La abogacía del deporte, una nueva oportunidad de negocio para los despachos
La igualdad y el ‘compliance’, eje transversal de la futura ley
La cada vez mayor profesionalización del deporte es una buena noticia para los deportistas... pero también para los bufetes. Se trata de un nicho de mercado con gran potencial económico y los abogados especialistas admiten que van ganando importancia dentro de las firmas. De pequeñas boutiques especializadas a grandes firmas, el auge de esta práctica ha movido el mercado de fichajes para, incluso, crear nuevas áreas deportivas en otras firmas.
Esta tendencia del sector coincide con nuevas exigencias a organismos deportivos en materia de igualdad, fiscalidad y gobernanza que trae consigo el Anteproyecto de Ley del Deporte que aprobó en febrero el Gobierno y que aún está por concretar. Con el fin de actualizar la norma actual (vigente desde 1990), el legislador ha incluido medidas de buen gobierno, compliance y control económico para federaciones y ligas. A las entidades deportivas se les obligará a elaborar un código de gobernanza y transparencia que incluirá una limitación de mandatos de los órganos directivos que regulará cada federación.
“Es uno de los nichos de mercado en auge y estamos intentando concienciar a los clubs de que tienen que cumplir con todas las reglas y exigencias”, avanza Jorge Pecourt, socio del equipo de deporte de Cuatrecasas, quien, a su vez, celebra la nueva medida que hará que el Consejo Superior de Deporte (CSD) controle económicamente a ligas y federaciones, e, incluso, pueda sancionarlas o hacerlas bajar de categoría.
“Un deporte de calidad exige tener instituciones de calidad; si no hay buena gobernanza lo demás sobra y el talento se fuga”, advierte José Antonio del Valle, socio fundador de Abogados Hernani. El letrado subraya que lo que más ha preocupado a las federaciones es la limitación de la concentración de derechos económicos de explotación deportiva de las ligas sobre competiciones que el organismo no organiza. De esta forma, critica, se va a cortar una línea de financiación que ahora está “salvando” el mundo deportivo con el fin de evitar un posible monopolio. “La oposición es frontal”, dice.
Además, las entidades no tendrán la obligación de convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) para poder acceder a una competición como LaLiga, aunque deberán someterse a comisiones de control económico y auditorías. Según Pecourt, esto da “mucha más facilidad para poder trasformar un club menos viable”, ya que se pasa de requerir como mínimo un capital de 60.000 euros a 3.000 de la Sociedad de Responsabilidad Limitada, algo que facilitaría, incluso, “posibles adquisiciones e inversiones”.
En este sentido, José Lasa, abogado experto en deporte de Laffer Abogados, asegura que hay escasez financiera dentro del mundo del deporte. “Esto es lo que busca mejorar la norma. Se confunde el deporte con el fútbol”.
Igualdad
Por ello, en terreno tributario, se propone un marco fiscal específico para los deportistas con el fin de dar respuesta a su corta carrera profesional, además de deducciones para patrocinadores para incentivar la inversión.
A juicio de Pecourt “se abre un melón” que lleva muchos años discutiéndose: el beneficio que podrían tener los deportistas profesionales (fútbol y baloncesto) respecto a otro tipo de contribuyentes. Sin embargo, Lasa recuerda que “la realidad es que la gran mayoría no se han hecho multimillonarios y han dado muchos logros a este país”.
Por otra parte, la igualdad es protagonista en la futura norma. Así, para fomentar la paridad en los altos cargos deportivos se exige como mínimo un 40% de mujeres en órganos de dirección de las entidades deportivas. Además, se amplía a 4 años la condición de deportistas de alto nivel a mujeres de cara a la maternidad para conservar así su derecho a percibir ayudas y subvenciones aunque no hayan competido. En esta línea, también es obligatorio que se cree una comisión de género en todas las federaciones.
Hasta ahora, solo las ligas de fútbol y baloncesto masculinas eran “profesionales” y estaban sometidas a convenios colectivos que regulan las condiciones laborales. El resto no. Para ello, el nuevo texto ha creado una categoría intermedia entre competiciones profesionales y no profesionales llamada “profesionalizadas”. Entre ellas, figuran, por ejemplo, las ligas de fútbol sala, balonmano, o voleibol que tendrán los mismos reconocimientos que el fútbol y el baloncesto: contrato laboral, seguridad social o bajas por enfermedad o maternidad.
Otras reformas llamativas
Árbitros y técnicos. La futura norma, aún por detallar, contempla el reconocimiento legal de la labor de técnicos deportivos y árbitros, con la posibilidad de que puedan ser considerados deportistas de alto rendimiento.
Discapacidad: Garantizar la igualdad de las personas con discapacidad y el fomento de su actividad deportiva es uno de los objetivos de la norma. Así, las federaciones estatales integrarán las modalidades deportivas practicadas por personas con y sin discapacidad cuando lo determinen las federaciones internacionales.
Colectivo LGTB: Junto a esto, el deporte inclusivo y la integración del colectivo LGTBI es una de las medidas más llamativas. Además, según la norma, el deporte inclusivo tendrá la consideración legal de interés general y también los programas que lo promuevan.
Acoso a menores. A su vez, la Ley incluye la protección del menor en cuestiones de abuso y acoso sexual y las relacionadas con su mercantilización, trata, cuidado de la imagen y sobreexplotación en edades tempranas.
Premios y becas. En cuanto a becas y cuantías económicas de las competiciones, a partir de la entrada en vigor de la Ley, siempre que sean otorgados con dinero público tendrán que ser idénticas para ambos géneros.