Saneamiento, una aspiración global a la que casi media humanidad no tiene acceso
En el Día Mundial del Saneamiento, Naciones Unidas alerta que 3.500 millones de personas no tienen opción a un retrete seguro. En España, el gran desafío es seguir avanzando en el tratamiento de aguas residuales
La desigualdad global también queda patente en los sistemas de saneamiento: mientras unos 3.500 millones de personas no cuentan con un retrete seguro, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef, los problemas en países desarrollados giran en torno a la necesidad de seguir avanzando en el tratamiento de aguas residuales. Para mejorar el acceso a sistemas de saneamiento seguros para todas las personas y alcanzar de cara a 2030 las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6, de Naciones Unidas, el Día Mundial del Saneamiento, que se celebra este 19 de noviembre, pone el foco en la importancia de actuar ya con el lema Acelerar el cambio.
Mismo reclamo que el usado este año en el Día Mundial del Agua, que se conmemora cada 22 de marzo, puesto que la carencia de ambos está íntimamente ligada y aparecen juntos en el ODS número 6, Agua y saneamiento. Por otro lado, 2.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable. A todo ello se suma el cambio climático. Causante de fenómenos extremos como sequías, estresa los recursos hídricos, tanto en su disponibilidad como en la calidad del agua, en detrimento de los retretes y sistemas de saneamiento a los que están conectados.
Un aspecto que requiere medidas para mejorar estas redes en el caso de países que ya disponen de ellas. En el nuestro, donde la población dispone de unos servicios de agua urbana satisfactorios, aún queda mucho por hacer en el ámbito de la recogida y tratamiento de aguas residuales, donde las inversiones son deficientes. La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) cifró en 2022 las inversiones públicas realizadas en un 54% y un 58% inferiores en depuración y abastecimiento de agua, respectivamente, frente a las que se destinaron en 2010.
Ante esa situación, la colaboración público-privada que permita abarcar una cobertura total en el territorio en materia de saneamiento podría encontrar soluciones a los retos actuales y así cumplir a tiempo los propósitos de la Agenda 2030. En este sentido, Agbar, parte del grupo Veolia, es líder en la gestión de depuración con hasta el 23% del total de agua residual tratada en España, un volumen de 926,11 hectómetros cúbicos (hm3) anuales procesados en las más de 650 estaciones depuradoras que tiene la compañía.
Con respeto a las directivas europeas, Veolia prioriza el tratamiento de las aguas residuales para que vuelvan al medio ambiente en las mejores condiciones y calidad, y que puedan ser reutilizadas. De tal manera que se consigue completar el ciclo integral del agua y garantizar su disponibilidad como recurso, en línea con las propuestas del ODS 6.
Ecofactorías para una gestión sostenible del agua y los recursos naturales
Con la aparición de tecnologías cada vez más precisas y eficientes aplicadas a las comunicaciones, a la red y a la monitorización (sensores) y la propia digitalización, las redes de saneamiento se han extendido y mejorado la calidad del servicio. El grupo Veolia, como uno de los principales referentes mundiales en la transformación ecológica del sector, apuesta por la innovación permanente, la digitalización y el impulso de las alianzas para hacer frente a la emergencia climática y la preservación de los recursos naturales. Una estrategia que queda plasmada en diferentes soluciones de mitigación y adaptación y en proyectos sostenibles de referencia para avanzar en la transformación ecológica.
A través de Agbar, hub de conocimiento del agua, se impulsan medidas para propiciar la economía circular en el ámbito de su gestión, que la compañía se encarga de llevar a casi uno de cada cuatro españoles (13 millones de personas) en más de 1.100 municipios. Como ejemplo de ello, y con el objetivo de alcanzar los cero residuos generados, Agbar acomete la transformación de las depuradoras tradicionales en ecofactorías, modelo de planta reconocido por la ONU para afrontar la lucha contra el cambio climático.
El funcionamiento de estas plantas consiste en regenerar agua para nuevos usos (por ejemplo, el riego agrícola), valorizar los residuos para nuevos recursos (como el uso de lodos de depuración para abono en agricultura) y producir energías renovables que permitan el autoabastecimiento de la planta.
Localidades como Granada ya cuentan con instalaciones de este tipo, como es el caso de la ecofactoría Bio Sur, gestionada por Emasagra (parte del grupo), o la ubicada en la comarca del Baix Llobregat (Cataluña), de Aigües de Barcelona, son referentes a escala internacional.
Reutilización frente a sequías
El año hidrológico 2022-2023 volvió a confirmar que España se encuentra en un periodo de sequía por segundo año consecutivo, con un 12% menos de lluvias de lo normal, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La escasez hídrica y el aumento de la demanda en los núcleos urbanos obliga, por tanto, a buscar nuevas fórmulas de aprovechamiento del agua, como la regeneración y reutilización de las aguas residuales.
Mediante la aplicación de procesos para darle una segunda vida, se puede retornar esta agua depurada y regenerada con una calidad óptima al medio del que se extrajo, o destinarla a usos agrarios, industriales o, en el caso de las ciudades, para el riego de parques o el baldeo de calles.
Algo que ya se puede ver en el proyecto Alicante Agua Circular, promovido por Aguas de Alicante y el Ayuntamiento de esta localidad para alcanzar la reutilización del 100% del agua depurada y conseguir, al mismo tiempo, el vertido cero a las aguas costeras. Esto permitiría aliviar la presión sobre la demanda de recursos hídricos en una ciudad que, en verano, puede llegar a triplicar la población.
Para conseguirlo, la empresa trabaja en reducir la intrusión de agua marina de las depuradoras de Rincón de León y Monte Orgegia. Así se puede mejorar la calidad del líquido ya tratado y que pueda destinarse al riego de jardines y cultivos, evitando su vertido al mar y mejorando, al mismo tiempo, la condición ambiental de la Bahía de Alicante. Para que estos efectos positivos tengan más alcance, la compañía está ampliando la red de agua regenerada con estos fines, lo que aliviará la presión sobre los acuíferos de la zona.
Como defiende Naciones Unidas en este día mundial, cada compromiso para cambiar la forma en la que se usa, se consume y se gestiona el agua, por pequeño que parezca, contribuye al esfuerzo global.
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