientes empresariales. “Esta estrategia nos ha convertido en un verdadero motor de desarrollo local”, señalan. Gracias a estas operaciones, afirman, “nos hemos consolidado como un actor clave en la economía de la región”. Asimismo, su departamento de cultura también se ha consolidado como un área de referencia en la región. El departamento se dedica a asesorar a las entidades para la financiación de proyectos culturales a través de inversiones privadas a cambio de beneficios fiscales. “La cultura es más de la mitad de nuestro negocio; somos los asesores legales y fiscales de casi el 80% de los promotores musicales en España”, destacan.
Galicia. CCS Abogados ha desarrollado una especialización en derecho de la competencia que le ha permitido reforzar su posición en la región. “Somos la firma que ha consolidado el mayor número de reclamaciones de daños derivados de cárteles en España en los últimos seis años”, indican desde el despacho. Entre sus casos recientes, figura la reclamación contra Booking por cláusulas contractuales anticompetitivas impuestas a los hoteles españoles. La firma colabora con la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), que representa a 16.000 empresas asociadas para que puedan presentar una demanda contra la plataforma de viajes.
Valencia. Broseta se ha hecho fuerte en la localidad valenciana por su gestión asesorando a compañías y fondos en operaciones de compraventa en el segmento mid-market. “Especialmente en procesos de obtención de fondos y financiación pública”, ejemplifica Alejandro Ríos, socio director de la oficina de Valencia. Asimismo, el bufete local ha ganado presencia en el ámbito de la empresa familiar, “como puede ser en materia de protocolos familiares o de buen gobierno corporativo”.
Navarra. Arpa Abogados ha sumado enteros en Navarra por el asesoramiento de empresas, especialmente en materia fiscal, planificación patrimonial, compraventa de sociedades, operaciones de reestructuración y concursos e insolvencias. Sectores que, según José Ignacio Pérez de Albéniz, socio director general de la firma, mantienen el pulso del tejido empresarial de la localidad.