Lourdes Arastey, nueva jueza del Tribunal de Justicia de la Unión Europea
Experta en la jurisdicción social, es una reputada defensora de la igualdad de género y de la independencia judicial
Lourdes Arastey Sahún, magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, ha sido nombrada jueza del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). La jurista sustituirá a Rosario Silva, abogada del Estado que ocupa el puesto de juez que corresponde a España desde 2003 y que el año pasado trasladó al Ministerio de Justicia su voluntad de no ser renovada en el cargo.
Es la primera vez que España elige a una juez de carrera para que represente al país en el TJUE. Los dos puestos anteriores fueron ocupados por una académico, Gil Carlos Rodríguez Iglesias, y por una abogada del Estado, Rosario Silva de Lapuerta, a la que Arastey ha sustituido.
Arastey, magistrada de la Sala de lo Social del Alto Tribunal, ingresó en la carrera judicial en 1984 tras licenciarse en Derecho por la Universidad de Barcelona. Ha sido vicepresidenta primera del Grupo Europeo de Magistrados por la Mediación (Gemme) y presidenta de la sección española de esa asociación, así como miembro fundador de la Red de Expertos de Derecho de la Unión Europea (Redue) del Consejo General del Poder Judicial. Pertenece a la Asociación Judicial Francisco de Vitoria.
La jurista presentó su candidatura al Tribunal de Justicia de la Unión Europea junto a otros 24 aspirantes, y ha sido elegida en un proceso basado en principios de mérito y capacidad.
Casada y madre de tres hijos, sus primeros destinos como jueza fueron en los órganos mixtos hasta 1989, año en el que ascendió a magistrada y ocupó destino en el Juzgado de lo Social nº 7 de Barcelona, pasando a la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al año siguiente. En 2002 fue nombrada magistrada especialista en el orden social.
Arastey ha compaginado su trabajo como magistrada con el de profesora asociada de la Universidad de Barcelona. A su formación jurídica se une su dominio de idiomas, pues además del castellano y catalán natales, habla inglés, francés e italiano.
La jurista es una reputada defensora de la igualdad de género y de la independencia judicial. No en vano, representó al Poder Judicial español en la Cumbre Anual de Justicia y Género de los Tribunales Supremos de Latinoamérica de Cádiz (2012) y de Cochabamba –Bolivia- (2013). También es autora de diversas publicaciones sobre discriminación, género e igualdad.