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En colaboración conLa Ley

"Abogar implica compromiso y entrega", les dice el Rey a los nuevos letrados del ICAM

Felipe VI ha presidido la solemne ceremonia de jura de la Constitución de los nuevos colegiados de Madrid

El rey Felipe VI ha presidido este lunes la ceremonia solemne de jura de nuevos colegiados y colegiadas del Colegio de la Abogacía  de Madri (ICAM) en la que cerca de 350 jóvenes han iniciado su camino profesional. El monarca les ha animado a desarrollar su profesión con responsabilidad. "Abogar implica compromiso y entrega", les ha dicho. El marco incomparable del Teatro Real dotaba, si cabe, de mayor emotividad al acto, que ha finalizado la interpretación del Gaudeamus Igutur (Alegrémonos pues), himno universitario por excelencia, por los integrantes del coro del ICAM.

El evento ha dado el pistoletazo de salida al programa de actos enmarcados en el 425 aniversario de la institución, que tendrán lugar hasta el próximo 17 de junio. La historia del colegio se remonta al 1595 cuando, bajo el reinado de Felipe II, 37 abogados se reunieron en el desaparecido convento de San Felipe (ubicado entre la calle Mayor y la Puerta del Sol) para acordar su creación bajo la denominación de Congregación de Abogados de la Corte. Hoy Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, denominación aprobada este mismo año, cuenta con más de 75.000 profesionales.

Jose María Alonso, decano del ICAM, ha repasado en su discurso la historia del colegio y sus hitos, agradeciendo al Rey su presencia. "Se establece una línea sin solución de continuidad entre las dos Casas Reales que han estado durante cinco siglos al frente de los destinos de España: la casa de Austria, en nuestro nacimiento y la casa de Borbón, en nuestro 425 cumpleaños", ha subrayado. A lo largo de sus cinco siglos, ha apuntado , la institución ha dado grandes figuras a la historia del país, incluso presidentes del país. Desde Cánovas del Castillo o Manuel Azaña, hasta los más actuales Adolfo Suárez, Felipe González o José María Aznar (los dos últimos presentes en el acto). Personas ilustres como Victoria Kent o Clara Campoamor, "quien consiguió se aprobara por fin el sufragio femenino", ha recalcado Alonso.

El decano también ha desgranado los retos a los que se ha tenido que enfrentar la institución, y los desafíos que depara el futuro. Así, ha tenido una especial mención a la lucha por la igualdad de las abogadas "tan difícil lo han tenido para el ejercicio de la profesión, pero que hoy en día, de los más de 76.000 colegiados y colegiadas que integramos el ICAM, cerca de la mitad son abogadas y el porcentaje sigue creciendo". 

Además de ratificar el compromiso del colegio con la igualdad, Alonso se ha referido especialmente al importante papel que juega la abogacía en la sociedad, "plenamente comprometida con la defensa del derecho de defensa, con la lucha por las libertades y los valores democráticos ". "No somos colaboradores. Somos parte integrante de la Administración de Justicia", ha defendido el decano. Como tales, ha abogado, los abogados deben tener una participación activa en la generación de las leyes. "Los abogados somos, junto con los médicos, los que más cerca estamos de los ciudadanos", por lo que también pueden trasladar mejor que nadie sus necesidades. Una puesta en valor de la profesión que ha terminado con la vieja reivindicación de una norma que garantice el ejercicio. "Por supuesto, debemos contar, sin más dilación, con una Ley del Derecho de Defensa, que nos permita ejercer nuestra profesión con plenas garantías en beneficio de los ciudadanos", ha demandado.

Tras la lectura del juramento por parte de los nuevos letrados, Felipe VI ha recibido un cuadro conmemorativo de sus 25 años como Colegiado de Honor del ICAM, “recuerdo que guardo con mucho cariño y como permanente símbolo de respeto y aprecio por el Colegio de Madrid y por la profesión”, ha expresado su majestad.

La ocasión, ha señalado el Rey en la apertura de su discurso, “merece todo el realce porque además de honrar y admirar la historia de esta corporación, hoy la más grande Europa, nos alegra hacerlo siendo testigos de su continuidad; la que bien representa la plena colegiación formal de los nuevos abogados”.

“A lo lago de los siglos”, ha proseguido Felipe VI, “los abogados os habéis convertido en actores principales de la sociedad civil, escribiendo en muchas de las mejores páginas que

han ido conformando la historia de España; las más notables en lo que respecta a avances del Estado de Derecho. Vuestro trabajo es, ha sido y será sumamente valioso”, ha subrayado en sintonía con las palabras del decano.

Compromiso vitalicio

En las manos de los abogados, ha destacado el Rey, “se deposita la defensa de los derechos fundamentales y de todos aquellos que se concentran en el artículo 24 de la Constitución. Hacerlos valer, hacerlos cumplir y también respetar constituye, sobre todo, un acto de servicio a la propia sociedad, lo que trasciende del caso concreto”, ha remarcado el Rey. Porque abogar,  ha añadido, "implica compromiso y entrega, el hecho de disponer de un sistema de justicia tan avanzado radica en que nadie queda desprovisto de defensa ante un conflicto jurídico. Esta es la grandeza del Estado de Derecho y de sus protagonistas togados”, ha añadido.

Felipe VI ha destacado, al igual que Alonso, el esfuerzo de los profesionales del turno de oficio “que hacen que el sistema funcione con niveles de calidad elevados en la prestación de los servicios”.

Respecto a la jura de los nuevos letrados, Felipe VI ha destacado el “profundo significado” que este acto tiene para todos los colegiados, puesto que la incorporación al ejercicio de la abogacía “implica asumir un compromiso vitalicio que marcará vuestro camino profesional”. Un camino en el que “la libertad e independencia son irrenunciables, pues en ellas radica la esencia del buen hacer y de la mejor técnica” de quienes, con vocación de servicio, defienden “la justicia como un valor supremo de la convivencia y el Derecho como instrumento regulador de la vida social”, ha concluido.

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