CaixaBank ficha a firmas extranjeras para que gestionen los 2.200 millones de sus fondos alternativos

Este tipo de activos, similares en la operativa a los ‘hedge funds’, suponen el 5% de las carteras gestionadas por el banco

CaixaBank es el líder absoluto en España en la gestión de activos financieros. Su gestora administra un patrimonio de más de 85.000 millones de euros, sobre todo bajo la fórmula de contratos de gestión discrecional de carteras. Tras haber implementado hace cinco años una fórmula de fondos asesorados por grandes gestoras internacionales, ahora la entidad quiere evolucionar su modelo y cerrar acuerdos con un puñado de firmas extranjeras para que se encarguen también de gestionar los 2.200 millones de euros que tiene en estrategias alternativas.

La nueva plataforma para administrar esta parte de las carteras está pendiente aún de aprobación de la CNMV. En una primera fase, CaixaBank contactó con más de 20 gestoras ultra especializadas en esta tipología de inversión. Tras la criba, quedarán entre cinco y nueve entidades, de acuerdo con algunas de las firmas que han participado en el proceso.

Cada una de ellas tendrá un mandato específico para administrar una parte del dinero de estrategias alternativas, pero será un gestor de CaixaBank Asset Management quien decidirá la proporción que tendrá cada firma. El vehículo será un fondo de CaixaBank, de su gama Master, que a su vez invertirá en otro fondo (aún no se sabe si registrado en España o Luxemburgo), cuyo patrimonio tendrá varios mandatos de gestión.

Con los contratos de gestión de carteras, el cliente define cuál es su horizonte temporal y el nivel de riesgo que tolera. Así, un inversor conservador tendrá una cartera compuesta mayoritariamente por fondos de deuda soberana de Europa y Estados Unidos, y de deuda corporativa. En cambio, un perfil arriesgado tendrá mayoritariamente fondos de Bolsa, ya sea norteamericana, europea o asiática. En este último tipo de clientes, entre un 5% y un 10% de sus activos están en estrategias alternativas.

Descorrelación

La mayoría de los fondos de inversión invierte en renta fija (bonos soberanos y deuda corporativa), en renta variable (acciones), en activos reales (como el oro), o en una mezcla de estos activos. En cambio, los fondos de estrategias alternativas lo que buscan son fórmulas que permitan conseguir retornos al margen de la evolución de los mercados financieros, a menudo usando derivados financieros.

Dentro de esta tipología hay una gran variedad de estilos. Hay fondos llamados “neutrales al mercado”, que cubren la inversión en acciones con apuestas bajistas sobre otros títulos de renta variable, para poder ganar aunque caiga la Bolsa; hay fondos denominados global macro, cuyo punto de partida es una visión muy amplia de la macroeconomía mundial para hacer todo tipo de inversiones (desde comprar deuda de Filipinas a apuestas en corto sobre los bonos alemanes).

Las ventajas  de este tipo  de activos

  • Liquidez.  Los activos alternativos a los bonos y las acciones suelen ser ilíquidos: capital riesgo para invertir en empresas no cotizadas; deuda privada; infraestructuras; fondos de venture capital, de impacto...Este tipo de inversiones son solo para perfiles profesionales, porque exige mantener el dinero durante 10 años y los mínimos de inversión suelen superar los 100.000 euros. En cambio, los fondos de estrategias alternativas líquidas por los que apuesta CaixaBank permiten entrar y salir del vehículo con mucha mayor facilidad. Además, el importe mínimo es mucho más bajo.
  • Desmarque.  El año pasado, casi todas las clases de activos registraron fuertes pérdidas: la deuda soberana, la corporativa, la Bolsa de EE UU, la europea. Lo mismo ocurrió en 2018. En años así, para lograr algo de rentabilidad hay que buscar activos o estrategias distintas, como las que desarrollan los gestores de alternativos. Cada vez entra más dinero en este tipo de productos.
  • Retorno/riesgo.  La inclusión en las carteras de las estrategias alternativas permite reducir algo el riesgo sin afectar a la rentabilidad. Algunas de las fórmulas que utilizan son similares a los de los fondos de inversión libres (los conocidos hedge funds).

Otro tipo son los fondos event driven, que invierten en compañías que pueden vivir un suceso corporativo que suba su valor, como ser objeto de compra.

Todos estos vehículos de estrategias alternativas, que también se conocen como activos alternativos líquidos (para diferenciarlos de inversiones en capital riesgo y otro activos no cotizados e ilíquidos), permiten que las carteras reduzcan su exposición a la volatilidad de los mercados financieros convencionales sin tener que renunciar a rentabilidad.

CaixaBank está entrando en la fase final de la selección de las firmas que se encargarán de gestionar, por medio de mandatos, sus fondos dedicados a estas estrategias. Ahora ya tiene 2.200 millones de euros en estos activos, pero no con mandatos sino invirtiendo simplemente en otros fondos.

La decisión del banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri de utilizar el formato de mandatos para sus estrategias alternativas se explica por varios factores. Primero, porque permite construir una relación de mayor confianza con el otro socio. Segundo, porque permite tener un mejor acceso a los mercados, ya que la inversión directa a través de fondos suele tener limitaciones de entrada y salida. Por último, esta fórmula permite abaratar costes lo que, a la larga, se traduce en mayor rentabilidad para el partícipe.

La composición final de los proveedores de estos servicios, que está a punto de concluir, va a incorporar a gestoras de fondos estadounidenses, británicas e italianas, pero siempre con un altísimo grado de especialización en estrategias alternativas.

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