Ribón toma posesión como decano: "El ICAM amparará a cuantos compañeros se enfrenten a calamitosas circunstancias"
En un multitudinario acto celebrado en el Paraninfo de la Universidad Complutense, los integrantes de su junta también han jurado o prometido el cargo
En un multitudinario acto celebrado en el Paraninfo de la Universidad Complutense, Eugenio Ribón ha tomado posesión este jueves como nuevo decano del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM). Acompañado por todos los integrantes de su Junta de Gobierno y en presencia de altos representantes de las instituciones y estamentos del mundo del Derecho y la Justicia, Ribón ha relevado a José María Alonso al frente de la corporación madrileña.
La defensa de la dignidad de la abogacía, su derecho a la conciliación y el compromiso social de la institución con la protección del Estado de Derecho han sido los ejes sobre los que ha articulado su discurso el nuevo decano del ICAM.
“Esta Junta de Gobierno no solo está llamada a gestionar con eficacia nuestra noble corporación, sino a reivindicar y defender el Estado de Derecho y la dignidad de la propia abogacía. Y desde el diálogo, la empatía, la tolerancia, pero también desde la firmeza más absoluta ante derechos irrenunciables, cumpliremos esa misión para la que hemos recibido la confianza de los compañeros que integran el mayor colegio profesional de Europa”, ha proclamado.
Con esta declaración de intenciones, Ribón asume el cargo “con inmensa ilusión, con espíritu constructivo y colaborador, pero también con extraordinaria responsabilidad y compromiso en la defensa de nuestros principios”. También con el mayor agradecimiento a las juntas de gobierno precedentes, representadas en el acto por los decanos Luis Martí Mingarro, Sonia Gumpert y José María Alonso, quien cede el relevo con la satisfacción del deber cumplido y con un sentimiento dulce y de tranquilidad porque “quienes hoy nos suceden, encabezados por el decano Eugenio Ribón, son personas que comparten los mismos principios que hemos venido defendiendo durante estos últimos cinco años. Estoy convencido de que pondrán a la institución y a los 76.000 compañeros que integran el colegio por encima de cualquier otra consideración. Por tanto, mi tranquilidad es absoluta. Tenemos plena confianza en vosotros”, ha dicho el decano saliente.
Dignidad
El primer decano de la corporación madrileña inscrito en el turno de oficio ha dirigido sus primeras palabras a quienes trabajan para garantizar este servicio público esencial. “Vuestro decano seguirá a vuestro lado. Seguiremos trabajando las 24 horas de los 365 días del año por la excelencia en la mejor asistencia jurídica gratuita del mundo, pero también exigiremos mayor dignidad a nuestro trabajo.”
Una dignidad que, más allá de la necesaria mejora en su retribución, pasa por facilitar a los letrados de guardia el acceso a los centros de detención, garantizar su derecho a acceder a las actuaciones policiales o disponer de un espacio adecuado para las entrevistas del profesional con el detenido.
Por otra parte, Ribón ha emplazado a los poderes públicos a solucionar uno de los mayores problemas que afectan a la abogacía de oficio: la designación, sin retribución alguna, de profesionales para la defensa de personas jurídicas en las que no está reconocida la justicia gratuita, dando lugar a largos procesos que ponen en riesgo la sostenibilidad de sus despachos y el sostenimiento de sus familias.
“Eso no va a suceder bajo esta junta”, ha señalado tajante. “La abogacía de Madrid va a ser absolutamente leal con las instituciones, como siempre ha sido, pero va a exigir con firmeza esa justa reciprocidad, asumiendo hasta las últimas consecuencias su reconocimiento.”
Conciliación
Para Ribón, la dignidad de la abogacía exige también el reconocimiento a la conciliación de quienes ejercen la profesión, equiparándolos al resto de operadores jurídicos. Por este motivo, la nueva junta de gobierno del ICAM tendrá en esta materia uno de sus principales campos de batalla. “Es urgente articular un mecanismo que permita la conciliación del profesional que ejerce en tribunales o defiende los intereses ajenos ante la Administración”, ha reclamado el decano.
Por ello, evitando cualquier colisión que pueda erosionar la relación con las administraciones, “el ICAM amparará decididamente a cuantos compañeros se enfrenten a estas calamitosas circunstancias”.
Estado de Derecho
Más allá del ámbito corporativo, ha proseguido Ribón, durante su mandato el ICAM no será un mero espectador de la realidad jurídica que vivimos. “Su defensa, la del imperio de la ley, la de la separación de poderes, la de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, es también un compromiso inveterado del ICAM, que refrenda esta junta aún con más intensidad si cabe”, ha enfatizado.
Desde la neutralidad y el apartidismo propios de la institución, en los próximos cinco años el ICAM aspira también a erigirse en un “puente del diálogo y la concordia”, reforzando el compromiso social de una abogacía que encarna la lucha por la defensa del Estado de Derecho, “centinela de sus valores” y colaboradora en el mantenimiento del imperio de la ley.
Finalmente, Ribón ha realizado un reconocimiento de hermandad “a todos y cada uno de los colegios que conformamos el Consejo General de la Abogacía Española” y ha agradecido a la abogacía de Madrid por su confianza y lealtad institucional.