Los detectives, a la caza de fraudes relacionados con la crisis
El sector experimenta una reactivación tras el parón de la cuarentena
Mascarillas obligatorias, playas con aforo, terrazas a medio gas…Es evidente que el coronavirus ha transformado las rutinas sociales de los españoles dando lugar a un verano muy atípico. Todavía hay mucho miedo al contagio y la crisis económica empieza a hacer estragos en el presupuesto que tienen las familias para irse de vacaciones. El nuevo contexto ofrece una oportunidad a aquellas personas que están dispuestas a sacar tajada de la pandemia con estafas y engaños.
Los investigadores privados han sido uno de los primeros colectivos en detectar este repunte de comportamientos fraudulentos después de varios meses marcados por el confinamiento y la reducción de la delincuencia en general. “Venimos de una etapa muy complicada en la que nuestras posibilidades para trabajar se han visto drásticamente reducidas. Aunque la situación actual no es del todo buena, lo cierto es que estamos empezando a recibir más encargos”, afirma Enrique Hormigo, presidente de la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE).
Falsos enfermos
Las investigaciones de bajas laborales por coronavirus están entre los servicios más solicitados actualmente. El motivo, según explica Hormigo, es que todavía hay médicos que firman los partes de incapacidad temporal sin realizar las pertinentes pruebas PCR a los trabajadores que aseguran presentar síntomas de la enfermedad.
El objetivo de los falsos enfermos suele ser prolongar los días de descanso e incluso dedicarse a otras actividades laborales dentro de la economía sumergida. Sin embargo, “resulta relativamente sencillo establecer un dispositivo para comprobar si la persona está guardando cuarentena en su domicilio o si, por el contrario, está saliendo a la calle para comprar o hacer otras actividades incompatibles con su estado de salud”, asevera.
Timos en el alquiler
Otro de los ámbitos en pleno auge es el inmobiliario. La pandemia ha llevado a muchos turistas a apostar este verano por los destinos locales para pasar las vacaciones. Triunfan especialmente las casas rurales y los apartamentos alejados de las grandes aglomeraciones. Los estafadores lo saben y depuran cada día más sus técnicas para captar a potenciales víctimas, sobre todo a través de portales y páginas web..
Francis Cáceres, detective privada con despacho en Madrid, explica que son frecuentes las consultas de clientes que han alquilado una vivienda inexistente o que, simplemente, no se corresponde con las fotos que aparecían en internet. “Nuestro papel consiste en localizar al responsable del timo y recopilar las pruebas necesarias para que sea condenado a devolver el dinero”, asegura.
El presidente de la APDPE prevé que en las próximas semanas aumenten otro tipo de fraudes: los accidentes simulados. “Al igual que ocurrió en la crisis económica de 2008, habrá mucha gente sin ingresos que tendrá la tentación de provocar, por ejemplo, un incendio en su casa o un choque con el coche y así cobrar una indemnización”.
Fraudes al seguro
Los detectives, junto a peritos e ingenieros, tienen la misión de sacar a la luz estos engaños con informes que posteriormente pueden ser utilizados como prueba en juicio. La tasa de fraudes a aseguradoras en España se ha duplicado en la última década, pasando del 0,85% en 2010 al 1,94% de 2019, según los datos del último informe publicado por Axa. Como subraya Hormigo, un incremento de los siniestros sospechosos podría tener como resultado un progresivo encarecimiento de las pólizas.
Control de familiares
Más allá de las estafas, los casos de infidelidad y otros asuntos personales representan el 5% del volumen de trabajo de los gabinetes de investigación en nuestro país. Ahora buena parte de estos encargos giran en torno al coronavirus y sus consecuencias. “Después de estos meses de confinamiento hay personas que quieren saber dónde van sus parejas cuando salen de casa”, revela Cáceres. Asimismo, la detective dice haber recibido en los últimos días varias llamadas de padres preocupados porque sus hijos puedan estar poniendo en riesgo su salud en reuniones y fiestas. “Son investigaciones poco comunes, pero también forman parte de nuestra labor”, puntualiza.
Límites y requisitos que marca la normativa
Delitos. Los detectives se rigen por la Ley de Seguridad Privada de 2014 que impone la prohibición de investigar delitos públicos; es decir, aquellos que deben ser perseguidos de oficio por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad. De hecho, la ley obliga a los investigadores a informar a los órganos policiales y judiciales sobre los actos que puedan revestir gravedad.
Interés legítimo. El segundo requisito que debe observar un detective antes de aceptar un asunto es verificar si la persona que contrata sus servicios tiene un interés legítimo sobre la materia. O lo que es lo mismo, comprobar si detrás del encargo hay una razón justificada y de peso para ordenar la investigación sobre un tercero.
Intimidad. La labor indagatoria, que consiste principalmente en la obtención de información y la recolección de pruebas, debe realizarse siempre con respeto a la ley y los derechos de las personas investigadas. En concreto, la normativa prohíbe realizar averiguaciones en espacios privados, reservados para actividades estrictamente personales, como los domicilios particulares, los baños y las habitaciones de hotel.
Licencia. Para ejercer como detective en España es necesario contar con una habilitación especial que otorga el Ministerio del Interior tras superar tres cursos universitarios y un test psicotécnico.