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En colaboración conLa Ley

Europa quiere regular las criptomonedas para hacer su uso más seguro

La moneda digital se ha convertido en una inversión de alto riesgo

DADO RUVIC (REUTERS)

Bitcóin nació como una moneda electrónica usada entre particulares, sin ninguna autoridad detrás que la respaldase. Pero se ha acabado convirtiendo en un medio de inversión de alto riesgo y, lo que es peor, en herramienta de ciberdelincuentes. Ello ha hecho que la Unión Europea esté impulsando un amplio conjunto de medidas legislativas para regular estas monedas digitales.

Según explica Eduardo Novella, abogado experto en TIC, en el libro Criptoactivos. Retos y desafíos (publicado por Wolters Kluwer y dirigido por Moisés Barrio), el paquete Digital Finance Package (DFP) presentado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, establece una hoja de ruta para conseguir la digitalización “sostenible” del sector financiero europeo. En opinión de este experto, “es altamente probable que el DFP será cumplido en su totalidad, o casi en su totalidad, por la Comisión Europea durante este mandato”.

El DFP presenta la Estrategia de finanzas digitales para la Unión Europea y un aspecto concreto de la misma, que es la Estrategia sobre Pagos Minoristas. Además, incluye cuatro iniciativas legislativas, de las cuales destacan dos: una propuesta de reglamento relativo a los mercados de criptoactivos (conocida como propuesta MICA) y una propuesta de reglamento sobre un régimen piloto de las infraestructuras del mercado basadas en la tecnología de registro descentralizado (propuesta de Régimen Piloto).

La propuesta de reglamento MICA establecerá un régimen para la emisión de aquellos criptoactivos que no están actualmente cubiertos por la legislación vigente sobre servicios financieros y regulará a los proveedores de servicios sobre criptoactivos. La propuesta de Régimen Piloto, por su parte, pretende eliminar los obstáculos reglamentarios a la emisión, el comercio y la negociación de los criptoactivos.

Activo de inversión

Como explica Rafael García del Poyo, socio director del departamento de derecho IT/IP de Osborne Clarke España, en la citada obra, el objetivo inicial de bitcóin era, “sencillamente, establecer un sistema de pagos e intercambio de valor no supervisado por ninguna autoridad”.

Pero esa finalidad no se ha alcanzado nunca y bitcóin, tal como indica Pablo García Mexía, director del área de digital law de Herbert Smith Freehills, no se ha generalizado ni “en modo alguno ha suplido al dinero”. Aunque algunas compañías, principalmente tecnológicas, como Microsoft o Apple, o de comercio electrónico, como Showroomprive o Overstock, aceptan el pago en bitcóin, su utilización, continúa García del Poyo, ha quedado relegada a dos tipos de actividades: su uso especulativo y su uso como reserva “de manera similar a como se ha utilizado el oro a lo largo de la historia”.

En palabras de Almudena de la Mata, managing partner de Blockchain Intelligence, bitcóin “se ha convertido en un valor refugio” que hoy, añade, “es el oro de inversión de los mileniales”.

Pero un activo de inversión “especulativo y, por tanto, de alto riesgo”, a causa de su volatilidad. Y es volátil, explica De la Mata, porque es una moneda “diseñada para ser escasa”, con lo que “es el mercado quien fija su valor, en función de la demanda del mismo”.

Pablo García Mexía añade además que bitcóin se ha convertido en un mecanismo refugio para el cibercrimen, “porque su uso no deja rastro o es muy difícil seguirlo”. En particular, añade este experto, “es la moneda ideal para el ciberdelito, que está creciendo sin control y cuyos beneficios superan ya a los del narcotráfico”. Por tanto, su mayor demanda, como consecuencia del cibercrimen, aumenta su valor.

Todo ello hace, como indica Rafael García del Poyo, que “bitcóin y todas las criptodivisas en su conjunto se enfrentan a la oposición de los bancos centrales, porque consideran que pueden suponer una influencia negativa en la estabilidad financiera” y de numerosas autoridades reguladoras “por su potencial para facilitar la compraventa de bienes y servicios ilegales, el blanqueo de capitales y la evasión fiscal”.

Un medio de pago en evolución

 

Origen. Esta criptomoneda fue creada en 2009, como iniciativa de un grupo anónimo de tecnólogos que querían impulsar una divisa electrónica, segura y descentralizada, es decir, no dependiente de una autoridad de control. Su sistema de generación es muy peculiar: unos denominados mineros van creando la moneda a la vez que comprueban la validez de las operaciones realizadas y registradas en la cadena. Por otra parte, el número de bitcóins está limitado a 21 millones de unidades.

Volatilidad. Adquirir un bitcóin el pasado 21 de diciembre costaba 18.822 euros; 15 días después, el 8 de enero, 33.654, y ayer, 20 de enero, 28.851 euros.

De libra a diem. En 2018 Facebook anunció su intención de lanzar libra, una moneda electrónica para su comunidad de usuarios, diseñada sobre protocolo de blockchain. El anuncio conmocionó al sector bancario mundial, pues suponía crear una moneda para 2.500 millones de usuarios, sin un organismo supervisor de respaldo. Para calmar la inquietud provocada, Libra Association anunció el cambio de nombre de libra por diem, y ofrecer un medio de pago “seguro y cumplidor” son los estándares internacionales, de carácter estable y no especulativo.

 

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