La agricultura volvió a disparar sus márgenes en 2023 frente al paso atrás de la distribución

El resultado bruto de explotación de las empresas recupera en el tercer trimestre los niveles previos a la pandemia. El margen del suministro del gas y la electricidad sigue en récord

Belén Trincado Aznar

Los márgenes empresariales ganaron terreno a lo largo del tercer trimestre del año 2023 y lograron recuperar los niveles previos a la crisis sanitaria y económica del Covid-19. En un índice con base 100 que toma como referencia el cuarto trimestre de 2019 –justo antes del estallido de la pandemia– la tasa general llegó en septiembre al entorno de los 105 puntos, según los últimos datos del Banco de Espa...

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Los márgenes empresariales ganaron terreno a lo largo del tercer trimestre del año 2023 y lograron recuperar los niveles previos a la crisis sanitaria y económica del Covid-19. En un índice con base 100 que toma como referencia el cuarto trimestre de 2019 –justo antes del estallido de la pandemia– la tasa general llegó en septiembre al entorno de los 105 puntos, según los últimos datos del Banco de España. Aunque la evolución sigue siendo “heterogénea” por sectores, en esta recuperación destacan los márgenes de la cadena agroalimentaria, impulsados al alza por la agricultura y las empresas de procesado. Contrasta, eso sí, la caída de los márgenes de la distribución de alimentos.

El supervisor bancario publicó ayer la última edición del Observatorio de Márgenes Empresariales, un proyecto en el que trabaja desde hace meses junto al Ministerio de Economía y la Agencia Tributaria. Según los datos, entre julio y septiembre del pasado ejercicio la evolución de los precios energéticos y de los costes de las materias primas favorecieron que los márgenes sobre ventas del conjunto de la economía superasen los niveles previos a la pandemia. Solo quedarían excluidos de este análisis general el sector energético, cuyos resultados se estudian por separado, y el financiero, que queda fuera del observatorio.

El indicador de los márgenes empresariales muestra la ratio entre el resultado bruto de explotación de las grandes compañías y sus ventas. Por ello, es importante recordar que un aumento no representa necesariamente una evolución al alza de los beneficios que registran las organizaciones.

El indicador es útil para analizar otras variables y, por ejemplo, saber si la subida obedece a la optimización de los recursos por parte de la compañía; a factores externos, como puede ser el aumento de los tipos de interés; o a una traslación a los bienes y servicios del incremento de los costes de producción. Las anteriores ediciones del observatorio, así como los datos que publica por su cuenta la Agencia Tributaria, mostrarían que sí ha habido una traslación de los costes a los precios finales de venta. En estas situaciones, en las que hay elasticidad y procesos de fijación del precio, cabría esperar que la tendencia fuese a la inversa una vez que se revierta la coyuntura, es decir, cuando termine de amainar la crisis inflacionista. Este es, de hecho, el argumento que utilizan tanto el Gobierno como los sindicatos para exigir un aumento de los salarios.

De entrada, la evolución de los márgenes es dispar en función de los sectores estudiados. Según los datos actualizados, en las empresas energéticas la ratio de explotación sobre ventas habría presentado una evolución heterogénea, repuntando en el tercer trimestre en el caso del refino y del comercio al por mayor de combustibles, y estabilizándose en el caso del suministro de electricidad y gas. En concreto, el margen sobre ventas en el subsector del refino del petróleo ha presentado un repunte en el tercer trimestre de 2023, tras los fuertes descensos experimentados a partir del segundo trimestre de 2022. En cambio, el margen sobre ventas en el sector del suministro de gas y electricidad se habría estabilizado durante el verano, manteniendo los aumentos acumulados a lo largo de la segunda mitad de 2022 y en el primer semestre de 2023.

En el conjunto de la cadena agroalimentaria, el indicador ha seguido recuperándose en términos generales. Por ramas, la agricultura estaría ya en niveles muy superiores a los anteriores a la pandemia (cerca de los 125 puntos) y la industria agroalimentaria, que engloba a las empresas de fabricación, elaboración y conservación, se habría ido recuperando de manera sostenida para acercarse a los 90 puntos. La nota discordante la daría el margen en el comercio de alimentos, donde se inscriben los supermercados y las grandes cadenas de distribución. El subsector enlaza, de hecho, dos trimestres a la baja y pasa del entorno del 100 al del 90. La distribución, afirma el Banco de España, sigue “sin haber podido revertir las contracciones experimentadas durante la crisis energética”.

La industria es uno de los sectores más beneficiados por la caída de los precios de las materias primas. Sin incluir las ramas de producción energética y la agroalimentaria, la evolución de sus márgenes desde finales de 2022 ha ido creciendo gracias al abaratamiento de los insumos. “La recuperación de los márgenes se concentra en ciertos subsectores como son el transporte y bienes de equipo”, apunta el Banco de España.

Los servicios, por su parte, consolidan la recuperación iniciada tras la pandemia y los márgenes sobre ventas en turismo y transporte permanecen estables en torno al 100.

Los datos del sector financiero son los únicos que se echan en falta. La razón de su ausencia se encuentra en la metodología del observatorio, ya que para alimentarlo se utiliza, entre otras fuentes, la información recopilada por la Agencia Tributaria con las declaraciones por IVA. Como este sector no tributa por este impuesto no hay forma de utilizar el mismo cálculo.

Pese a ello, los márgenes del sector también se intuyen elevados. Ayer, la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, avanzó que el año 2023 fue “especialmente bueno” para la banca. Aunque se está a la espera de los datos definitivos, aseguró en declaraciones recogidas por Efe que los márgenes serán “destacables”.

La propuesta de poner en marcha un observatorio de este tipo llegó desde los sindicatos CC OO y UGT hace ya casi un año. El objetivo era tener datos y cifras que permitiesen encarar la negociación colectiva en aquellos sectores que, debido a la evolución de sus beneficios, estuviesen en condiciones de afrontar la revalorización de los salarios.

El pasado mes de abril, la entonces vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, anunció la creación del observatorio para mantener la competencia efectiva en los mercados de bienes y servicios y conseguir una distribución “adecuada” de las rentas. La medida, respaldada por la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, fue cuestionada por la patronal.

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