Elzaburu nombra socio honorario a Antonio Castán
Tras 37 años de ejercicio profesional, los 25 últimos como socio de la firma, Castán se ha visto obligado a retirarse por un problema irreversible en la vista
Después de 37 años de ejercicio profesional, los 25 últimos como socio de la firma, Antonio Castán se ha visto obligado a retirarse y “colgar la toga” por un problema irreversible en la vista. A modo de anécdota desde la firma señalan que como él mismo dice con su habitual sentido del humor, “no era cuestión de convertirme en el Stevie Wonder de la Propiedad Industrial e Intelectual, ¡y mira que me gusta su música!”.
Ante esta situación la junta de socios profesionales ha acordado nombrarle socio honorario de Elzaburu, con el fin, según indican, de que pueda mantener al menos un lazo testimonial o simbólico con todos los compañeros y amigos a los que tanto aprecia y con los que ha compartido tantos años de profesión.
Antonio es abogado por la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE) y colegiado desde 1985. Ha sido profesor en esta universidad y en el Magister Lucentinus de la Universidad de Alicante. Es autor de numerosas publicaciones y libros, como “El plagio y otros estudios de propiedad intelectual”, “Propiedad Intelectual y también, Poesía” y “Las patentes en el ecosistema digital y otros estudios sobre propiedad industrial”, entre otros.
Su carrera profesional se ha centrado en el ejercicio de acciones judiciales en propiedad industrial e intelectual, defendiendo en juicios a personajes tan entrañables como Tarzán, Lex Luthor o Los Simpson, pero también a escritores como Chesterton o a celebridades como Zinedine Zidane.
Entre sus logros destacan que consiguió para Jack Daniel's la primera sentencia del Tribunal Supremo español sobre agotamiento comunitario del derecho de marcas en un caso de importaciones paralelas y garantizó judicialmente en España la posición de la marca americana de cerveza Budweiser frente a la compañía checa en el conocido conflicto internacional. Asimismo, en un caso de infracción de patente farmacéutica para unos laboratorios franceses, las diligencias preliminares y la acción judicial emprendidas dieron pie a una indemnización de 8 millones de dólares.
En el año de su retirada Antonio Castán ha recibido dos buenas noticias: la sentencia del Tribunal Supremo que confirmó la desestimación de una acción civil interpuesta contra UNIR Universidad Internacional de La Rioja, con la que se pretendía el cese en el uso del nombre porque el Tribunal de Justicia le había denegado el registro de esta marca en la Unión; y la sentencia desestimatoria de una demanda por plagio de formatos de televisión contra la popular Serie de TVE “Un país para escucharlo”.
Castán ocupó permanentemente posiciones de liderazgo en los rankings de abogacía nacionales e internacionales Sin embargo, desde la firma resaltan que de lo que más orgulloso se siente es del equipo de abogados que fue incorporándose al departamento de legal de Elzaburu, 25 en la actualidad, "a los que siempre intentó transmitir su vocación de servicio al cliente, de lealtad con los adversarios, de buena fe procesal y de humildad intelectual y personal". Como él escribió: “En propiedad industrial e intelectual siempre es más lo que tienes que aprender que lo que puedes enseñar”.