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Agenda judicial electrónica: hacia una justicia más accesible

La digitalización del calendario de señalamientos permite ahorrar tiempo y dinero a letrados y procuradores

Una de las situaciones más molestas para los abogados y procuradores es que se haya acordado la suspensión de una vista oral o la práctica de una diligencia y que no se les haya avisado con suficiente antelación para, al menos, ahorrarse el tener que ir al juzgado y no perder tiempo. Mucho tiempo. No solo el del desplazamiento, sino también el que han invertido en la preparación del mismo. Y todo ello sin mencionar los gastos que se generan con esos desplazamientos, y los riesgos que se corren por los mismos en estos tiempos de pandemias e inclemencias atmosféricas diversas. Un tiempo y unos gastos que nadie compensa y unos riesgos que son totalmente innecesarios.

Esto sucede todos los días en muchos juzgados de toda España. Y es comprensible que moleste, entre otros motivos, porque puede evitarse. Con la pandemia, se produjo una suspensión generalizada de las vistas y plazos por decreto. Después, con la situación climatológica que hemos atravesado, se extendió entre los profesionales de casi toda España una nueva situación de incertidumbre acerca del mantenimiento o no de las vistas o actuaciones previstas en muchos juzgados. Esto supuso también, lógicamente, un trabajo ingente por parte de los juzgados para intentar notificar a las partes la resolución correspondiente, con el tiempo que ello conlleva.

En cualquier caso, lo relevante es que, de nuevo, ha quedado en evidencia la vulnerabilidad de la Administración de Justicia. Y, de nuevo, se nos presenta la posibilidad de cambiar esta inercia si se implementa el uso generalizado de la agenda judicial electrónica. Más allá de la situación actual, pensemos en el día a día ordinario.

Por ejemplo, entre muchas situaciones, en la cantidad de letrados que, durante el fin de semana, dan un último repaso al juicio del lunes y es únicamente al llegar al juzgado cuando les dicen que se ha suspendido. O cuando se trasladan desde Madrid a juzgados de cualquier otra comunidad autónoma o incluso dentro de la misma capital y les ocurre lo mismo. Quizá se acordó el jueves o el viernes, pero la notificación no llegó hasta el mismo lunes. Eso molesta y el malestar es comprensible.

Pues bien, son situaciones que se pueden evitar a partir de la tecnología de la que disponemos en el portal del servicio al profesional (PSP). En el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Santander ya lo hacemos desde hace tiempo.

Básicamente, consiste en permitir a los profesionales personados en el procedimiento acceder a la agenda judicial electrónica para comprobar si una vista o actuación del juzgado se mantiene o si, por el contrario, se ha cancelado. Y ese acceso puede hacerse en cualquier momento, está supervisado por la LAJ y su alcance jurídico es pleno. Es decir, cualquier consulta que se haga a partir de las 15.00 horas garantiza a los profesionales si las actuaciones del día siguiente se van a celebrar o no porque viene recogido en la agenda judicial electrónica.

Obviamente, siempre puede surgir algún imprevisto por razones personales de cualquiera de los intervinientes en la misma mañana y se tendría que suspender. Pero en los casos ordinarios de suspensión, como, por ejemplo, cuando finalmente no se ha podido citar a un testigo clave, lo que obliga a suspender, pero no ha dado tiempo a notificarlo formalmente. En esos casos, al menos se consigue evitar el perjuicio que supone el desplazamiento de los profesionales para no celebrar la vista o el acto previsto y que no tengan que enterarse de esa nueva situación al llegar al juzgado.

Su actualización es diaria, apenas necesita la inversión de unos minutos, facilita el trabajo y sentimos que respetamos a todos los profesionales.

Luis Acayro Sánchez es magistrado del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Santander

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