Garamendi tilda de “voluntarista” el plan de regreso a Cataluña de las empresas y exige estabilidad
El presidente de la CEOE critica el “grave menoscabo” a la justicia y el “montón de temas” que “ponen en alerta” al empresariado
Un día después de que la plana mayor de la CEOE criticase los últimos pactos del PSOE con los partidos nacionalistas, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha repasado casi una por una las principales medidas acordadas no sólo con Junts, ERC o PNV, sino también con Sumar. Pero la tanda de la semana pasada es lo que está más cerca y, en cuanto a las negociaciones con los catalanistas, el compromiso de “promover” el regreso a Cataluña de las empresas que se fueron tras el procés. “Es voluntarista”, ha zanjado el representante nacional de los empresarios.
“Yo también quiero que vuelvan. Cuando las empresas, en este caso de Cataluña, que son más de 8.000 y este año han seguido saliendo, se fueron, fue una tristeza para todos porque a nadie le hace ilusión salir de tu tierra. Yo soy el primero que dice que ojalá volvieran. Pero para eso, no hay que ponerlo en un papel, para eso lo que hay que hacer es tener estabilidad, seguridad”, ha subrayado en sendas entrevistas a Cope y RNE recogidas por Ep.
Empezando por la amnistía, a la que no se mencionó en el comunicado emitido este lunes por la patronal, Garamendi ha avisado de que el poder judicial “puede acabar siendo un chicle” por el “grave menoscabo” que estos acuerdos suponen para la separación de poderes. En este sentido, ha destacado “la reacción unánime de los jueces y los funcionarios públicos” contra estos acuerdos, a la que se han sumado también los empresarios.
“No podíamos más que ponernos al lado de ellos y pedir la separación de poderes, y como consecuencia de ello, la igualdad entre los españoles”, he explicado el presidente de la patronal.
“Cuando ves los acuerdos puedes decir, o no me creo nada, o como me crea todo, pues te pones a temblar”, ha añadido Garamendi, que ha resaltado que “hay un montón de temas” en ellos que ponen en alerta al mundo empresarial desde el punto de vista de la confianza” y de la necesaria seguridad jurídica, “empezando porque se rompe directamente lo que es el diálogo social”.
Así, ha denunciado que la propia reforma laboral firmada entre el Gobierno y los agentes sociales “directamente se cercena”, pues en uno de los pactos de investidura, el firmado con el PNV, se ha acordado reformar el Estatuto de los Trabajadores para dar prevalencia a los convenios autonómicos sobre los nacionales.
Además, el PSOE también ha pactado, esta vez con Sumar, reformar el Impuesto sobre Sociedades para establecer un tipo mínimo efectivo del 15% sobre el resultado contable, una medida que, según Garamendi, “puede llevar a deslocalizaciones” empresariales.
“Es mentira que no paguen el 15%, pagan bastante más y encima ya hubo una norma donde les aplicaron un 5% en cascada. (...) Hoy estamos viendo los efectos de la inseguridad jurídica y otro clarísimo de intervencionismo en estado puro de lo que es la economía y eso va en sentido contrario de lo que hay que hacer”, ha denunciado el dirigente empresarial.
En su opinión, la inseguridad jurídica “es de las cosas más peligrosas que podemos encontrar” en estos acuerdos, para sentenciar, en clara alusión a la Ley de Amnistía acordada con Junts y ERC: “No sabemos si una ley está para cumplirse o te la van a perdonar mañana”.
Otra de las medidas contempladas en los pactos de investidura y defendida por la actual vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, es la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin pérdida de sueldo.
En este punto, Garamendi ha recordado que CEOE firmó con CCOO y UGT el pasado 10 de mayo el acuerdo interconfederal de negociación colectiva, que contempla unas tablas salariales que, con lo firmado por PSOE y Sumar, podrían verse afectadas.
“Llega el Gobierno y se nos salta y dice es que ahora reduzco horas. Eso significa que a cualquier empresario esto le va a salir más caro. Y eso afecta a todas las empresas, pero especialmente a las pequeñas empresas. Afecta a los autónomos, afecta a los bares, afecta a los comercios, o sea, afecta al pueblo y yo represento también a ese pueblo. A la gente le van a pegar un subidón de lo que son sus costes”, ha denunciado el dirigente empresarial.
Preguntado por si entendía a los empresarios que se están planteando irse de España como consecuencia de la situación de inestabilidad jurídica y política, Garamendi ha subrayado que “por encima de todo” quiere a su país.
“Los españoles somos mucho más fuertes de lo que la gente piensa y aguantaremos (...) Sería una malísima noticia que la gente salga o se vaya”, se lamentaba, aunque advertía de que los pactos de investidura pueden provocar eso. “No animaría en ningún caso a que se vayan”, ha insistido.
Respecto a las concesiones económicas incluidas en los acuerdos de investidura, como la condonación de deuda, Garamendi se ha preguntado quién paga la fiesta, y ha recordado que Europa está pidiendo “ortodoxia económica”. “Aquí estamos con la chequera de miles de millones (...) Esto quién lo paga, o cómo se paga. Aquí nos estamos pasando de un déficit, nos estamos pasando de gastos (...) ¿Quién paga la fiesta? Porque parece que hay una máquina para hacer el dinero y que no hay que devolverlo”, ha criticado.
En cualquier caso, el líder de la CEOE ha dejado claro que, aunque no compartan muchos temas, se sentarán a hablar “con quien toque”. “Que nadie dude es que nosotros nos seguiremos sentando en las mesas, como hemos hecho siempre, y diremos lo que opinamos”, ha subrayado.
Sobre los llamamientos a la huelga general que se están haciendo desde algunos sectores, como el realizado por el sindicato Solidaridad, que ha convocado un paro general para el 24 de noviembre, Garamendi ha sido claro: “El presidente de los empresarios jamás dirá que hay que hacer una huelga (...) Creo que hay que decir las cosas con mesura y con moderación, pero con firmeza. Yo creo en este país y echo de menos los pactos, los acuerdos, el diálogo entre las grandes formaciones políticas”, ha apuntado.
Y sobre las protestas ciudadanas ante la sede del PSOE en Ferraz, Garamendi ha dicho que “no comparte el ir a las sedes de nadie a decir nada”, ni tampoco al Parlamento. “Creo que las instituciones hay que respetarlas. Tristemente yo aquí, en mi sede, recibo bastantes veces gente gritando en la puerta. Creo que eso no es bueno, que no tiene nada que ver con que alguien quiera expresarse, como el otro día en unas manifestaciones legales, donde se ha echado a la calle pues multitud de gente, pero tiene poco que ver con ir a acosar a nadie”, ha defendido el líder empresarial.
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