Alén Space, nanosatélites gallegos en la Luna y más allá

La compañía gallega, recién integrada en GMV, es referente mundial en la fabricación de satélites de menos de 10 kilos. Ha trabajado con la NASA y la Agencia Espacial Europea

Imagine un cubo de Rubik. Ese es el tamaño que tiene un nanosatélite. Así lo explica Guillermo Lamelas, director general de Alén Space, empresa puntera en la fabricación de estos pequeños artefactos espaciales.

Explorar cuevas lunares, desviar un asteroide, medir la cuenca del Amazonas o establecer comunicaciones donde parecerían imposibles. Son algunos ejemplos de las misiones que pueden desarrollar estos diminutos objetos capaces de competir con sus hermanos mayores por coste y velocidad de elaboración.

“Las posibilidades son todas las que te puedas imaginar”, sostiene el ejecutivo de esta compañía gallega que acaba de firmar un acuerdo con el grupo GMV. El objetivo es multiplicar por diez la facturación en cinco años y hacer de España “la envidia” del sector. Nada les frena y su nombre, Alén, en gallego, significa más allá.

Misiones y Xatcobeo

“La compañía es una spin-off de la Agrupación Estratégica Aeroespacial de la Universidad de Vigo”, cuenta Lamelas. Este grupo se creó en 2008 para el diseño y fabricación del Xatcobeo, el primer nanosatélite español. “El objetivo era demostrar que los procedimientos de fabricación y estándares de calidad de los grandes satélites se podían aplicar a estos productos”, añade. “Fue todo un éxito”.

Características

Pero ¿qué es un nanosatélite? Este dispositivo debe pesar entre 1 y 10 kg, costar menos de 500.000 euros y requerir menos de un año para su fabricación y puesta en órbita. En contraste, un satélite convencional pesa más de 500 kg, cuesta entre 100 y 300 millones de euros y se precisan entre 5 y 15 años para completar su lanzamiento. Desde 1999, cuando se crea el estándar CubeSat, se plantea un nuevo paradigma donde aparecen estos primeros smallsats que, unidos entre ellos, forman constelaciones y un sistema satelital de primer nivel.

Imagen de un nanosatélite.

“Desde Xatcobeo, en 2012, el grupo empezó a conseguir nuevas oportunidades”, apunta. Algunos ejemplos son la fabricación en 2015 del satélite Serpens para la Agencia Espacial Brasileña o el Humsat-D, en 2013, en colaboración con la Unoosa (Oficina de Naciones Unidas para los Asuntos del Espacio Exterior) y la ESA (Agencia Espacial Europea). Otras misiones destacadas de la compañía son el proyecto DustCube, promovido por la NASA y la ESA, para ensayar el posible desvío de un asteroide, o el Lume-1, dirigido a la extinción de incendios.

Crecimiento

En 2019 Alén Space adquiere la forma jurídica y empresarial que tiene en la actualidad. “Ese año conseguimos la primera ronda de inversiones, que fue de un millón de euros”, recuerda Lamelas. La entidad ha recibido diferentes ayudas y subvenciones públicas, como la del programa Neotec, impulsado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, Re-acciona del Feder o el plan Innvierte del Ministerio de Ciencia e Innovación. Además, Lamelas resalta la inyección financiera del proyecto Satmar por el fondo de capital Ports 4.0, impulsado por Puertos del Estado y las Autoridades portuarias españolas.

Guillermo Lamelas, director general de Alén Space.

En cifras, “en 2019 facturamos menos de 150.000 euros, 450.000 en 2020 y 900.000 euros en 2021″, detalla. Y la buena trayectoria culminó en 2022, cuando ingresaron 1,7 millones de euros. “Nuestra intención es duplicar las ventas el año que viene y multiplicarlas por diez en los próximos cinco años”, prevé.

La compañía cuenta con 44 empleados y sede en el Edificio Tecnológico Aeroespacial de Nigrán, en Pontevedra. Además, acaba de cerrar un acuerdo con GMV a través del cual Alén Space se integra en el conjunto de sociedades de esta multinacional española conservando su marca y proyectos.

Puesta en órbita

“Tenemos dos líneas de negocio muy conectadas”, indica Lamelas. El objetivo de Alén Space es cubrir todos los aspectos de cualquier proyecto espacial, desde el diseño de la plataforma y de la misión a la fase de ensamblaje, integración y verificación, además de las operaciones en órbita.

“Por un lado, vendemos productos finales que son sistemas y cargas útiles para satélites de terceros”, sostiene. “Y por otro, tenemos las misiones llave en mano”, continúa. Se trata de satélites completos diseñados en base a las necesidades del cliente. “Gestionamos su lanzamiento y, una vez en órbita, realizamos las pruebas pertinentes y su operación”. La empresa también ofrece formación al consumidor para operar su satélite.

Dos empleados en el centro de control de la empresa.

Entre sus clientes y socios actuales destacan Puertos del Estado, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), la empresa tecnológica Sateliot o la Agencia Espacial de Indonesia (BRIN).

El nuevo espacio

La empresa también forma parte del grupo emprendedor New Space, donde compañías privadas están liderando la explotación comercial del espacio en paralelo a las grandes agencias nacionales. “En el ámbito español se ha venido forjando un ecosistema en este ámbito muy interesante”, comenta Lamelas.

“Podemos ser la envidia de cualquier país de nuestro entorno, ya que tenemos empresas que cubren casi toda la cadena de valor en cuanto a la fabricación de nanosatélites”, dice. El futuro pasa por conseguir satélites de mayor calidad y menor precio. “Ese es nuestro camino; como dice Buzz Lightyear [un personaje de Toy Story], hasta el infinito y más allá”.

La sede de la firma en el Edificio Tecnológico Aeroespacial en Nigrán (Pontevedra).

Reconocimientos y oportunidades

Sectores. Observación de la Tierra a través de imágenes o análisis geotérmico; mejorar las comunicaciones utilizando el internet de las cosas; seguimiento y búsqueda de activos como barcos o aviones; sistemas de navegación como Galileo o GPS o misiones científicas. Son los principales campos que demandan este tipo de tecnología satelital. 

Historia. Alén Space mantiene el 100% de éxito en todas las misiones en las que ha trabajado hasta el momento.


Segmento. La empresa proporciona tecnología dividida en segmento espacial y segmento terreno. La primera categoría incluye las plataformas de satélites pequeños y los subsistemas de comunicación para nanosatélites y microsatélites. La segunda agrupa las estaciones en tierra y sus comunicaciones.


Premios. La empresa ha recibido diferentes galardones, como el Premio CincoDías a la Innovación Empresarial 2019, el Premio Everis al Emprendimiento en 2018 o el South Summit ese mismo año como una de las 100 ­startups más innovadoras del mundo. 


Plantilla. Entre los 44 trabajadores con los que cuenta la compañía gallega destacan los perfiles de ingeniero aeroespacial, de telecomunicaciones e informático.


Un negocio en alza. El mercado de los pequeños satélites (menos de 50 kg) ha experimentado un rápido crecimiento desde el año 2012. Nanosat Database registró que más de 330 nanosatélites se lanzaron al espacio durante el año 2022, y la tendencia es que siga en aumento para los próximos años.


Constelaciones. A medida que los pequeños satélites están demostrando ser una herramienta efectiva para implementar aplicaciones comerciales, cada vez son más las compañías privadas que están apostando por desplegar grandes constelaciones formadas por decenas o cientos de satélites para proveer sus servicios. 

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