Joan María Xiol (candidato a decano del ICAB): “El colegio se ha enquistado, se ha cerrado como una ostra en sí mismo y nadie sabe qué hace”
El candidato a decano de la ICAB reclama que el colegio recupere el prestigio y un protagonismo perdido durante estos últimos años, que vuelva a ser un altavoz en temas sociales y en asuntos críticos, como la publicación de los baremos. Y cree que los candidatos más jóvenes se presentan por otros intereses

De los cinco candidatos a liderar el decanato del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), Joan María Xiol (Barcelona, 1945) es el más veterano, pero pocos saben que fue campeón de ralis de Cataluña en 1973. Especializado en responsabilidad civil, se presenta como un profesional del derecho que en sus 57 años de colegiación “ha hecho de todo”, salvo ser decano. Por teléfono, explica a CincoDías que se ha perdido el liderazgo y prestigio del colegio, por lo que su compromiso es recuperarlo, aunque reconoce que no lo logrará de la noche a la mañana. Sostiene con ironía que él sabe más “por viejo que por diablo” y asegura que está comprometido con defender a los profesionales que estén en una posición más débil y con ofrecer soluciones a los problemas del turno de oficio y los honorarios. Esto es lo que nos ha contado.
Díganos su diagnóstico: ¿qué retos afronta la abogacía de Barcelona?
Que vuelva a tener la presencia social que hace muchos años que ya no tiene. Un decano es de las diez personas más mayores que se proponen para regir el destino de una asociación. Antes, cuando alguien se presentaba para decano del Colegio de Abogados, era como la última cosa que se hacía después de haber tenido una plena vida profesional. Pero después, ha pasado que los candidatos jóvenes, que no han tenido suficiente vida profesional, pretenden otra cosa a través del decanato que no es regir el destino del colegio.
¿Y los problemas urgentes?
Son varios: el turno de oficio, los honorarios, las costas. A los colegios que tenían unos baremos y unos honorarios los han multado, es increíble. Ahora resulta que, sin baremos, cuando un juzgado debe resolver sobre si una minuta es correcta, no tenemos ni una sola referencia para que el Letrado de la Administración de Justicia pueda decir tendríamos que rebajar o establecer planteamientos correctos. El colegio de abogados debería hacer algo, pero como no hace nada, tendremos que volver al colegio que teníamos antes para que podamos discutir estas cuestiones.
Defienda su candidatura, ¿por qué deberían votarle?
No voy a ser demasiado orgulloso, pero yo dentro del colegio he hecho de todo, lo único que no he sido es decano. Yo estuve de vicedecano y creo que la gente, sobre todo los mayores de 45 años, saben cómo yo soy capaz de interesarme y resolver sus problemas. De los demás no se sabe porque no han hecho nada nunca.
“Los candidatos jóvenes, que no han tenido suficiente vida profesional, pretenden otra cosa a través del decanato que no es regir el destino del colegio”
¿Cuál es el lema de su campaña?
No tengo ninguno, pero es igual. El colegio tiene que salir a defender en cualquier momento no solo los abogados de Barcelona, sino a todos los abogados de toda España y además a todos los ciudadanos de España en cuanto se producen cuestiones de tipo social en los que el colegio no dice nada. Si tuviera que elegir un lema, diría: ¿quieres tú un colegio de prestigio como el que había antes de este siglo?
¿Qué medidas implementaría en sus primeros 100 días?
Si lo más importante es devolver el prestigio, esto no se produce en dos días. Implicará un cierto tiempo. Si surgen cuestiones de tipo social, pues intentar que todo el mundo se entere, que el colegio está allí, que tenemos intención de ayudar no solo los abogados, sino a la sociedad en general.
¿Qué es lo que se ha hecho bien y qué se ha hecho mal en los últimos años?
Es difícil calificar de bien o mal lo que no se sabe. Lo que sí puedo decir es que el colegio se ha enquistado, se ha cerrado como una ostra, en sí mismo, y nadie sabe qué hace. No tenemos constancia de que haya hecho absolutamente nada, y menos en el aspecto social. Hemos de recuperar el prestigio, pero esto no se consigue en un día dos. Si yo soy el decano, el colegio estará allí ofreciendo soluciones, ofreciendo apoyo a los débiles.
¿Qué reconoce de las otras cuatro candidaturas?
Hay muchos de los vocales que se presentan que son personas importantes dentro del colegio, son conocidos. Los candidatos a decano y vicedecano, no tanto. Dentro de los que tienen alguna posibilidad de salir, Cristina Vallejo y Joan Ramón Ramos, debemos considerar que el señor Ramos no sabe lo que es un juzgado. Y la mayoría de las cuestiones que se dilucidan en un colegio de abogados está en relación con jueces y tribunales. No sé si sería conveniente, porque este señor será todo lo que usted quiera, pero abogado, abogado, no sé si lo podría ser. Abogado es aquel personaje independiente con licenciatura de derecho y que además se dedica a defender a los demás ante tribunales. En cambio, los que se dedican al área fiscal, más que abogados son asesores, que también puede ser un economista. Pero en los asuntos judiciales solo pueden intervenir los abogados. Quizás tendríamos que delimitar qué es un abogado.
“Si pierdo, me pondré a disposición de quien gane, lo felicitaré y le diré que disponga de mí para lo que quiera”
¿Cuál quiere que sea la impronta que deje su equipo, si resulta elegido?
Que todo el mundo tenga la confianza de que cualquier cosa que se me plantee, será tratada como siempre lo hemos hecho con mis compañeros.
¿Qué tiene previsto hacer si pierde?
Mi vida profesional continuaría en ambos casos, pero si pierdo, me pondré a disposición de quien gane, lo felicitaré y le diré que disponga de mí para lo que quiera.
Cuéntenos un poco de usted: las razones que le llevaron a estudiar derecho
Lo de estudiar derecho, lo eligieron mis padres. Mi padre era abogado y venía dado. Pero cuando uno conoce la profesión, empieza a quererla: me ha encantado ser abogado y estoy contentísimo. Pero lo que más me gusta de mi profesión es la relación que se entabla entre cliente y abogado, es lo mejor. La abogacía ha llenado toda mi vida y como Xiol sabe más por viejo que por diablo, ahora ha llegado el momento en que ofrezco a mis compañeros que empiezan o que están en medio de su carrera profesional lo que yo pueda saber.
¿Y sus aficiones? ¿Cómo se ve en cinco años?
Soy presidente del Tribunal Catalán del Deporte desde hace 30 años y hace 57 años que estoy en el Colegio de Barcelona. También fui campeón de Cataluña de ralis, en 1973. En cinco años más seguiré siendo el mismo que he sido siempre, hasta que me muera.