Ana Gobernado (IBM Consulting): “La inteligencia artificial no sustituirá al consultor, multiplicará sus capacidades”
La transformación interna de IBM con Client Zero, que involucró a más de 280.000 empleados y más de 50 casos de uso, generó más de 3.000 millones de euros en productividad global


Para Ana Gobernado, la consultoría se ha convertido en una ciencia donde confluyen lo mejor del talento humano y la tecnología más avanzada. En una conversación con CincoDías, la general manager de IBM Consulting en España, Portugal, Grecia e Israel analiza cómo la inteligencia artificial (IA) está redefiniendo por completo el rol del consultor, impulsando un modelo en el que ya no basta con recomendar, sino que resulta imprescindible ejecutar y generar valor tangible para el cliente. La ejecutiva detalla, además, la profunda reinvención interna que vivió IBM con su iniciativa Client Zero, aborda el avance de la IA en las empresas españolas y explica cómo será la consultoría del futuro.
Pregunta. ¿Qué ha cambiado en las expectativas respecto al rol del consultor en la era de la IA?
Respuesta. Antes la consultoría se entendía casi como una asesoría: dime qué problema tienes y yo te describo cómo solucionarlo, incluso en un documento con los pasos exactos que debías seguir. Eso ya no es suficiente. Ahora no se trata solo de idear, sino también de ejecutar y materializar el valor. La tecnología hoy es más accesible que nunca, y eso genera una urgencia mayor por convertir la promesa en resultados reales. Los clientes exigen que la consultoría use todas las tecnologías emergentes, incluida la inteligencia artificial, y que las despliegue con metodologías y activos muy específicos y rápidos.
P. ¿Cómo da respuesta IBM Consulting a esta demanda de practicidad y velocidad?
R. Trabajamos mano a mano con la inteligencia artificial para acelerar resultados. El foco no está en el camino, sino en el fin. Ahora tenemos más mecanismos y tecnología para desplegar casos de uso de forma mucho más rápida. Por ejemplo, el desarrollo de software se hace en menos tiempo y con mayor calidad gracias a la IA: mejoras de entre el 40% y el 60% en tiempo, y más del 50% en calidad. Eso, aplicado a algo tan fundamental como el desarrollo de programas y códigos, genera un impacto enorme en una empresa.
El desarrollo de software es hoy entre un 40% y un 60% más rápido gracias a la inteligencia artificial
P. ¿De qué manera aprovechan la tecnología propia de IBM para ayudar a sus clientes?
R. Tenemos la ventaja de ser la única consultora global dentro de una empresa tecnológica. Eso nos da capacidades que otras consultoras no tienen. Aunque somos totalmente agnósticos respecto a la tecnología, la conocemos y la hemos vivido desde dentro. Ayudamos a los clientes a desplegar las soluciones que necesiten y combinamos tecnologías como un chef combina ingredientes para lograr la mejor receta.
P. En la empresa hablan de “la ciencia de la consultoría”. ¿Cómo definiría este concepto?
R. Es la forma de explicar cómo trabajamos hoy, uniendo talento humano con tecnología e inteligencia artificial para garantizar resultados. Antes todo se basaba en el conocimiento individual del consultor; ahora ese conocimiento se ve potenciado por herramientas tecnológicas compartidas entre los más de 160.000 consultores que tiene IBM a escala global. Esto nos permite no solo construir soluciones, sino industrializarlas y escalarlas.
P. ¿Qué es IBM Client Zero y cómo refleja el proceso de reinvención interna de la compañía?
R. Client Zero es el mayor ejercicio de transformación reciente de IBM. Todo lo que hoy aplicamos a los clientes nos lo aplicamos antes a nosotros mismos. Empezamos por la cultura. En 114 años hemos cambiado muchas veces, pero esta ha sido una de las transformaciones más profundas. Simplificamos procesos, implantamos IA en la vida cotidiana de más de 280.000 empleados y lanzamos más de 50 casos de uso internos en áreas como recursos humanos, finanzas, tecnología, soporte y marketing. Creamos sprints en los que cada proyecto debía dar resultados en menos de 100 días. El resultado: más de 3.500 millones de dólares (unos 3.080 millones de euros) en productividad a escala global. La combinación de cultura y tecnología ha sido clave. Hemos aprendido muchísimo. Y lo que aprendemos lo democratizamos a través de una plataforma interna donde todos los activos generados por equipos de cualquier país se comparten para uso de IBM global.
P. ¿Cuál es el panorama actual de adopción de IA en las empresas españolas? ¿Sigue habiendo resistencia?
R. Hemos progresado mucho. Hace un año hablábamos solo de pruebas de concepto; hoy ya sabemos que la IA funciona y que para escalarla se necesita buen gobierno, buena gestión de datos y rediseño de procesos. Hoy, hay menos resistencia. Las empresas tienen expectativas claras de ahorro y eficiencia, y ya vemos implantaciones a escala. Todo esto está acelerando la industria.
Tenemos más de 3.000 agentes de IA y 60 aplicaciones sectoriales, con aumentos de productividad interna de hasta el 50%
P. ¿Puede compartir algún caso de éxito en España donde la IA haya sido un catalizador de transformación?
R. Sí, te menciono dos. El primero es Nedgia, del grupo Naturgy. Rediseñamos junto a ellos su modelo de atención al cliente, incorporando agentes de IA generativa capaces de gestionar consultas, interpretar emociones y tono, y resolver temas en una sola interacción. Eso ha mejorado tanto la eficiencia como la experiencia del cliente. El segundo es Valoriza. Tenían que migrar su ERP (sistema de planificación de recursos empresariales) a una versión más moderna. Lo hicimos más rápido gracias a aceleradores de IA, lo que les abrió nuevas oportunidades de innovación. Y también tenemos ejemplos internacionales muy visuales, como Ferrari, donde ofrecemos experiencias personalizadas a los fans durante las carreras, o en tenis y golf, donde la IA permite a los usuarios acceder a información totalmente personalizada.
P. Uno de los grandes retos es obtener un retorno de la inversión real con IA. ¿Qué factores aseguran un retorno rápido y medible?
R. Nosotros hablamos de tres pasos. Primero, la alfabetización: que los empleados conozcan la tecnología, sepan usar la IA y entiendan su beneficio. Aquí entran la formación y el cambio cultural. Segundo, aprovechar los datos propios de la empresa. Son el gran diferencial. Tercero, definir bien los casos de uso. Las pruebas de concepto muy pequeñas generan un impacto pequeño; el verdadero retorno llega cuando rediseñamos procesos de principio a fin e insertamos IA donde realmente hace la diferencia. Solo mezclando cultura, datos y casos de uso bien seleccionados se puede generar un retorno significativo.
P. ¿Cómo imagina el futuro de la consultoría con la expansión de la IA generativa y la automatización inteligente?
R. El futuro será de colaboración entre personas y agentes de IA. La IA no sustituirá al consultor, sino que multiplicará sus capacidades. Los diferenciales estarán en la propiedad intelectual, los datos y la capacidad de coordinar personas con tecnología. IBM Consulting ya tiene más de 3.000 agentes de IA y más de 60 aplicaciones sectoriales disponibles, con aumentos de productividad que llegan al 50%. Nuestro papel será decisivo para ayudar a las empresas a adoptar esta nueva forma de trabajar y juntar cultura y tecnología.
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