Sanz Fernández-Lomana: “Esta crisis es una oportunidad para modernizar la abogacía”
“Debemos avanzar hacia la digitalización, aprovechando el impulso de las nuevas tecnologías”
La segunda oleada del coronavirus está suponiendo un nuevo desafío para los poderes públicos, pero también para las entidades privadas encargadas de prestar asistencia social y sanitaria a colectivos profesionales. Entre ellas, destaca la Mutualidad de la Abogacía, que da cobertura a más de 70.000 letrados que cotizan en el régimen alternativo a la Seguridad Social. Su presidente, Enrique Sanz Fernández-Lomana, reconoce que 2020 está siendo un año complicado, no solo por el incremento de las bajas laborales, sino también por la inestabilidad de los mercados. Aun así, asegura que la institución está capeando las dificultades con solvencia y remarca que su principal preocupación es el futuro inmediato del sector legal.
¿Cuál es su diagnóstico de la abogacía en estos momentos?, ¿hay motivos para el optimismo?
Lo cierto es que la abogacía ya atravesaba una situación crítica antes de la pandemia: no se había recuperado de la crisis financiera de 2008 y arrastraba un alto grado de precarización. Pero el parón de la justicia durante la cuarentena, unido al deterioro de la economía, ha asestado un golpe mortal al sector. En particular a los despachos por cuenta propia. Ahora bien, yo creo que hay que buscar la parte positiva de esta crisis y convertirla en una oportunidad para modernizar la profesión a través de una organización más eficiente de los despachos. Es evidente que debemos avanzar hacia la digitalización, aprovechando el impulso de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos.
¿Qué está haciendo la Mutualidad para apoyar a los abogados que más están sufriendo las consecuencias de la crisis?
Hemos adoptado varias medidas de carácter económico y también social. Por un lado, hemos creado una línea de 500.000 euros en ayudas para familiares de mutualistas que hayan fallecido como consecuencia del Covid-19. También hemos puesto en marcha una segunda línea de ayudas de 750.000 euros para mutualistas alternativos cuya actividad profesional y económica se haya visto severamente afectada por la pandemia. Por último, se ha hecho una dotación de cinco millones de euros para conceder préstamos al cero por ciento de interés.
Esas ayudas y préstamos, ¿ya se han empezado a tramitar?
Sí, de hecho, ya se han calificado y abonado 939 ayudas por un total de 704.200 euros. Y también se han concedido préstamos por un importe de 1.125.000 euros.
Durante el estado de alama, muchos letrados pidieron la condonación de cuotas al no poder trabajar. ¿Por qué rechazaron aplicar esta medida?
La razón es sencilla. No podemos legalmente condonar mensualidades porque eso supondría que, al final de su vida laboral, muchos mutualistas cobrarían una pensión por debajo del mínimo legal. Otra cosa distinta es la flexibilidad. Nosotros hemos aprobado una moratoria que permite aplazar las cuotas correspondientes al segundo trimestre del año y pagarlas, a partir del mes de julio, en 6 o 12 meses. Además, hemos dado la posibilidad de suspender las cuotas siempre y cuando se abonen en el futuro. Por lo cual, se han dado alternativas.
¿Se plantean volver a dar la opción de aplazar mensualidades si los juzgados tienen que cerrar de nuevo?
Por supuesto; si la crisis sanitaria se recrudece, volveremos a dar estas mismas facilidades de pago, no lo dude.
La institución que dirige gestiona un fondo de pensiones de más de 8.000 millones de euros. ¿Qué impacto están teniendo la caída del PIB y las turbulencias bursátiles en la rentabilidad de estos ahorros?
Es evidente que la incidencia del Covid-19 en los mercados financieros nos ha afectado negativamente. En marzo y abril sufrimos una pérdida de valor en activos de renta variable y fija, pero lo cierto es que, a día de hoy, estas cuentas se han recuperado, hasta el punto de que nuestras plusvalías son superiores ahora a las que teníamos a finales de 2019. Por ello, quiero mandar un mensaje de tranquilidad y de confianza a los mutualistas: nuestra solvencia sigue en torno al 200%, muy por encima de lo exigido legalmente.
La Fundación de la Mutualidad está inmersa en un proceso de redefinición, ¿qué pretenden cambiar?
La Fundación nació en el año 2003 con un carácter eminentemente solidario hacia nuestros mutualistas, y el año pasado entendimos que había que darle una vuelta a nuestra estrategia para convertirnos en un referente en el ámbito de la responsabilidad social corporativa. En este sentido, nos hemos marcado varias líneas estratégicas: fomentar la cultura del ahorro, el emprendimiento, el talento jurídico, el compromiso social y el envejecimiento activo.
¿Qué significa esta apuesta por el envejecimiento activo?, ¿se están preparando para un posible retraso de la edad de jubilación?
No exactamente. Fíjese en que hace apenas un par de décadas la edad de jubilación para los abogados mutualistas estaba situada en los 69 años. Ahora está en los 67 y puede anticiparse a los 65. Es decir, que estamos trabajando en crear un sistema de jubilación versátil que se adapte a cada profesional. Nuestra intención al marcarnos como objetivo estratégico el envejecimiento activo es, en realidad, adelantarnos, comprender por qué cada vez hay más personas mayores en nuestra sociedad y averiguar qué impacto tendrá ese fenómeno en las empresas y en las familias.
La inteligencia artificial es otra cuestión a tener en cuenta de cara a los próximos años. Algunos expertos apuntan que esta tecnología va a eliminar muchos puestos de trabajo. ¿Comparte el pronóstico?
No, en absoluto. La inteligencia artificial va a permitir que los despachos se organicen de una manera más eficiente gracias a la automatización de procesos y, a la vez, va a propiciar que se mejore el servicio al cliente. Por tanto, está en la base de la necesaria transformación digital de los despachos.
¿Cuál es el papel de la Mutualidad en este proceso de transformación del que habla?
La Mutualidad tiene un cometido muy importante, que es acompañar a los abogados a lo largo de su vida laboral, fundamentalmente, a través de la previsión social. Pero también tratamos de ayudarles en un plano empresarial. Para ello, hemos puesto en marcha programas de emprendimiento y hemos participado en varias startups que, sin duda, servirán para saber qué funciona y qué no en el plano tecnológico. El objetivo es que los mutualistas puedan aprovechar todo ese conocimiento y aplicarlo en su día a día.