La neobanca espera luz verde para gestionar pagos de la Seguridad Social antes de verano
Las entidades ‘fintech’ denuncian un trato desigual con la banca tradicional, pues la norma no las habilita para cobros básicos como el paro o las pensiones

Los neobancos, la banca de nueva generación que presta servicios con soporte meramente tecnológico, también conocidos como fintech, continúan en su particular batalla para ser reconocidos legalmente como entidades financieras con todas las de la ley; y en concreto, como entidades colaboradoras de la Seguridad Social. Una condición que el marco legal aún no les concede de forma expresa.
No obstante, fuentes del sector anticipan que esta situación puede cambiar antes de verano. De conseguirlo, entidades de pago como Nickel o Revolut entrarían en la lista de plataformas donde es posible gestionar cobros básicos asociados a las arcas públicas, como el paro, la nómina, la cuota de autónomo o el pago de cualquier pensión.
Al carecer de esta condición, estas entidades de pago, como las conoce la ley, denuncian estar en una situación de desventaja en el mercado respecto a la banca tradicional. “El año pasado ya se adaptó la normativa para que las entidades de pago pudieran convertirse en colaboradoras de la Agencia Tributaria”, explica Carles Marcos, representante de la vertical de neobancos de la Asociación Española de Fintech y Insurtech (AEFI) y director general de Qonto España.
N26, otro de los neobancos, ya cuenta con esta capacitación de entidad colaboradora de la Seguridad Social y la Agencia Tributaria. Esta entidad cuenta con licencia bancaria completa, por lo que tiene consideración de banco, según explican desde la entidad.
Sin embargo, con la Seguridad Social esto aún no se ha dado un cambio semejante. “La gran mayoría de los usuarios que se relacionan habitualmente con la Seguridad Social, como los trabajadores en paro, los autónomos o los receptores de ayudas, necesitan tener activa una cuenta corriente en un banco tradicional. Eso por definición crea una posición de ventaja de estos grandes bancos sobre el resto de jugadores del sector financiero. Los primeros son imprescindibles para este tipo de usuario y los segundos no”, denuncia Marcos.
No obstante, hay esperanza de que la modificación normativa necesaria para cambiar este statu quo podría estar al caer; incluso ser aprobada en las dos cámaras antes del verano, según la estimación de la AEFI. En concreto, el escollo se salvaría con una sencilla modificación en el Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social, donde se aclare que dichas entidades, que sí están reconocidas por el Banco de España, gozan también de la condición de colaboradoras.
Avance lento
Precisamente, en diciembre, este apunte se anexó ya en una enmienda al proyecto de Ley por el que se crea la Autoridad Administrativa Independiente de Defensa del Cliente Financiero. El texto, sin embargo, aún espera la luz verde de las cámaras y va camino de cumplir tres años desde el inicio de su tramitación.
Mientras que la burocracia parlamentaria avanza, las entidades tecnológicas defienden lo suyo. Se presentan como una herramienta idónea para luchar contra la exclusión financiera, sobre todo en zonas despobladas donde a la banca tradicional ya no le interesa mantener sus sucursales. “Esta especificación en la Ley de la Seguridad Social resulta necesaria para aumentar la seguridad jurídica”, defiende Mónica Correia, CEO de Nickel, la entidad de pagos tecnológica de BNP Paribas, pues en su opinión ayudaría a “dar acceso a los ciudadanos a un mayor número de entidades que les puedan prestar estos servicios”.
Nickel, por ejemplo, presta servicios financieros a través de más de 2.300 puntos de acceso en comercios locales, como tiendas, estancos y loterías, que funcionan a modo de cajero. Sellar una alianza con la Seguridad Social, defiende Correia, ayudaría garantizar que “los usuarios más vulnerables, tales como personas mayores, habitantes del mundo rural y colectivos afectados por la brecha digital, entre otros, tengan acceso pleno al sistema financiero”.

