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En colaboración conLa Ley

Agosto: una pausa relativa para los líderes de grandes bufetes

La flexibilidad y la organización del equipo les permiten descansar sin perder el control del despacho. Estar localizables para los clientes forma parte de su compromiso profesional

Agosto sigue siendo el mes vacacional por excelencia en España, pero para quienes dirigen los grandes despachos de abogados no significa, ni mucho menos, una desconexión total. El ritmo baja, sí, pero la exigencia del cargo, el contexto internacional y la necesidad de atender operaciones o urgencias impiden cerrar del todo el portátil o apagar el teléfono.

Así lo cuentan seis directivos de grandes firmas legales consultados por CincoDías. Son Coral Yáñez (Bird & Bird), Hugo Écija (ECIJA), Jabier Badiola (Dentons), Jacobo Martínez (Eversheds Sutherland), Mireia Sabaté (Baker McKenzie) y Teresa Zueco (Squire Patton Boggs). Aunque sus estilos y preferencias varían, todos comparten un enfoque común: la actividad del despacho no para en agosto, solo cambia la forma de organizarse.

Un patrón común durante esta época estival, en las firmas consultadas, es la organización interna por equipos o turnos para garantizar una cobertura mínima en todo momento. Esa estructura permite a los directivos tomarse unos días con más calma, aunque sin desconectar del todo. Algunos revisan el correo un par de horas al día; otros ni siquiera activan un mensaje de “fuera de la oficina”. Estar localizables para clientes y compañeros, explican, es parte natural de su función y un reflejo de su manera de entender el liderazgo y el servicio.

Para ellos, más que un paréntesis, las vacaciones son una forma distinta de estar disponibles: otro entorno, otro ritmo, pero mismo compromiso. Viajar, estar con la familia y los amigos, practicar deporte o leer se convierten en actividades fundamentales que les permiten renovar la energía y ganar perspectiva. Unos encuentran en el mar el mejor refugio, otros aprovechan para descubrir lugares que solo conocían por trabajo. Incluso, los hay que confiesan haber tomado decisiones estratégicas en medio de una etapa ciclista, buceando o haciendo trekking.

La última semana de agosto es más de transición. El descanso comienza a ceder paso a la revisión de agendas, la preparación de reuniones y la coordinación de temas pendientes con sus equipos. En un entorno internacional y tan competitivo donde las operaciones no entienden de calendarios, saber combinar responsabilidad y momentos de desconexión parece ser el verdadero reto en agosto para estos directivos. Su premisa: asumir una forma de liderazgo más silenciosa, pero eficaz, en firmas que no se detienen, aunque sea verano.

Coral Yáñez (Bird & Bird)

“La desconexión total no existe, al menos en mi caso”

Para la socia directora de Bird & Bird en España, agosto es el mes más tranquilo y esperado del año. “Aunque siempre hay excepciones, suele ser un periodo de menor actividad laboral, lo que me permite aminorar un poco el ritmo habitual de trabajo”. Salir de Madrid, pasar tiempo con su familia y leer son sus formas de desconectar, aunque admite que para ella “la desconexión total no existe”. Cada día dedica como mínimo un par de horas a revisar asuntos en marcha y responder a las cuestiones que no pueden demorarse. Para ello, mantiene el teléfono operativo. “Trato de concentrar las llamadas a primera hora de la mañana y última de la tarde”. Pero hay tareas que a menudo requieren más tiempo, incluso en pleno agosto. Por ejemplo, hace dos veranos, coordinó desde la playa durante varios días la incorporación de tres nuevos socios. La última semana de agosto no difiere demasiado del resto del mes, pero ya tiene la vista puesta en septiembre. El mar, el mar, de Iris Murdoch, y The Given Day, de Lehane son los dos últimos libros que ha leído y recomienda.

Hugo Écija (ECIJA)

“El deporte es, sin duda, mi manera de desconectar”

El presidente ejecutivo de ECIJA define agosto como una pausa en el ritmo habital de trabajo, aunque reconoce que la desconexión total es incompatible con su responsabilidad. “Mi teléfono está siempre operativo”, afirma. El deporte, especialmente el triatlón, es su vía para encontrar el foco. “Entrenando encuentro la posibilidad de reflexionar, ordenar prioridades y visualizar la estrategia con mayor perspectiva”. De hecho, afirma haber tomado decisiones estratégicas clave desde la bici o nadando en el mar. Recuerda una anécdota: “Estaba en el triatlón de Alpe D’Huez y antes de la salida recibí una llamada sobre la operación más grande del año, que tenía peligro de descarrilar. Al terminar, propuse una solución que contentó a todas las partes y se cerró con éxito”. Para Hugo Écija, el verano es el momento ideal para renovar ideas, incorporar nuevas perspectivas y reforzar hábitos que luego se trasladan a la vida profesional.

Jabier Badiola (Dentons)

“La clave está en la organización y el equilibrio”

Para Jabier Badiola, socio director de Dentons en España, agosto es una época más tranquila que permite un respiro y una perspectiva diferente, aunque admite que no deja de mirar el móvil y revisar correos. “El despacho no cierra y pueden surgir asuntos que requieren atención inmediata”. Por ello, se organiza para seguir estando disponible para clientes y compañeros, pero dejando tiempo libre para la familia, los amigos, el mar, la lectura y la gastronomía. “Esa combinación me permite oxigenarme y volver con energía renovada”. Sin olvidar que siempre pueden surgir imprevistos: “Recibí una llamada urgente desde una cala escondida y tuve que coordinar en pocas horas a equipos repartidos en tres husos horarios distintos”, rememora. Entre sus recomendaciones para este verano están el libro de Tomás de la Quadra-Salcedo, El poder y la ley, la película El Reino de Rodrigo Sorogoyen y perderse en alguna cala del Mediterráneo.

Jacobo Martínez (Eversheds Sutherland)

“Cambio de entorno, pero el teléfono sigue activo”

“En agosto baja de ritmo, pero el despacho no se para”. Así describe el socio director de Eversheds Sutherland en España su mes de agosto. En estos días aprovecha para cambiar de entorno: estar cerca del mar, leer, jugar al golf y pasar tiempo con la familia y los amigos. Aunque eso sí, siempre con el teléfono encendido. “Forma parte del trabajo y de mi responsabilidad”, subraya. La última semana de agosto la dedica a planificar el último tramo del año. “Es un periodo clave tanto para nuestro negocio como para el de nuestros clientes”. Siempre se asegura de que su destino de vacaciones tenga buena conectividad: “Es un factor fundamental en mi decisión final”. Entre sus sugerencias para este verano, destaca Nexus, el último libro de Yuval Noah Harari, y como destino especial, Vietnam, en especial, Halong Bay. Suele acompañar la lectura con música clásica o new age, y si tiene que elegir, se inclina por los Nocturnos de Chopin.

Mireia Sabaté (Baker McKenzie)

“La flexibilidad nos permite un equilibrio en vacaciones”

Mireia Sabaté, socia codirectora de Baker McKenzie en España, suele tomarse unos días de descanso hacia la segunda quincena de agosto. “En los primeros días del mes la actividad es mucho mayor de lo que era hace unos años”. Sabaté destaca que la flexibilidad le permite organizarse y mantener un equilibrio entre lo personal y lo profesional, especialmente durante las vacaciones. “Distribuimos al equipo por departamentos para cubrir cualquier situación no prevista”, explica. Aun así, mantiene el teléfono siempre operativo por responsabilidad con sus clientes. Para desconectar, elige viajes con su familia a destinos nuevos o que solo conoce por trabajo. “Paseos, largas sobremesas, una buena novela, bucear con mis hijos, o sorprenderles con algo inesperado son lo que más me ayuda a desconectar”, afirma. Recomienda la novela Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena y, como destino para relajarse, Croacia.

Teresa Zueco (Squire Patton Boggs)

“La idea de que en agosto se para todo está anticuada”

Para Teresa Zueco, socia directora de Squire Patton Boggs en España, agosto no es un mes inactivo. En Squire Patton Boggs, los abogados se autorregulan las vacaciones y los periodos de dos semanas de descanso son lo habitual. “El único requisito es que siempre haya un mínimo de abogados de cada seniority y staff y que tengan el plan de vacaciones con antelación”. Reconoce que no es fan del concepto desconectar: “Me gusta lo que hago y no siento esa necesidad”. Aunque sí intenta organizarse para tener tiempo con sus hijas y viajar en esta época. Nunca pone el aviso de out of office: “Estoy localizable siempre y sin drama”. Recuerda una llamada que recibió haciendo trekking en Islandia, con mochila a cuestas y un frío extremo: “Estuve una hora al teléfono con un cliente de Brasil sin que notara nada”. Sus recomendaciones son: el libro Happy-Go-Lucky, de David Sedaris, el cine asiático de zombis y, como destino, Madagascar.

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