Cristina Camarero “En poco tiempo habrá muchas mujeres dirigiendo despachos”
La socia se ha sumado recientemente al pequeño club de mujeres directoras de grandes despachos de la abogacía de los negocios
Cristina Camarero ha llegado a la dirección de Ontier España tras 20 años de carrera profesional en la firma. Con su nombramiento, hace escasamente un mes, la socia se ha sumado al pequeño club de mujeres directoras de grandes despachos de la abogacía de los negocios. Todo un hito en el sector. Camarero concede su primera entrevista a CincoDías Legal en la sede madrileña de la firma unos días antes de la celebración del 8M y lanza un mensaje de cambio. Confía en que, dentro de muy poco, este círculo en la élite esté repleto de sillas con nombre de mujer.
Pregunta. ¿Por qué cree que llegan tan pocas mujeres a la cima: falta talento o enfrentamos más dificultades que los hombres para llegar a la cúspide?
Respuesta. Creo que la tendencia está cambiando. Hace no tanto tiempo el mundo de la abogacía era un mundo muy de hombres; ahora hay muchísimas abogadas y dentro de muy poco serán muchas las mujeres que estén dirigiendo despachos. Es cuestión de tiempo, pero, desde luego, no por falta de talento.
P. ¿Qué méritos o habilidades considera que ha valorado el despacho para confiarle la dirección?
R. Eso no te lo puedo contestar yo. Llevo 20 años y he estado liderando el departamento de litigación, que es uno de los relevantes de Ontier. Debe ser que no lo he hecho mal del todo y han pensado que quizá podía con un poquito más.
P. ¿Cómo era la situación de las abogadas en las firmas cuando usted llegó, cómo es ahora y cómo le gustaría que fuese en el futuro?
R. La diferencia de cuando empecé respecto a ahora es que ahora la abogacía es un mundo muchísimo más flexible. Antes era impensable no estar todo el día en la mesa desde que empezabas, desde muy joven. Esto ha sido así hasta hace relativamente poco. La flexibilización ha venido muy acompañada de la pandemia por el Covid, que nos ha abierto los ojos y nos ha demostrado que no hay que estar en la oficina para desarrollar bien tu trabajo. A futuro, me gustaría que las mujeres abogadas estuvieran cómodas y que realmente fuera una profesión compatible con la vida personal de todo el mundo. Está habiendo un cambio de mentalidad muy importante al que todas las organizaciones se van a tener que adaptar porque, si no, no van a tener talento. Va a seguir habiendo unos cambios muy sustanciales, como poder contratar a personas que no estén en tu ciudad.
P. Entonces, ¿por qué no se rompe el techo de cristal?
R. No hay un único motivo, son varios. Por un lado, hay organizaciones todavía obsoletas o dirigidas por personas que no han cambiado ese chip. Luego hay otro factor que, quizás, no se está valorando lo suficiente, y es que no todas las mujeres quieren llegar a la cúpula o a un puesto directivo. Y, por último, las cosas llevan su tiempo.
P. ¿Qué aporta el talento femenino?
R. No me gusta generalizar, pero en términos generales creo que las mujeres somos tremendamente pragmáticas y muchísimo más eficientes y eficaces.
P. Como nueva directora de Ontier, ¿qué políticas prioritarias para conseguir la igualdad de género real quiere implantar?
R. No te voy a hablar de una política como tal, porque no pienso en cuotas. Lo que sí quiero es asegurarme de que ninguna mujer tire la toalla por el camino porque se encuentre con dificultades, por no poder conciliar o porque se le pongan obstáculos. A mí me hicieron socia de litigación embarazada de siete meses de mi tercer hijo. Lo que pretendo para el resto de mis compañeras es que lo tengan tan fácil como lo he tenido yo.
P. En este sentido, ¿cuáles son sus principales preocupaciones recién tomadas las riendas?
R. Algo muy importante para no tener dificultades y poder compatibilizar tu vida personal con la profesional es la flexibilidad. Huir del presencialismo. No hay ninguna necesidad de estar 24 horas 7 días a la semana en la mesa del despacho. Se puede trabajar desde muchos lugares. La flexibilidad creo que ayuda mucho a todos, a hombres y a mujeres.
P. En igualdad de condiciones, ¿contrataría antes a una mujer que a un hombre?
R. No soy partidaria de las cuotas porque, en diferentes ocasiones, estas me han demostrado que se opta por mujeres sin que exista una igualdad real de condiciones, esto es, de experiencia, currículum, etcétera. Creo que se hace un flaco favor a las organizaciones. En lo que creo es en la meritocracia de verdad y en optar por el perfil que mejor se adapte a la necesidad del puesto. Si hay una mujer que es mejor que un hombre, por supuesto tiene que ocupar ella el puesto. Por otro lado, es casi imposible que existan dos personas, mujer y hombre, iguales y con las mismas aptitudes y capacidades. Siempre habrá algo que te haga decantarte por uno de ellos.
P. Algunas abogadas denuncian que la carrera profesional se estanca cuando llega la maternidad. ¿Qué tipo de políticas hay que implementar en los despachos para que no penalice? Por ejemplo, ¿usted reduciría los objetivos durante el embarazo y los primeros momentos de crianza?
R. Yo no creo que la maternidad provoque este efecto. Es un periodo muy corto, insignificante, en la vida profesional de una persona. No puntúa que te vayas cuatro, seis meses o, incluso, un año. El despacho, desde luego, es flexible con las personas que están disfrutando de la baja de maternidad o paternidad. A una persona que no está en el despacho no le puedes estar exigiendo unos objetivos determinados, tienes que ajustarlos al tiempo que va a trabajar. Esto es igual ahora para hombres y mujeres, porque ellos también se cogen la baja de paternidad.
P. ¿Impulsaría el teletrabajo durante este periodo?
R. Por supuesto, flexibilidad absoluta para teletrabajar. Hay madres que quieren alargar la lactancia y, para eso, necesitas estar en casa. Libertad absoluta para que teletrabajen el tiempo que necesiten.
P. Por último, ¿cuáles son sus retos en Ontier?
R. Todavía estoy aterrizando, pero mis principales retos son, en primer lugar, mantener el buenísimo ambiente que hay en el despacho, y luego, por supuesto, hacer crecer a Ontier, que es mi objetivo prioritario.