El símbolo de la lucha ucraniana “Russian warship, go fuck yourself” no puede ser registrado como marca europea
El Tribunal General de la Unión Europea considera que es un eslogan político sin fuerza para identificar productos concretos frente a los consumidores
“Russian warship, go fuck yourself”, una frase que se ha convertido en símbolo de la lucha de Ucrania contra la agresión rusa, no puede registrase como marca europea. El Tribunal General de la Unión Europea ha rechazado de plano el recurso interpuesto por la Administration of the State Border Guard Service of Ukraine (Kiev, Ucrania) contra la resolución de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) de 1 de diciembre de 2023, que denegó el registro por ser un eslogan político “carente de carácter distintivo” para comercializar la amplia gama de productos solicitados (servicios de edición, entretenimiento y deporte).
La frase en cuestión, en español “Buque de guerra ruso, vete a la mierda”, es un grito de guerra lanzado por un guardia de fronteras ucraniano en la Isla de las Serpientes el 24 de febrero de 2022, primer día de la invasión rusa a gran escala de Ucrania. El barco en cuestión era el crucero insignia ruso Moskva. El servicio postal ucraniano conmemoró poco después la frase en un sello postal.
En 2023, el Servicio Estatal de Guardia de Fronteras de Ucrania solicitó su registro como marca para productos de entretenimiento y deporte quizá como una manera de conseguir apoyo económico para su causa.
El Tribunal General considera que el signo figurativo “Russian warship, go fuck yourself” (escrito en ruso e inglés) se ha convertido en un lema de lucha de Ucrania contra la agresión rusa dese el primer momento en el que se pronunció. La utilización de esta expresión en el contexto político (como forma de expresar y promover el apoyo a Ucrania) y no comercial impide que tenga capacidad para funcionar como marca en los mercados.
En su resolución, el Tribunal General señala que un signo no puede cumplir la función esencial de una marca “si el consumidor medio no percibe en él la indicación del origen del producto o del servicio, sino únicamente un mensaje político”. La frase en cuestión, agrega el tribunal, “será necesariamente asociada de manera muy estrecha con ese contexto y con ese momento histórico reciente, bien conocido por el consumidor medio de la Unión”. Por lo tanto, el público no asociará este signo con los productos y servicios que vendan.