Hacienda confía en un alza de los ingresos de 12.000 millones para prorrogar algunas medidas anticrisis
El ministerio avanza que prevé un aumento anual de la recaudación del 5% en 2023. La Airef alerta de que el objetivo de déficit se cumplirá solo sin extensión del plan
La recaudación tributaria avanza viento en popa pese a las rebajas impulsadas por el Gobierno a lo largo de los últimos meses en los impuestos especiales, en el IRPF o en el IVA. En consecuencia, el Ministerio de Hacienda confía en cerrar el año con una nueva cifra récord que supere en al menos un 5% los 255.463 millones de euros registrados en el conjunto de 2022. En cifras absolutas, el aumento anual sería de más de 12.000 mi...
Regístrate gratis para seguir leyendo en Cinco Días
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La recaudación tributaria avanza viento en popa pese a las rebajas impulsadas por el Gobierno a lo largo de los últimos meses en los impuestos especiales, en el IRPF o en el IVA. En consecuencia, el Ministerio de Hacienda confía en cerrar el año con una nueva cifra récord que supere en al menos un 5% los 255.463 millones de euros registrados en el conjunto de 2022. En cifras absolutas, el aumento anual sería de más de 12.000 millones, un volumen con el que podrían sufragarse algunas de las medidas anticrisis que el Gobierno en funciones estudia extender, tal y como sugirió este jueves el secretario de Estado del ramo en funciones, Jesús Gascón.
“Todavía no conocemos la cantidad y no sabemos aún el margen que tendremos, pero los datos no son malos. Algo de margen nos encontraremos y soy optimista”, dijo Gascón en una jornada organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), en la que también matizó que cualquier decisión se tomará en diciembre y estará asociada siempre a los objetivos fiscales comprometidos con la Comisión.
Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, hasta septiembre se ingresaron algo más de 190.000 millones de euros, un aumento del 4,5% frente al mismo periodo del ejercicio pasado. A partir de octubre, prosiguió Gascón, este ritmo va a ir creciendo como consecuencia de la buena marcha de las devoluciones. “El crecimiento va a acelerarse en lo que queda de año porque teníamos una importante bolsa de devoluciones generada en el periodo de más inflación que se ha ido reduciendo”.
Ocurre, explicó el secretario de Estado, que el aumento de los precios provoca un crecimiento de los ingresos brutos, pero también de los importes a devolver, cuya gestión suele producirse semanas más tarde. Esa suerte de bolsa de devoluciones, vinculada a los meses de más inflación, “ya se está terminando”, lo que llevará a un aumento de los ingresos netos.
En efecto, según los datos de la Agencia Tributaria, entre enero y septiembre se habían producido devoluciones por valor de 50.300 millones de euros frente a los 44.600 millones del mismo periodo de 2022 y los cerca de 41.000 millones de los dos años anteriores, lo que sugiere un repunte del ritmo histórico. En septiembre, la tasa de crecimiento de las devoluciones estaba en el 12,7% y, según Gascón, bajará a partir de ahora del 10%. Si a esto se le añade que “octubre es un mes muy potente en términos recaudatorios”, es de prever que el Gobierno en funciones se encuentre con algo de margen. “Vamos hacia arriba”, resumió.
Con todo, y pese a mostrarse optimista, Gascón insistió en que todavía es pronto para saber el margen real con el que contará el próximo Gobierno de cara a prorrogar algunas de las medidas anticrisis y, al mismo tiempo, cumplir con los objetivos fiscales comunicados a Bruselas. De hecho, cualquier decisión que se tome debe ser “compatible” con la senda de reducción del déficit del año que viene (un 3% del PIB según el objetivo del Gobierno), reconoció.
Control de gasto
El conjunto del paquete de ayudas, sumando el aumento de los gastos y el recorte de los ingresos, tendrá un coste en 2023 de unos 14.936 millones de euros, según cálculos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). A su vez, según el Gobierno, algunas de las rebajas de mayor calado vigentes, como son las reducciones del IVA de los alimentos básicos y los impuestos que gravan la energía, supondrían un coste fiscal anual en 2024 de alrededor de 5.000 millones de euros, a los que habría que sumar en paralelo otros gastos como la bonificación del transporte público.
La posible extensión de algunas medidas, por ello, debe estar supeditada a un crecimiento sostenido de los ingresos, pero también a una reducción o estabilización del gasto. Sobre ello alertó la presidenta de la Airef, Cristina Herrero. Según avanzó en la misma jornada, la consecución del objetivo de déficit en 2024 (cuando volverán a funcionar las reglas fiscales) exigirá no prorrogar ninguna de las medidas antiinflación que caducan el 31 de diciembre y que las comunidades autónomas cierren sus presupuestos con superávit, en vez de con el déficit del 0,1% estimado por el Ejecutivo.
La Airef prevé más ingresos que el propio Gobierno, pero también apunta a un incremento en los mismos términos del gasto, por lo que a su juicio el aumento de la recaudación no sería suficiente para costear la prórroga de las medidas.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días