Rafael Puyol: “Calculamos que los estudiantes universitarios van a crecer en 40 millones en Latinoamérica”

El presidente de la Universidad Internacional de La Rioja cree que ninguna institución puede dejar de usar la inteligencia artificial. La entidad tiene presencia en Miami y ahora en Andorra

Rafael Puyol, presidente de la Universidad Internacional de La Rioja (Unir).FOTO CEDIDA POR UNIR

Si esta entrevista, telefónica, se repitiera dentro de dos años, a Rafael Puyol, presidente de la Universidad Internacional de La Rioja (Unir), le gustaría contar que su institución ha sabido incorporar la IA a sus programas manteniendo su apuesta por la formación humanística, “perfectamente compatible con el desarrollo de las capacidades digitales”, defiende. Está convencido de que las universidades presenciales no podrán hacer frente, por sí solas, a la “tremenda” demanda de alumnado que se les avecina en los próximos años.

“Solo en Latinoamérica, los universitarios van a crecer en 40 millones hasta 2040″, revela. “Las virtuales”, dice, “jugarán un papel fundamental”. Aunque, si se le pregunta por el futuro, tiene claro que “irá por la enseñanza híbrida, porque recoge lo mejor del mundo físico y del online”.

Debemos preparar a nuestros alumnos para el futuro al margen de lo que terminen haciendo

“Ninguna institución puede dejar de utilizar un instrumento educativo de primera magnitud como es la inteligencia artificial (IA)”, cuenta Puyol con su hablar pausado. “Aunque ha de estar tecnológicamente avanzada para saber hacerlo correctamente”, matiza. Como nativa digital, Unir se ha dedicado, a raíz de la pandemia, a ofrecer formación y técnicas básicas de virtualidad y digitalización a profesores que imparten clases de manera presencial. “Tenemos la obligación de ayudar”, reflexiona, aprovechando el momento para afirmar que echa de menos más colaboración en el sistema universitario español: “La colaboración interuniversitaria aún es débil; hemos de hacer un esfuerzo por intensificarla, tanto entre las públicas como entre públicas y privadas”. Confiesa que cada vez cree menos en esa distinción público-privado. “Ambas somos un servicio público”, enfatiza.

Cuando se refiere a la creación de la Unir, en 2009, Puyol habla de complementariedad con el campus presencial público que ya existía, y que considera “fundamental”. Una universidad privada y virtual como la suya podría haberse situado en cualquier parte, pero tanto el CEO como las autoridades decidieron, finalmente, ubicarla en La Rioja, porque creyeron que sería bueno para el desarrollo del territorio. “Somos una institución glocal”, la define, tirando del acrónimo entre global y local. La Rioja, insistirá varias veces a lo largo de la conversación, es un foco de atención muy preferente. “Desarrollamos actividad y formamos a profesionales que van a ejercer en la región”, incide. Al mismo tiempo, su mirada es internacional, con especial interés en Latinoamérica: México, Colombia, Perú, Ecuador, Guatemala, Bolivia, Argentina, Chile; tiene una pequeña infraestructura en Miami, y está arrancando, también, en Andorra. Estas instituciones forman parte del grupo Proeduca, del que la Unir española es pionera, buque insignia o nave nodriza.

El proyecto inicial se ha convertido en un holding de educación en línea valorado en más de 1.300 millones de euros. Un bocado apetitoso que cuatro grandes fondos de inversión que operan en el mercado –los estadounidenses Blackstone y TPG, el belga Sofina y el británico Inflexion– aspiran a probar, después de que Proeduca comunicara a BME Growth (antes Mercado Alternativo Bursátil) su intención de buscar socios minoritarios que se incorporen a su accionariado; la operación podría esta finalizada a finales de 2024 o principios de 2025. Aunque Puyol no comenta sobre este tema durante la charla. Él quiere centrarse en aspectos académicos, como el departamento de calidad de Unir –”el más grande de España”– o en los 55 grados, 136 másteres oficiales, 74 títulos propios y cuatro programas de doctorado que imparte en España.

El top 5 de los grados más demandados en Unir está compuesto por Ingeniería Informática, Física, Psicología, Derecho y Criminología; el de los másteres, por IA, Ciberseguridad, Psicología General Sanitaria, Dirección y Gestión Sanitaria, y Ejercicio de la Abogacía y la Procura. Llama la atención su extensa y variada oferta en formación permanente, entre programas, cursos, títulos propios y experto universitario: sobre altas capacidades y desarrollo del talento, IA aplicada a la educación, ecografía músculoesquelética, cloud, nutrición, campañas electorales, ciberseguridad, sostenibilidad, dermofarmacia, y un seminario en cultura del vino.

Gracias al mentor, nuestra tasa de abandono no supera el 6%, cuando la media en España es el 30%

La formación continua “responde a las necesidades del mercado laboral y permite la actualización de conocimientos”. Es, a juicio de Puyol, una apuesta clave para las instituciones de educación superior. Avisa de la creciente obsolescencia de los conocimientos, a medida que la digitalización y las innovaciones tecnológicas se aceleran, y del imperativo de que las personas vuelvan a las aulas y a los laboratorios para reciclarse. En este punto destaca una iniciativa de la Unir que enraíza con La Rioja: Foroia, con el Gobierno de La Rioja y la Federación de Empresas de La Rioja (FER), para acercar la IA a lo público, agroalimentación, pymes, turismo, publicidad y medios.

Otra gran apuesta ha de ser la formación en competencias, habilidades, destrezas y capacidades, avanza Puyol. “No sabemos qué profesiones van a venir; hemos de preparar para el futuro, independientemente de lo que terminen haciendo nuestros estudiantes”. Que, por cierto, ascienden a más de 66.000, de más de 90 naciones, principalmente de España y Latinoamérica. “Son, en su mayor parte, de posgrado”, donde se concentra el grueso de la oferta académica. Su edad media es, por tanto, más elevada que en las universidades presenciales. “Unos treinta y tantos años”, calcula. Trabajan, tienen obligaciones familiares. “En el caso de Latinoamérica, muchos viven en lugares alejados de un campus presencial; para ellos es una vía formativa importantísima”, informa. Una mayor edad sumada a la figura del mentor, que orienta y acompaña, han ayudado a rebajar el fracaso escolar en la Unir al 5% o 6%, cuando “el índice de abandono de la primera titulación en el sistema universitario español supera el 30%”, recuerda el presidente.

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