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En colaboración conLa Ley

Furor por el derecho animal: soy abogado y mi cliente es una mascota

Los profesionales que se dedican exclusivamente a asuntos con animales celebran el gran paso que supone su descosificación legal

Getty Images

Se llama Panda y es un perro. Hoy celebra el día de san Antón aliviado porque un juez ha ordenado que seguirá conviviendo con los dos miembros de su familia humana pese a que la pareja está separada. Además, hace unos días que la ley reconoce que es un ser sintiente y no una cosa. Como Panda, cientos de mascotas han tenido que acudir con sus cuidadores a un abogado para evitar perder el contacto con su entorno y amigos y garantizar su bienestar. Ahora tienen la ley de su pata.

Y es que, por sorprendente que parezca, hasta el pasado 5 de enero el Código Civil aplicaba a los animales las mismas reglas que para las cosas. Han tenido que pasar 30 años desde el convenio europeo sobre animales de compañía para que España incorpore este cambio y se reconozca que son “seres vivos dotados de sensibilidad”, otorgándoles un nuevo estatus. Ahora, por ejemplo, no podrán ser embargados como si fueran muebles. Esta prohibición afecta también a aquellos animales que son utilizados en explotaciones ganaderas, industriales o de recreo. Los acreedores solo podrán retener el dinero que estos generan.

Un hito que aplauden los letrados especializados en estos seres sintientes. Lo más importante, enfatiza Lola García, abogada del despacho Derecho & Animales que llevó el caso de la custodia compartida de Panda, es que la reforma no solo se aplica a los animales de compañía, sino que “incluye a todos sin excepción”. Ahora, celebra María González, letrada en Animalex, “tenemos un precepto sobre el que basar todos nuestros argumentos cuando debemos actuar en su defensa”. Aunque, lamenta Cristina García, de Doble A Abogacía Animal, “el nivel de protección no es el mismo para todos ellos”. Los animales de compañía tienen más privilegios legales que los salvajes, los dedicados a experimentación o de renta (cerdos, gallinas, etc.).

Medidas en marcha

Queda camino por recorrer, coinciden las profesionales. Como advierten, hay cierta confusión sobre qué medidas de protección animal están ya vigentes. Por ejemplo, aún no es obligatorio el curso para tener perros, ni está en marcha un DNI de mascotas. Estas y otras obligaciones para las personas responsables de animales se incluyen en una futura ley estatal que está en una fase muy inicial. Se quieren establecer, explica María González, “unos niveles mínimos de protección animal en España que unifiquen la actual dispersión entre comunidades autónomas”. Su tramitación está frenada actualmente por discrepancias con ciertos sectores. Así lo han denunciado una veintena de agrupaciones profesionales multidisciplinares (veterinarios y juristas, entre otros).

Una vez entre en vigor, presumiblemente en 2023, apunta Adriana Rodríguez, abogada de Vestalia Asociados, podrá multarse a quien deje un perro permanentemente en la terraza o sin supervisión más de 24 horas. “Hoy en día muchos ciudadanos denuncian estas situaciones de maltrato”, afirma.

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Vínculo familiar

Lo que sí se garantiza ya es la protección del lazo que une a los animales con su familia humana en separaciones o divorcios. Los convenios o sentencias que resuelvan estas crisis matrimoniales tendrán que detallar el régimen de custodia, visitas y manutención de la mascota. El juez velará por su bienes­tar y tendrá en cuenta las agresiones o amenazas a los animales como signo de violencia doméstica.

Como señala Rodríguez, conforme a su experiencia como especialista  en asuntos de familia, “el aumento de casos con mascotas ha sido progresivo y en un futuro no muy lejano serán los protagonistas en los divorcios”."Ya hay más hogares con mascotas que con niños", apunta.

A la abogada siempre le ha llamado la atención la expresión facial de sus clientes cuando, antes de la reforma, “le explicaba que en el Código Civil eran considerados meras cosas o muebles”. “¿Cómo van a ser cosas si son un miembro más de la familia y haríamos cualquier cosa por ellos?”, decían muchos. “Tener de cliente a una mascota es muy especial: sientes que debes darle mayor protección porque no pueden expresar sus deseos”, confiesa.

Hasta ahora, apunta Lola García, “había que apelar a la sensibilidad de cada juez, y ahora, afortunadamente, ya no será necesario”. Algo que, augura Cristina García, hará que mucha gente luche por sus mascotas, “pues saben que la ley les ampara”. Desde el despacho consiguieron, por ejemplo, la custodia íntegra de dos gatos para quien siempre les había cuidado a pesar de no ser su titular. "Cada caso nos proporciona orgullo y sobre todo satisfacción, porque de una forma o de otra, estás ayudándoles, aunque siempre hay alguna mala noticia, alguna frustración", expresa la letrada.

Para Lola García, todos los casos son importantes porque “hay muchas emociones y sentimientos detrás”. "En la mayoría de casos cuando acuden al despacho las personas se encuentran en una situación animica de tristeza por la pérdida de contacto con el animal", explica. La abogada reconoce que sienten que su cliente es el animal: "Jamás haríamos nada que beneficiase a una persona si ello conlleva un perjuicio para este". Los asuntos más duros, reconoce, son los de negligencias veterinarias y los de maltrato: “Ver cómo se recupera y tiene una vida feliz cuando le quitas de encima al maltratador es maravi­lloso”.

“Hay casos de maltrato animal que te marcan especialmente”, coincide María González. Todavía hay que luchar, denuncia, contra una inercia que relaja la contundencia en estas actuaciones bajo la consideración de “era solo un perro”, “todo esto por un gato”, o “esos cerdos, si de todas maneras iban destinados al matadero”. La letrada está convencida de que profesionalizar la defensa de los animales, de los casos en los que están implicados, "es una forma de contribuir también a la causa animalista".

Afortunadamente, la ley ya establece expresa­mente que cuando se hace daño a un animal de compañía las personas que conviven con él tienen derecho a ser indemnizadas también por el daño moral sufrido. Ya en 2007 un juez de Barcelona reconocía esta compensación, y la dificultad de cuantificarla. Como señala en una frase de la sentencia: “Ya decía Walt Disney al principio de La dama y el vagabundo que, si hay una cosa que nadie ha podido comprar con dinero, esa es el movimiento de la cola de un perro”.

La causa animalista en los colegios de abogados

Barcelona. La Comisión de Protección de los derechos de los Animales del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB) fue la primera en el panorama institucional. “Llevamos 20 años trabajando para promover una legislación que proteja sus derechos”, afirma su presidenta Magda Oranich. En el origen, relata, “fuimos unos cuantos abogados que tuvimos el apoyo del decano”. En este periodo, reflexiona, “la normativa y la sociedad han cambiado muchísimo, afortunadamente”. Además de jornadas y congresos, explica, la comisión colabora con la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales y emite dictámenes para las administraciones. Hoy en día, asegura, “el animal law es una especialidad profesional”.

Baleares. Manuel Molina, coordinador de la Comisión de Derechos de los Animales del Colegio de Abogados de las Illes Balears (ICAIB), cuenta que esta fue la segunda en crearse en España, con una labor “institucional, formativa, divulgativa y asesora”. Son pioneros en la creación de un Servicio de Orientación Jurídica contra el Maltrato Animal (SOJMA). Desde hace cuatro años abogados voluntarios responden gratuitamente dudas sobre la materia. La Asociación Balear de Abogados por los Derechos de los Animales (ABADA), creada en 2011, consiguió los dos primeros ingresos en prisión para maltratadores de animales en España (Caso Sorky, y Caso Mix, ambos ocurridos en Mallorca). Molina pertenece a esta asociación, que junto una veintena de agrupaciones profesionales, en las que se incluyen veterinarios y policías, han pedido que se desbloquee la tramitación del anteproyecto de la Ley de Protección y Derechos de los animales. Según denuncian, es el Ministerio de Agricultura el que ha frenado los trámites por presiones del sector cinegético. Como afirma, "los cazadores que pretenden que los perros dedicados a la caza no estén protegidos por esa ley". Un sinsentido, reflexiona: "Si es cierto lo que dicen que los perros de caza están bien cuidados, ¿por qué se ha presionado al ministerio para frenar la ley?".

Madrid. En pocos años, la sección de Derecho de los Animales del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) ha escalado puestos hasta situarse en la mitad superior de la tabla de las más de cuarenta secciones que tiene el colegio. Su presidenta desde 2019, María Girona, se muestra “muy satisfecha con la respuesta”. “A las jornadas no solo asisten abogados”, señala. Algunas de ellas han tenido tanto éxito que ha habido una segunda sesión. “La gente va viendo que hay cosas que no denunciaban y que son denunciables”, asegura. Un ejemplo dramático, expone, “es el de los sacrificios de animales no reclamados en perreras”. Esto, subraya, “es delito si no hay una justificación, como cuando el animal tiene una enfermedad con graves padecimientos”. Una de las formaciones más exitosas fue la dedicada a las colonias felinas. Como explica Girona, ya hay resoluciones judiciales que confirman que los animales sin dueño "son responsabilidad de los ayuntamientos", que deben controlarlos siempre de forma ética (con el sistema conocido como CES, o captura esterilización y suelta). Por este motivo, agrega, son los municipios los que deben hacerse cargo de los gastos de manutención.

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